La verdad es que la película no debe preocuparnos por su veracidad histórica; eso es lo de menos. Sus productores se inspiraron en un comics y en ese sentido han sabido transmitir la esencia de esa fuente literaria. Por lo demás nunca antes habíamos disfrutado con tanto detalle y preciosismo de las escenas de batalla con sus enfrentamientos cuerpo a cuerpo. La película es para disfrutarla visualmente más allá de su escaso y superficial diálogo. También hay que añadir que el trailer es más impactante que la misma película. Todo el derroche tecnológico que saben imprimir los estadounidense en la exaltación de la epica y la leyenda. El cine convertido en medio de entretenimiento y propaganda. ¿Quién no se sentiría orgulloso hoy si sus antepasados tuvieron algún vínculo con los míticos espartanos?