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Voto de Vivoleyendo:
9
Comedia. Drama. Romance Miles, un divorciado deprimido, aspirante a escritor y apasionado del vino, propone a su viejo amigo Jack, un actor fracasado que está a punto de casarse, hacer un viaje para visitar viñedos y probar vinos antes de su boda. Forman una extraña pareja: Jack es un seductor; Miles, un pesimista. Jack pretende saborear sus últimos días de libertad, Miles sólo aspira a paladear un vino perfecto. Jack se conforma con un Merlot barato, Miles se ... [+]
19 de junio de 2008
59 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Al que no le guste el vino es un animal", reza una conocida canción. En ese caso, yo debo ser un animal de los gordos, puesto que no me gusta el vino ni tengo idea de todas las clases que hay. No sé distinguir entre un vino peleón de garrafón, un Marqués de Cáceres, un Rioja, un Chardonnay y a saber cuántos más, entre otras cosas porque no he bebido más que algún tinto de verano, vino dulce corriente y sobre todo, sangría. El vino, como no sea endulzado con otras cosas, me sabe siempre igual: agrio y desagradable.
Los entendidos podéis llamarme paleta, pero esa es la verdad. De modo que el tema de la enología es para mí como un lenguaje arcano. Me vais a perdonar, pero soy una analfabeta de los vinos.
Entre viñedo y viñedo, Miles y Jack organizan una aventura recorriendo el estado de California.
Miles, un profesor de literatura apasionado de la enología, tal vez trata de alejarse de unas frustraciones que lo consumen. Su divorcio aún no superado, sus novelas no publicadas, el tedio que siente hacia sí mismo. Un hombre de mediana edad derrotado y deprimido que no puede evitar que su mal humor y su hostilidad interior se descontrolen a veces, pese a que es una persona dulce.
Jack, un actor de segunda que conoció mejores tiempos y que está a punto de casarse, necesita celebrar su despedida de soltero a lo grande. Inseguro y cabeza loca, atravesando por la clásica crisis de la inminente boda, quiere apurar los placeres de los que se supone que se va a privar cuando se ate la soga al cuello con el matrimonio. Juergas y mujeres que se le pongan a tiro.
Alexander Payne dirige con desenfado y desenvoltura, explayándose en los placeres sensoriales, aportando un bouquet agridulce que se saborea con ligereza y que deja un regusto persistente y ligeramente amargo. Vertebrando su comedia dramática en dos seres perdidos que buscan un horizonte improbable, experimentando por el camino y arrastrando consigo sus inseguridades y fracasos, da lugar a una road-movie sobre el proceso de maduración y aceptación. Miles, excesivamente pesimista y aguafiestas, emborrachándose de bodega en bodega para engañar las penas, y dejando fluir su gran pasión por esos caldos elaborados a base de dedicación, paciencia y esa misteriosa alquimia de la naturaleza mezclada con la intervención del hombre. Jack, despreocupado, donjuán y divertido, con la libido y la testosterona por las nubes y a la caza de alguna hembra cachonda. Los escarceos y alguna aventura sexual y sentimental les aguardan...
Curioso, a veces bello, a veces calamitoso viaje de dos tipos que deambulan por la ola de la mediocridad, tratando de hallar algo que les haga recordar que siguen vivos, algo que les ayude a aceptar que el éxito no radica simplemente en ser un escritor de renombre o un actor de primera ligón y calavera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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