El joven Wallander (Serie de TV)

Desde Noruega nos llega este nuevo thriller policíaco de 6 episodios que expande el mundo del personaje creado en 1991 por el escritor sueco Henning Mankell y que ha dado tantas buenas adaptaciones a la pequeña pantalla. Hasta la fecha, en las dos versiones previas para televisión, siempre habíamos visto al personaje en plena madurez y poco sabíamos de su juventud. Ahora en esta nueva serie, que presuntamente tendrá más temporadas debido a su abierto final, asistimos a los primeros pasos de Kurt en la policía sueca y su primer caso que tendrá una gran resonancia en su vida personal. La serie tiene todos los componentes que ha hecho grande a la novela negra escandinava y aunque no siempre consigue evitar los lugares comunes y los tópicos propios del género se las apaña para ser original e ir más allá de lo visto en pasadas adaptaciones. Cabe destacar el enérgico ritmo de la propuesta y sus cliffhangers al final de cada episodio que mantienen la atención del espectador y nos hace desear ver el siguiente episodio. El reparto es más que correcto y Adam Palsson (Wallander) otorga una buena interpretación de un personaje complejo. Aun así "El joven Wallander" se queda lejos de otras series nórdicas como "El puente" o de otros noirs recientes como Mindhunter. Aquí nos encontramos con un producto más sencillo y a pesar de una historia con puntos de interés y de cierta resonancia actual, unos diálogos a veces pobres no benefician a la trama. A pesar de ser muy diferente en su planteamiento a las pasadas adaptaciones, donde se establecía un ritmo más pausado y el personaje era mucho más oscuro, esta nueva versión se queda por debajo del Wallander de BBC protagonizada por Kenneth Brannah.

En conclusión, "El joven Wallander", es una serie muy entretenida y en términos generales satisfactoria. No pasará a la historia pero es muy recomendable para los fans del policíaco.

*El primer caso del detective creado por Henning Mankell

Kurt Wallander es un personaje creado por el escritor sueco Henning Mankell. Se le considera una especie de alter ego del propio novelista, al compartir con él varios rasgos de su personalidad. Es un inspector de policía de la ciudad sueca de Ystad, cerca de Malmö, y aparece en una serie de novelas, algunas de ellas ya adaptadas al cine y la televisión.

Por ejemplo, existe una serie sueca llamada Wallander, donde el personaje fue interpretado por Krister Henriksson, y una británica de igual título donde fue encarnado por Kenneth Branagh. En cine, le puso cara Rolf Lassgård, pero todas ellas siempre eran adaptaciones con el personaje ya adulto. Mientras que en El joven Wallander se nos invita a conocer los inicios del personaje, en la época en que entra a formar parte de la policía y le toca investigar su primer caso. Wallander tiene aquí el rostro de Adam Pålsson, que cumple con su cometido, pero sin hacer sombra a alguno de sus antecesores.

El joven Wallander es un policíaco clásico, menos oscuro que el noir escandinavo habitual, pero igualmente fatalista y con algunos elementos que la hacen bastante interesante. Resultará curiosa para los completistas del personaje ver sus inicios y como conoce a la que será su ex mujer, Mona (Ellise Chappell), pero se echa en falta una mayor complejidad psicológica que se entiende irá ganando con el paso de los años.

*Una investigación policial en un interesante contexto social

La primera temporada de El joven Wallander es bastante entretenida, pero no resulta todo lo fascinante que podría haber sido. Hay demasiadas cosas que resultan forzadas, algunos giros se ven venir de lejos y otros no terminan funcionando. Pero, en general, la serie está bien construida, tiene un inicio suficientemente potente para engancharte y luego algunos cliffhangers al final de los episodios que te invitan a continuar.

Son esos primeros momentos los mejores. Es cuando la serie transita por una investigación compleja con varias ramificaciones, dentro de un contexto social y racial. Por desgracia, poco a poco, la trama se enmaraña solo con la intención de despistar al espectador, pero todo acaba siendo bastante más convencional de lo propuesto en ese inicio.

El joven Wallander está dirigida con buen ritmo y tiene una estética bastante cuidada. El final queda abierto para darle continuidad con nuevas temporadas. El juego de la construcción psicológica del personaje puede ser entonces mucho más emocionante.

