Continuación de la magna obra de Tolkien. Aquí el amigo Peter Jackson recrea el segundo volumen de una manera magistral, como hizo con "La comunidad del anillo". Los personajes y las situaciones son conocidos. Toca ahora por tanto conocer el reino de Rohan con su cultura de jinetes, el recorrido de Frodo, Sam y Gollum desde Emyn Muil hasta las lindes de Mordor, el bosque de Fangorn y sus ents, y por supuesto, la batalla del abismo de Helm.
Esta batalla por si sola, junto con la espléndida recreación de la fortaleza, requirió un proceso creativo que podría catalogarse de película independiente dentro de otra. Y es que tenemos tres grandísimas historias contadas en paralelo, a la manera de la saga galáctica de Lucas.
Esto no era así en la novela, pero en el cine se agradece mucho la forma de narrar elegida, intercalando todas las situaciones. El ritmo no decae en su larguísimo metraje, hasta el punto de dejarnos con ganas de más, a pesar de sobrepasar las 3 horas.
La acción, fantasía y aventuras de la Tierra Media alcanzan aquí un nivel superior al mostrado en la primera película. Los personajes nuevos son muy interesantes, destacando Bárbol, Grima, Eowyn y el rey Theoden, interpretado de manera sublime por Bernard Hill.
El culmen de la épica cinematográfica lo encontramos en Helm, con la masa de orcos de Isengard dispuestos a destruir al pueblo de Rohan. El derroche de efectos y el montaje de esta secuencia son todo un ejemplo a seguir en cualquier escuela de cine. ¿Y qué decir del asalto de los ents a Isengard, o de las intensas escenas dramáticas en Édoras?
Una gozada, un regalo, una maravilla para cualquiera que diga ser amante del cine y de las buenas historias, y se deje llevar por la imaginación y la fantasía. Y para colmo, después de disfrutar de esta excelente película, todavía quedaba "El retorno del rey" que es todavía mejor.