Durante la tormenta

Una tormenta eléctrica, un agujero de gusano, un televisor con antena, un matadero.

Si Nacho Vigalondo abrió la puerta al cine español de viajes en el tiempo con “Los cronocrímenes”, una película ingeniosa de bajo presupuesto, “Durante la tormenta” arriesga en la misma temática pero con justo lo contrario: un presupuesto elevado, muchos personajes, una amalgama de géneros y un metraje alargado. Y pierde.

Hasta “Sin fin”, con todos sus defectos, tiene un acabado más redondo y creíble que “Durante la tormenta”.

¿El problema principal? Sorpresa: el guion.

A partir de una premisa inspirada en “Frequency”, “Donny Darko” o “La casa del lago”, Oriol Paulo configura un drama romántico de ciencia ficción y policíaco que te va a plantear un montón de interrogantes… ¿Por qué el inspector (Chino Darín) habla casi todo el rato como si estuviera leyendo en voz baja? ¿Por qué se oyen risas en la sala cuando se hacen las explicaciones sobre los viajes en el tiempo? ¿Por qué se disfraza de gran “sorpresa” final lo que era evidente desde el minuto 1? ¿Por qué vuelven a oírse risas en el interminable clímax final? Hay demasiadas cosas que no funcionan, entre ellas la mezcla de géneros, y tampoco ayuda el efectismo de medio pelo en el que cae reiteradamente el director.

La parte de thriller aprueba, pero la de ciencia ficción satisfará únicamente a los neófitos en el género y la romántica es apta solo para fans del melodrama.

La frase: «Si no tienes hijos, tienes tiempo para ser el mejor.» Gran moraleja, sí señor.
El personaje: los de Javier Gutiérrez y Nora Navas, porque están en la trama más interesante y dicen más con menos palabras.
La escena para el recuerdo: padre, madre, hijo, espíritu santo y motosierra.

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Quién diga que actualmente no se hace buen cine español es porque no ha pisado una sala de cine en mucho tiempo. Con "Durante la tormenta" tenemos una buena prueba de que sí se hace y a mucha honra. Estamos ante un muy buen thriller dramático y de ciencia ficción que está dirigido por Oriol Paulo (Contratiempo (2016) con Mario Casas y Ana Wagener en los principales protagonistas, y El cuerpo (2012) con Hugo Silva, José Coronado y Belén Rueda en el reparto), y cuyo guión está escrito por Lara Sendim (El cuerpo) y el propio Oriol. El reparto está encabezado por Adriana Ugarte (Palmeras en la nieve), a la que le acompañan, entre otros, Chino Darín (El ángel), Javier Gutiérrez (Campeones) y Nora Navas (Ola de crímenes). El realizador recupera a dos actrices que actuaron en dos de sus anteriores films como son Ana Wagener y Belén Rueda. Por suerte, esta vez a Belén no le toca ser la que sufre ni es la protagonista.
Cuando pude ver en su momento el tráiler, y leí la sinopsis, me vino a la memoria la película Frequency (200) dirigida por el veterano Gregory Hoblit, que está protagonizada por Dennis Quaid y Jim Caviezel. No están hechas con el mismo patrón, pero comparten cosas parecidas entre ellas. Y quién haya tenido la oportunidad de ver la de Hoblit y la de Paulo, tal vez estará de acuerdo conmigo. Me encanta el tema de los viajes en el tiempo, los viajes temporales y aquí está muy bien explicado, con un buen guión que consigue plasmarse en la gran pantalla de manera sobresaliente. Sí, Oriol Paulo no tendrá una gran filmografía, pero ha logrado una obra maestra. Así de claro.
Todo el reparto está sensacional, pero es que Adriana Ugarte está espléndida, en un personaje muy bien elaborado y que consigue hacer suyo y muy creíble. Durante los casi 130 minutos de metraje (que se pasan volando, por cierto) sufres por y con ella, dado que parece que esté dentro de una gran pesadilla de la que cueste despertar. Y es que, de estar felizmente casada y con una hija, para de la noche a la mañana pegar tu vida un cambio brutal, esto asusta y mucho. Entiendo las reacciones que va teniendo, y todas las sorpresas que va recibiendo, durante toda la cinta. Y nosotros, el público, o yo como espectador mayormente, también se nos va sorprendiendo por el camino.
Y sí, por supuesto, la trama te mantiene en vilo lo que dura el metraje y no llega a aburrir, un caso parecido al film, del que he hablado más arriba, titulado Frequency. No sé si el propio Oriol sabía su argumento, pero casi diría que bebe mucho de ella, pero el director catalán ha conseguido hacerla llegar a un mejor puerto que a la cinta norteamericana de principios de siglo. Me quito el sombrero ante esta obra sobresaliente del séptimo arte. Sí, señoras y señores, se hace muy buen cine español. He aquí una prueba de ello. Mi nota final es de 10.

