Vidas al límite

Muy buena película, cuyo aspecto más interesante es el tono siempre intenso de las escenas y la forma en que el director exprime el tema tratado de una forma atrapante y bien llevada, haciéndola una cinta muy entretenida a pesar de que hay algunas reiteraciones y en general muy poca evolución en la historia. Básicamente puede decirse que la trama es un capítulo en la vida del protagonista, pero a través de el se muestran una serie de situaciones algo extremas que contribuyen al deterioro emocional del personaje de Nicholas Cage, quien al igual que el resto del elenco tiene un papel muy bien delineado e interpretado. Es positivo que no se caiga en condescendencia ni sentimentalismos benevolentes hacia el gremio de trabajadores que se expone, y de hecho todo el tema es tratado con bastante realismo, quizá un poco exagerado pero de una forma original. Muy interesante la dirección con momentos brillantes y una fotografía también destacable, en fin, como puede esperarse de este director, una obra perfectamente realizada. Sin ser una historia demasiado trascendente vale mucho la pena.

Y por eso le pongo esa nota, porque le pondría más sin duda pero es complicada, no para todo el mundo.
Se palpa la dureza de ese trabajo y sus consecuencias como ninguna. Te atrapa desde el principio, te succiona, te domina y te absorbe hasta volverte loco, como al protagonista.
La encontre diferente y única, hipnótica, dura, brutal y eso me maravilló.
Este director me sigue sorprendiendo, me tiene alucinado, no falla, arriesga y consigue que le venere.
Los actores en estado de gracia, posee un ritmo magnífico, mala leche a raudales y una banda sonora maravillosa. Sublime y dura como pocas no te la pierdas. Un placer.

El tema podía ser interesante para mostrar los entresijos técnicos y humanos de los médicos que hacen su servicio en ambulancias de urgencia. Pero, por desgracia, Scorsese se complace en filmar escenas y situaciones increíbles (es decir, no-creíbles).

La he vuelto a ver. Me afecta y me gusta.
Desde el principio al fin hay cambios de ritmo que se van alternando: locura, irracionalidad, de inhumanidad, violencia, velocidad, deshumanización, etc. y se mezclan con otros de auténtica ternura, empatía por el ser humano caído o desvalido, ese salvaje SENTIMIENTO DE CULPA QUE LLEVAMOS DENTRO por nuestros fallos o errores. Somos nosotros mismos en definitiva los que no nos perdonamos.
Las formas de EVASIÓN son tambien muy relevanres: alcohol, tabaco, pastillas, drogas variadas, OASIS artificiales y a la vez tan vulnerables. ¿NUESTRA CONCIENCIA NECESITA ESTA QUÍMICA PARA PODER SOPORTARLO?
Tan solo el contacto físico entre nosotros mismos, un roce, cojerse de las manos, un abrazo, hablar y contar nuestros problemas, necesidades, nos hace volver a la otra realidad existencial de la paz, cordura, serenidad, la VERDADERA VIDA, existir en armonía.
No voy a decir nada sobre el AMOR PURO, como algo desinteresado, porque es en realidad PURO EGOISMO. Si te amo y tu aq mí no tanto, YO TE NECESITO MÁS A TI, QUE TÚ A MI. Entre los seres humanos, cada día que pasa creo que eso no existe o pierde su cualidad. Hay muchos intereses.
Sólo existe el instinto de supervivencia y necesitamos a los demás, es evidente.
¿Quién va a poner un poco de orden en este caos cuando hay recortes de presupuestos para asuntos sociales? Es mucho mejor gastar en armamento, eso si que da placer. Meterle un misil por el culo al que destine esos fondos y luego que le explote, que maravilloso éxtasis. Y que podamos verlo y contarlo.

Nos encontramos ante una película muy difícil. Vale, Nicolas Cage es una máquina de la interpretación, uno de esos hombres que querrías tener como amigo, padre, hijo, mentor, amante, discípulo, hermano... Querrías ser él. Y sobre Scorsese, bueno, sólo decir que además de ser uno de los mejores directores de este siglo y del siglo pasado, podría haber tenido una gran carrera como actor, pues su entrecejo descuidado vale millones. Pero aún con todo, y aunque el bueno de John Goodman esté por ahí dando lecciones de carisma, ésta "Al límite de lo insoportable" es bastante durilla de ver. Un desgastado y apestoso Nicolas Cage se pasa desde el minuto cero conduciendo sin parar, alucinando, automedicándose (como todos hemos hecho alguna vez), cambiando de humor, y recitando unos diálogos raros de cojones. Hay destellos, efectos de luz rarísimos, ralentización del tiempo, aceleraciones divertidísimas, y mucha caña van a dar. Por eso, no es recomendable ver esta película si empieza muy tarde, habiendo cenado poco, si tienes mal cuerpo, o si tienes la cara magullada. Yo sufría todas estas contraindicaciones mientras veía la película engendro, y por eso no me gustó demasiado. Ahora que han pasado unas horas, me doy cuenta de la gran obra de arte que no supe ver. Ahora, sobra Marc Anthony, ése que se dedique a cantar sus chorradas latinas y que no se acerque más a Scorsese. Y la traducción del título al español no podría ser peor, pero enos da una piedra, y ahora me van a freír un huevo que me han tirado a la cabeza
Hoy me encuentro un poco mal, indispuesto como se suele decir. Creo que el visionado de esta pedazo de película tiene la culpa, y ahí radica lo bueno y lo malo. Es una peli intensa...