Aunque este tipo de películas no es de mi máxima devoción, tengo que reconocer que The Last King of Scotland está muy bien realizada.

De la mano de James McAvoy llegamos a Ungara, después de "escaparnos" de la sociedad Escocesa por un momento. Allí conocemos los grandes problemas médicos que tienen, pero la gran esperanza depositada en Amis, su nuevo presidente/dictador (pese a que ellos todavía no lo saben). Nuestro protagonista poco a poco se va haciendo cada vez más amigo de Amis, hasta llegar a ser su supuesta mano derecha (legalmente era solamente su medico personal). Pero la presidencia no es tan fácil, y poco a poco Amis se va metiendo en cada vez más problemas, y con él nuestro amigo. Al principio, creyéndo ciegamente en Amis niega lo que el resto de la población le dice, pero poco a poco se da cuénta que las cosas no son tan blanco o negro...

James McAvoy no me gusta. Pero tengo que reconocer: ha hecho un buen trabajo. El resto del reparto (¿hola? ¿Realmente ésa era nuestra Scully?) puede estar orgulloso, sobre todo Forest Whitaker y su horrible acento.

Película de política e injusticias. Si al verla no gritas y protestas, no eres muy humano.