Lo que destaca en la corta filmografía de Oriol Paulo (El Cuerpo, Contratiempo) es la exacta meticulosidad y precisión con la que están dirigidas todas sus obras. Además, hay que reconocer la impronta personal que da a sus filmes, con una estética sobria y fría, esto último quizás es más debido al filtro azul - ocre con el que remata el montaje final de sus películas. Películas que están también guionizadas por él mismo y que tienen el punto fuerte de estar bien hiladas. Son un ejercicio de thriller español que merecen la pena, a pesar de que sean un tanto frías y algo automáticas.
En Durante la Tormenta, Paulo quiere darle más humanismo a sus personajes, e introduce el valor de una madre coraje bastante bien interpretada por Adriana Ugarte (Julieta) a la que el público sigue con mucho interés durante la cinta. Alrededor de ella, giran el resto de personajes como Chino Darín (Las Leyes de la Termodinámica), Álvaro Morte (La Casa de Papel) o el siempre genial Javier Gutiérrez (La Isla Mínima).
Nos encontramos ante una cinta bien realizada, enrevesada (aunque sin llegar a marear) y de hipnótica visualización.

Fuí al cine sin apenas saber de la trama, sólo leí la sinopsis y ya está, ningún tráiler ni nada.
Salí de la sala con la sensación de que acababa de ver un peliculón, la entrada estuvo amortizada completamente.
Como quiero que vayáis a verla sabiendo poco o nada, no desvelaré absolutamente nada, sólo os transmito mis sentimientos al verla.
Desde el comienzo me atrapó y no me soltó hasta el final, vamos lo que se dice que estuve enganchado a la trama. En un segundo visionado me daré cuenta de detalles que seguramente se me habrán escapado.
En cuanto a las actuaciones, están bastante bien, destacando la protagonista, Adriana Ugarte. La fotografía muy bien y la BSO no es que sea estupenda pero acompaña bien al film.
Tras acabar la película me dí cuenta que el director es el mismo de Contratiempo y El Cuerpo, otros dos peliculones que si aún no las habéis visto, ya estáis tardando. Así que a Oriol Paulo lo voy a tener que tener muy en cuenta en futuros proyectos porque sólo lleva 3 películas y vaya 3 que ha hecho.
En definitiva, os la recomiendo plenamente, estoy convencido de que os gustará.

Para finalizar, deciros que si queréis ver críticas de cine con toques de humor, entrar en una página de vídeo cuyo nombre no puedo decir por aquí pero se intuye y visitar mi canal (se llama igual que mi nick).
Nos vemos en otra crítica. Un saludo.

Si Oriol Paulo ya me irritó en su anterior y mediocre película (inexplicable su exitazo en China, no lo entiendo) CONTRATIEMPO, si fue capaz de indignarme (no se puede tratar al espectador como a un bobo al que se le engaña y se le explica qué va pasando en la trama) en su ya algo lejana y penosa EL CUERPO, en esta especie de Frankenstein cinematográfico logra algo que antes no había conseguido: el peor casting de todos los tiempos. Es incluso capaz de que el casi infalible y multipremiado Javier Gutiérrez haga el ridículo con un peluquín imposible; logra que la mueca casi perenne con la que se muestra Ugarte durante toda la película resulte patética o que Francesc Orella, un secundario de lujo, o la gran Nora Navas resulten anodinos. Se salva el niño protagonista, muy bueno el chaval Julio Bohigas-Couto, y las escasas apariciones, al final, de Wagener, siempre en su sitio.
Por lo demás, la música es irritante, plana; la trama es inverosímil; los diálogos penosos. Sí hay que valorarle a Oriol Paulo su cinefília, aunque aquí se le va la mano y mezcla los viajes en el tiempo tipo REGRESO AL FUTURO con el suspense de ultratumba de VÉRTIGO, un poquito de RECUERDA y alguna escena casi copiada a ABRE LOS OJOS. En fin, no siempre el cine español de género va a triunfar. Entre regular y mala, simplemente.