Criando malvas (Serie de TV)

Lo mejor de Pushing Daisies es su superficialidad (en el buen sentido), me explico, su realización, su colorismo, su extravagancia, sus personajes. Lo peor de Pushing Daisies es que se queda ahí y las historias quedan en segundo plano, quizás obligadas por la consabida huelga de guionistas que ha dejado en 11 capítulos la primera temporada.

Lo malo es que no apuesta decididamente por ser comedia y se queda a medias. Lo malo es que no apuesta por ser un drama, y se queda a medias. Y aún así, sostiene su calidad en la precisión de la descripción de los personajes y en los actores que lo soportan. Una propuesta diferente.

Pushing Daisies (Criando Malvas) cuenta la historia de un pastelero que tiene el poder de revivir a los muertos con sólo tocarlos pero vuelven a morir si los vuelve a tocar.

El estilo visual recuerda mucho al estilo de Amelie mezclado con algo del Tim Burton de Big Fish, es una delicia para los ojos, algo que nunca había visto en una serie, se agradece un poco de innovación, que últimamente parece que andamos algo escasos de ideas nuevas en el mundo del cine aunque el de las series está creciendo cada vez más.

Hay capítulos realmente hermosos, como cuentos de hadas de menos de una hora, son tramas que se alejan de la realidad pero nos transportan a un mundo de semifantasía con un toque de humor negro mezclado con romanticismo.

La primera temporada terminó con 9 capítulos en lugar de los 22 que debía haber tenido por la huelga de guionistas. La segunda temporada se está emitiendo ahora y parece ser que el capítulo 13 pondrá fin a la serie, una verdadera pena.

"Si me amaras,y no pudiéramos tocarnos jamás, te acabarías cansando algún día y le dejarías a alguna otra chica una pequeña puerta abierta?
-Si te amara?
-Si...
-Te amaría fuera como fuera, y si no pudiera tocarte lograría sacar fuerzas de tu belleza y si no pudiera verte, lograría llenar mi corazón con el sonido de tu voz y de tus pensamientos, hasta que la chispa de mi amor por ti iluminara la oscura noche de mi alma..."

231/04(11/09/10) Delicioso cuento de hadas, una fabula contemporánea inspirada en la estética salida de la mente de Tim Burton, sobre todo de la gran ‘Big Fish’, así como bebe de la gala testa de Jeunet por ‘Amelie’. Un verdadera lástima que solo estuviera en pantalla dos escasísimas temporadas, los telespectadores una vez más han ejercido de injustos jueces, unos jueces que son capaces de sostener mil y un realitys ‘estercoleros’ shows, y cuando llega una maravilla única como está la trituran, penoso. La serie es una explosión de colores transmisores de optimismo, un chute de estética visual naif que nos inyecta la alegría de vivir, no en vano, uno de sus creadores es Barry Sonnenfeld, el fotógrafo habitual en las primeras cintas de los hermanos Coen y de esto él sabe mucho. El argumento gira en torno a Ned (magnifico Lee Pace) que de niño descubre por azar que posee un Don, al tocar un cadáver este vuelve a la vida, con un segundo toque este vuelve a la muerte, pero si tarda más de un minuto en tocarlo otra persona en el entorno morirá. Diez años después Ned regenta una pastelería, el ‘Pie Hole’, allí tiene una camarera, Olive Snook (entrañable Kristin Chenoweth), que está enamorada secretamente de Ned, por accidente descubre su Don ante Emerson Cod (excelente Chi McBride), un detective privado que se asocia con él para resolver casos de asesinato, en uno de estos Ned da la vida a Charlotte (encantadora Anna Friel), su antiguo amor de la niñez y decide no volver a tocarla, por lo que lo suyo se convierte en un amor surrealista, están enamorados, viven juntos, trabajan juntos, duermen juntos, pero no pueden tocarse, es una historia de amor maldita. Como ya he dicho el punto fuerte de este producto es su llamativa puesta en escena, una dulcísima banda sonora de James Dooley, con una omnipresente voz en off que imprime al relato un aura de estar oyendo un cuento para niños, los episodios están surcados por retazos de flash-backs en los que los personajes dejan traslucir sus fantasmas interiores del pasado que influyen en el presente. La serie tiene un arranque colosal, donde vamos descubriendo a unos entrañables personajes, con los que empatizamos rápidamente, mientras van resolviendo crímenes, pero a medida que avanzan los capítulos la producción se atranca, quizás debido a la huelga de guionistas que se produjo en su 1ª temporada, y es que cuando en la historia gana peso la trama detectivesca el poder de enganche disminue y se atasca, ya en la 2ª temporada cuando de nuevo se centran en las vidas de los disfuncionales personajes protagonistas la serie vuelve a tomar una fuerza magnífica y cuando de nuevo el rumbo es el bueno, zás, se acaba, triste. Veamos el lado positivo, lo bueno si breve dos veces bueno, un cuento de hadas recomendable a TODOS. Fuerza y honor!!!

Una serie para desconectar de la realidad, llena de colorido, una trama amena y ligera, con una bonita y singular historia de amor y unos personajes tiernos y amables.

Lo peor es que la serie fue cancelada.

Divertida, sorprendente y en ocasiones hasta un poco triste, muchas historias alrededor de una central llena amor. Olive Snook es el descubrimiento de esta serie, sin duda el personaje más carismático.