Enamorándome de mi ex

Simpática comedia romántica sobre la soledad de una divorciada a una edad madura, en un ámbito social de clase alta. Una trama de enredo no demasiado compleja, adornada con varios gags divertidos (especialmente el del ordenador) que funciona por la calidad y el prestigio de sus actores, fundamentalmente Meryl Streep y Alec Baldwin.

Nancy Meyers ha sabido rodearse de unos secundarios competentes como John Krasinski, el yerno gracioso, o las amigas de Streep, entre ellas rita Wilson (esposa de Tom Hanks).
Personalmente creo que, aparte de la todo-terreno Meryl Streep (de nuevo candidata a los Globos de Oro, por 25ª vez; ha ganado ya 6), sorprende Alec Baldwin, muy creíble. Sigue teniendo una gran presencia, aunque está claro que le favorecen los primeros planos.

El guión, de la propia Nancy Meyers, se adentra en los vaivenes emocionales de Jane (Streep) cuando comienza un affaire con su ex-marido (Baldwin), del que lleva 10 años divorciada, quien está casado con una morena explosiva (Lake Bell).
El tercero en discordia es el arquitecto que lleva a cabo el proyecto de remodelar la cocina de Jane (Steve Martin), también divorciado y que se siente atraído por ella.

Jugando con este triángulo y propiciando encuentros y desencuentros, Meyers se adentra en los recovecos del corazón de una atractiva madura de cincuenta y tantos, sabiendo gestionar correctamente los recursos y los tiempos, dando como resultado una eficaz y entretenida comedia de gente adulta que sin unas grandes pretensiones, ha alcanzado una excelsa recompensa, que el tiempo dirá si es o no merecida (candidata a 3 Globos de Oro en mejor película comedia o musical, mejor actriz comedia o musical y mejor guión).

El espectador un poquito avispado sabe de antemano que ésta es una película sin una pizca de originalidad. Siguen agotando nuestra paciencia con amores de la tercera edad y nos lo quieren vender como el colmo del salero y la genialidad, utilizando el antiquísimo recurso de colocar unas viejas glorias de Hollywood para especular con nuestro corazón nostálgico. No está mal que hagan éso. Lo que sí está pésimo es que a veces se confían en los actores como columna vertebral de un film y desatienden otros aspéctos que son fundamentales. Y ésto es nada menos que el guión, que en este caso es endeble y soso y totalmente falto de gracia. Veteranos que se divorciaron y que después de unos añitos la chispa vuelve a prenderse, y ahí comienzan los enredos de una comedia que ní siquiera llega a ser amable. Meryl Streep aporta su oficio con donaire y distinción. Alec Baldwin muestra su espantosa decadencia, interpretando a un galán maduro que no calienta ni a un convicto. De Steve Martin sólo puedo acotar que sigue siendo uno de los personajes más repulsivos que nos a dado la industria. En síntesis, un film aburrido que no tiene gancho ni graciosidad. Totalmente olvidable.

Según los últimos estudios científicos realizados al respecto, el hombre de neanderthal se extinguió de la faz de la tierra hace aproximadamente unos 30.000 años. Con lo que no contaban todo este grupo de historiadores y arqueólogos es que, alguien tan presuntamente alejado de su campo de investigación, como es la cineasta Nancy Meyers, conseguiría desmontar todas sus teorías y articular un discurso antropológico que viene a demostrar que, en realidad, la forma de vida neanderthal que se extinguió fue sólo la parte correspondiente al género femenino. Así es, el homo neanderthalis sigue entre nosotros, presente, vivito y coleando, con sus correspondientes características inmutables a lo largo de los tiempos.

Ritos y costumbres basados en su habitual falta de inteligencia emocional, compensada por su destreza en el uso de la explotación de sus habilidades en la caza. Todos sabemos que el hombre tiene como instinto primario la caza como forma de supervivencia. Un instinto que traspolado a sus relaciones sociales se manifiesta en forma de tendencia a buscar el máximo número de mujeres jóvenes para esparcir su semilla y dignificar su posición de macho alfa. Todo ello contrapuesto, por supuesto, a la evolución intelectual de la mujer que le permite estar varios eslabones por encima tanto en sentido como en sensibilidad. Mujer sin embargo que a pesar de su manifiesta superioridad siempre acaba cayendo en las garras del malvado espécimen masculino de turno.

Esto es a grandes rasgos lo que el film de la Meyers nos ofrece, un catálogo de tópicos sobre un feminismo malentendido, basado como siempre en el retrato de parejas donde, a pesar de querer ponerle un matiz de simpatía, el hombre (interpretado por un brillante Alec Baldwin) no deja de ser ese individuo egoísta, incapaz de racionalizar sus impulsos, preferentemente sexuales, y que siempre demasiado tarde se da cuenta de sus errores. En contrapartida tenemos a esa mujer despechada, con los rasgos esta vez de la insufrible Meryl Streep, triunfante en su vida profesional pero incapaz de resistir las tentaciones masculinas debido a su frustrada vida sentimental. No podía faltar, como no, el tercer vértice del triangulo, un Steve Martin descontrolado, que nos da esa versión del hombre bueno aplastado por sus propios congéneres por su presunta debilidad, a la vez que ignorado por las mujeres por ser demasiado bueno.(sigue en spoiler)

En la crítica que publiqué justo antes de esta, presentaba al respetable público filmaffinitero a mi difunta madre. Para más detalles, véase la reseña de "Up in the air", que no me quiero hacer pesado.

En ella venía a decir que a mi madre le gustaban las pelis sencillas, amables, que se entiendan, que acabasen tirando a bien y con bonitos paisajes y/o interiores lujosos. Con actores solventes, que hicieran su trabajo con esa aparente sencillez que da la maestría en su oficio, y que hablasen en cristiano.

Pues salvo en esta última característica, que soy carne de V.O., yo voy prefiriendo lo mismo, y esta película cumple con creces lo que se propone. Hay que ver, con lo que he renegado yo de Meryl Streep, y ahora no me pierdo (casi) ninguna de sus pelis, porque hasta en "Mamma Mía" me hizo gracia esa desfachatez, ese saber amoldar su personalidad a lo que le pida el papel. Por cierto, la propia Meryl está acabando como mi madre: ella no quiere complicaciones, ni llorar en sus pelis, que ya ha gastado suficiente lacrimal, y bien que hace, la mujer.

Y si de propina, hasta hace que Alec Baldwin le dé una réplica convincente, miel sobre hojuelas.

Me encanta Nancy Meyers y Meryl Streep, así que cuando me enteré de que iban a colaborar juntas, no dudé en ir a ver la película. Y no me arrepiento en absoluto.

Divertida, tierna, llevada con buen gusto sin recurrir al "caca pedo culo pis" y muy entretenida, "No es tan fácil" nos muestra como a pesar de ser un adulto, la pasión y las dudas no desaparecen en ciertos momentos de la vida.

Meryl está increíble, Steve correcto y con Alec te partes de risa. A pesar de su peso, el tío nos enseña que no tiene ningún tipo de complejo (ole sus...en fin, sus narices).

A pesar de que la historia es sencilla, está bien llevada y no se hace aburrida en ningún momento.

Muy recomendable si se busca pasar un rato agradable y con una Streep más guapa que nunca (incluso más que de joven...¿cómo lo hace esta mujer?)

Saludos.