La fuente del amor

La peli no está del todo mal, tiene algunas tonterías pero se deja ver. Con lo de algunas tonterías me refiero no ya al tema del hechizo de las monedas de la fuente y tal, sino especialmente a las gilipolleces que llegan a hacer los que quedan hechizados por ella y el comportamiento tan infantil y tonto que tienen. Pero bueno, al menos no aburre. En el caso de otras no las suelo decir, pero en ésta no sé por qué, tienes esa sensación de "ésto ya lo he visto mil veces" que te hace un poco perder el interés. Supongo que en otras eso se perdona porque de alguna manera son más entretenidas.

En esta película que transcurre en Italia Roma, me reí y me gustó mucho. Porque es una comedia divertida que además he visto dos veces, una en el cine con un amigo y otra en mi casa en DVD.
Y la verdad, me gustó. Es una película que la protagonista trabaja en una galería en New York, en Manhattan concretamente y que va a Italia, Roma en plan de vacaciones a la boda de su hermana y conoce a un chico, muy guapo, del que se enamora, porque es como ella.
Pero, cuándo termina la ceremonia y los novios se van de luna de miel, pareja que sólo aparecerá una vez en toda la película en su casa, haciendo pan en una escena algo erótica. Y se seguirá centrando en la hermana y ese chico que ha conocido. Que le ve al salir con otra, que ella no sabe que es su hermana. Y se meterá en la Fontana de Trevi haciendo una especie de conjuro, que todos los que han echado esta moneda, menos uno que es el verdadero amor de ella, se enamorarán perdidamente persiguiéndola por todos lados.

La verdad es que cuando decidí ver esta película ya me imaginaba lo que me iba a encontrar. Pero si soy sincero debo decir que al final ha sido peor de lo que esperaba.
No soy muy fan de las comedias románticas, pero de vez en cuando encuentro alguna que me llama la atención. Normalmente en general suelen ser bastante simples y no consiguen captar mi interés, pero en esta ocasión lo único que capta es las ganas de quemar la película que se está viendo.
La trama es típica, predecible y tremendamente aburrida. Una joven con una vida exitosa en Nueva York en lo que a lo laboral se refiere, no tiene suerte en el amor y solo busca un hombre que le quiera y así poder compartir su vida (hasta el momento una historia muy trillada). Su hermana se casa in extremis y celebra la boda en Roma. Durante la boda conoce al hombre de sus sueños pero un malentendido hace que cambie de opinión, y como venganza hacia él se mete en la fuente del amor y coge algunas monedas que lanzan los enamorados dentro de la fuente. A continuación los dueños de esas monedas se ven hechizados y solo quieren ser los novios de esta joven.
Como se puede ver la historia es para no verla, porque es ya de por sí una auténtica chorrada y uno intuye en todo momento lo que va a ocurrir. Aún así uno tiene la leve esperanza de poder encontrar alguna chispa, y alguna escena que sea cómica. Pero la verdad es que la chispa es totalmente inexistente, y las escenas cómicas son mínimas. Así que uno se encuentra ante un film con poco romanticismo y poca comedia; una comedia romántica sin sus dos pilares.
Con respecto a los actores pues poco puedo decir. No consiguen convencer ninguno; ni los protagonistas ni los secundarios. Kristen Bell y Josh Duhamel están totalmente perdidos en una historia sin sentido, y realizan un trabajo nada atrayente. Lo sorprendente es que actores de la talla de Danny DeVito, Anjelica Huston o Don Johnson se hayan inmiscuido en semejante proyecto que no hay por donde cogerlo. Sus talentos no destacan y sus trabajos son para olvidar.
En fin, "En la boda de mi hermana" es una película para olvidar urgentemente. Para quien no le guste este tipo de films que no la vea; y a quien le guste no se la recomiendo porque creo que se decepcionará igualmente. Una historia típica y llena de tópicos que no hay por donde cogerla.

Vergonzosa película en la que es difícil poder tratar con cierto cariño algún elemento. Puestos a hacer algo con ella, puede el espectador montar apuestas para dilucidar qué es lo peor. ¿Se trata del guion?, ¿la dirección?, ¿los actores?, la verdad es que yo le daría el premio a todos porque no hay nada que merezca salvarse en estas fallas.
No sé cómo ha podido pasar pero de este director ya he visto un trabajo, Ghost Rider, 2007; y aún así, después de aquel producto con el que Nicolas Cage comenzó a utilizar el cine para pagar sus deudas de hacienda, me he atrevido a volver a tropezar con la misma piedra.
Porque When in Rome es cine del malo con mayúsculas, en primer lugar porque el guion no deja títere con cabeza y se empeña en que los pobres actores hagan y digan una serie de estupideces tan banales que desgracian cualquier atisbo de cine.
Los actores son tan planos y mediocres que merece la pena ver la película para poder distinguir entre lo que es el oficio de actor y lo que estos señores se dedican a hacer.
Quizás la película tiene un aliciente y es pasarse un buen rato dilucidando por qué Danny DeVito y sobre todo Angelica Huston han elegido este guion.
Defiendo que para apreciar el buen cine hay que ver cosas como ésta, pero de verdad que es casi un sufrimiento.
Triste, sosa y sin chicha.

Reconozco que de vez en cuando me gusta ver películas románticas, sin tener que pensar mucho, pero sólo pido que sean mínimamente decentes. Esta que nos ocupa es mala y aburrida a más no poder, tanto que en algunos momentos me daban ganas de adelantar la película con el mando a distancia, para que terminara cuanto antes.

El argumento es ridículo y los diálogos sin ninguna gracia, gracia que tampoco tienen los cuatro personajes, entre ellos Danny DeVito, que adornan la película, supuestamente para hacerla divertida y que yo estaba deseando que desaparecieran.

Si te apetece alguna comedia romántica, por favor, elige otra. Si nos has visto Love Actually, para mí es la mejor, aunque tiene varios años.