*Conclusión

El joven Wallander es una serie creada por Ben Harris, sobre los primeros años como policía de Kurt Wallander, personaje de ficción que protagoniza diversas novelas de Henning Mankell. Sin embargo, es una precuela anacrónica, ya que sucede en la época actual y está dialogada en inglés pese a suceder en Suecia. Eso le permite conectar con una sociedad en pleno conflicto racial, con el problema de la inmigración ilegal en Europa, unido al ascenso de la extrema derecha. Ese contexto tan actual es lo más interesante de la serie, así como los nexos que parecen existir con la investigación en curso de un brutal asesinato.

El joven Wallander puede ser vista tanto por los seguidores del personaje como por los que nunca han leído ninguna de las novelas ni visto sus adaptaciones. Los primeros encontrarán algunos guiños, como la aparición del personaje de Mona o las referencias a la ópera. Por otro lado, pueden echar en falta la mayor complejidad y oscuridad que tiene la psicología de un Wallander adulto. Los neofitos se toparán con un policíaco realizado de forma correcta, con un ritmo ágil y algunos buenos giros, que funciona gracias a su corta duración y deja abierta la puerta para seguir explorando el universo del personaje en nuevas entregas.

Escrito por Daniel Farriol

He decidido ver esta serie sin ninguna expectación previa y sin haber visto ninguna de las series anteriores de Wallander y la verdad es que me ha parecido entretenida.

No aporta nada nuevo al genero pero se deja ver, personajes correctos, guión correcto, buena ambientación y un ritmo que te hace ver cada episodio sin pausas.

Sin ser una gran serie, está bastante por encima de la mayoría de series que ha estrenado Netflix en las últimas semanas.

La serie es un chicle muuuy largo que al segundo capítulo se queda sin sabor. Actores chulitos, tanto policías como traficantes, con un postureo insoportable. El protagonista aparece encajado porque el guión no da para más. Hay escenas ridículas como la paliza del traficante al policía protagonista en una discoteca y que después aparece tirado en un descampado. Y no pasa nada. O ese comadreo entre poli y traficante en plan amigos, hermanos o colegas. O esas heridas en la cara que desaparecen en 3 días y que para curarlas tengas que quitarte la camiseta para echarte novia. Y el capítulo final es de traca. Te quedas con cara de que te han tomado el pelo durante casi 6 horas. Totalmente prescindible.

El joven agente de policía Kurt Wallander vive en una barrio pobre de inmigrantes en Malmö (Suecia). A los pocos minutos de iniciado el capítulo es testigo de una crimen que conmociona el barrio y que lleva a que sea promocionado a detective para participar en la investigación del caso.
Últimamente se está repitiendo el recurso de las "precuelas" sobre personajes famosos, (Perry Mason, Freud, la inminente Ratched), tomados como franquicias para enganchar a sus audiencias con sus protagonistas, cuando en realidad podrían ser protagonizados por seres ignotos sin cambiar demasiado o nada su sustancia.

En este caso le tocó al detective Wallander del escritor Henning Mankell, protagonista de más de una decena de sus novelas y de varias adaptaciones televisivas y cinematográficas.

La serie se encarga de introducir ciertas elementos sociopolíticos que aparecen frecuentemente en la obra del autor: la inmigración, los refugiados, los movimientos de extrema derecha, grandes millonarios, y por lo menos tres de su historia personal, aunque curiosamente ubica a su protagonista en la actualidad.

El joven Wallander (a cargo del actor sueco Adam Palsson) es bello (lo vemos con el torso desnudo varias veces), inexperto (mete la pata), honesto, socialmente sensible, afectuoso, arrojado e incisivo. Es una adecuada primera aproximación a un personaje en formación y francamente no entiendo las críticas que le exigen la profundidad de un personaje maduro y acabado a uno que por definición no lo es. Está lograda también la química con su jefe y su compañera, a cargo de buenos trabajos de los británicos Richard Dillane y Leanne Best.

La historia va evolucionando de modo lineal y clásico, ahorrándonos los laberintos temporales que están tan de moda y la voces en off, y es relatada desde el punto de vista de Wallander. Es amena, bien fotografiada, no nos tortura con complejidades innecesarias ni (demasiadas) pistas falsas y nos engancha inmediatamente y hasta el final.

En resumen, un policial efectivo y breve, digna introducción al detective sueco Wallander, con un protagonista que genera empatía, con interesantes e incipientes ingredientes sociales, políticos y corporativos, buenos cliffhangers, un refrescante clasicismo y... hablado en inglés.