Aladdín

Estupenda película. De los mejores clásicos de Disney de todos los tiempos. Qué pega tiene?? Pues que vista veinte años después, tras haber visto películas tan impresionantemente animadas como Cars, Nemo, Ratatouille, etc…, pues parace venida a menos.

Pero lo cierto es que todo está muy logrado, sin llegar a esa majestuosidad de ahora, tiene personajes entrañables y, sobre todo, cuenta con el para mi mejor personaje Disney de la historia: el Genio. Increíble!!! Te partirás de risa con él, te enamorará con su desparpajo, su locura. Se come la película el solito.

Además es de cuando Disney hacía sus películas y metía unas cuantas canciones cantadas por los personajes, pero en esta ocasión no son canciones aburridas, ñoñas, que estás deseando que pasen. Son una canciones preciosas y muy divertidas.

De las primeras películas que empezó a doblar gente famosa. En este caso es Josema Yuste de Martes y 13 quien presta su voz al genio, y doy fe que lo hace estupendamente.

Una de las mejores películas de Disney y uno de los clásicos más reivindicables de la animación. “Aladdin” no da elección al espectador, ni por su guión, ni por sus bellezas formales y técnicas en términos de animación. La historia está diseñada para la familia, pero no teme la oscuridad. La dirección y el ritmo son increíbles. Una gran película.

Por cosas de la vida he vuelto a ver esta obra. No me apetecía mucho pero unos pequeños a mi lado lo pedían y era la única forma de que estén quietos un rato.
Y maldita sea que tiene la misma magia y encanto de cuando la vi por primera vez.
Los personajes bien definidos, pocos y carismáticos. Da igual que sea el malo Jaffar, el mono, el loro o la alfombra.

Una historia entretenida, emocionante y que mezcla canciones inolvidables como "Un mundo ideal" o la gran "Príncipe Ali".
No soy precisamente fan de los musicales (excepto "Grase" y "Pesadilla antes de Navidad") pero las imágenes ayudan a que las canciones sean un personaje más de la historia.

Un gran clásico de Disney que merece mucho la pena una revisión.

«Aladdin» sí fue una película que vi de niña, así que hay que intentar por todos los medio que no nos pueda la nostalgia.

En este caso, «Aladdin» no necesita de recuerdos infantiles y sentimentales para ganarnos por completo. Es una película que funciona sin envejecer ni un ápice y se mantiene fresca y exótica, una leyenda narrada desde la ficticia Agrabah y que nos lleva por desiertos estrellados, palacios de ensueños, lámparas maravillosas y tesoros ocultos y protegidos por desconocidos entes. Esto sí es magia, esto sí es fantasía, esto sí es cine para niños. Y lo digo como un halago.

Antes, tal y como yo lo veo, el cine infantil y juvenil se consideraba una forma de llevar el mundo de la infancia al resto del mundo. Es decir, que se hacía para que un adulto volviera a ser niño y, por lo tanto, soñara, jugase, se ilusionara, fantaseara y, por qué no, también aprendiese, o recordara, mensajes y valores imperecederos. Ahora es al revés: la animación es para adultos y se hace para que los niños se hagan rápidamente mayores. Al menos es tal y como yo lo veo.

Así, «Aladdin» es toda una aventura de ritmo trepidante, super dinámica y altamente divertida que hará reír a pequeños y grandes a través de gags visuales e ingeniosos (no lo pretendía, pero nunca mejor dicho) del mono Abu o el Genio más genio de toda la galaxia, que nos vuelve locos, en el sentido más positivo y agradable del término, con su personalidad hiperactiva y su derroche de visualidad e imaginación. El doblaje de Josema Yuste, por cierto, es demasiado sensacional. A todo lo dicho, se añade un villano imponente con carismático y retorcido secuaz plumífero y una princesa Disney, Jasmín, de armas tomar que nos dejará yo creo que una de las secuencias más antológicas de Disney con ese momento seducción con coleta y grilletes; vamos, empoderada total.

Aún más, «Aladdin» nos enseña lo que no podemos olvidar, eso que ahora parece simple y nunca se dice porque ya son valores trasnochados: lo imperecedero de la nobleza de alma, la bondad, la lealtad, las promesas que hay que cumplir, el amor que hay que saber tratar, la humildad, el sacrificio... En fin, todo bueno. ¡Ah!, ¿y la banda sonora? Espectacular.

Lo único negativo en mi opinión son ciertas partes en la animación de los humanos menos pulidas, lo cual es una pena. Por lo demás, que nadie se la pierda.

Maravillosa película de la época dorada de los 90 de Disney, tras la impresionante "La bella y la bestia". Creo que debo de ser de las pocas personas que aún no había visto esta delicia de película, y es que este fin de semana ha sido dedicado en casa a Disney, la gran fábrica de sueños, la gran productora que nos ha dejado para siempre pedazos de obras maestras y de pequeñas joyas con las que poder disfrutar cada cierto tiempo. "Aladdin" me ha parecido una película nada cursi, al contrario, muy divertida, me ha hecho sonreír en más de una ocasión, con un protagonista principal encantador como es ese ladronzuelo que se las sabe todas, inspirado en el físico de actores como el entrañable Michael J. Fox o el atractivo Tom Cruise. Le acompaña una princesa Jasmine preciosa y con carácter, inspirada en el físico de la guapa Jennifer Connelly. Con esta película, Disney empezó a utilizar a actores conocidos para poner voz a algunos de sus personajes y aquí crearon al divertido genio de la lámpara a imagen y semejanza del cómico Robin Williams, quién no desaprovechó la oportunidad que se le daba para poner su personalidad al servicio del personaje y tengo que decir que si podéis ver la película en versión original, no lo lamentaréis, son impresionantes los registros de voces que este actor le aporta al genio. La banda sonora es otro de los puntos fuertes de la película, pienso que es totalmente merecido el oscar que le dieron por la canción que da título a mi crítica.