The Burrowers

Huelga decir que en esta ocasión no fue para reírse del espectador, sino más bien para alejar el recurso fácil, el giro indisimulado o el estiramiento insustancial de una conclusión que no lo necesitaba, que nos deja precisamente en su punto álgido, su clímax, sin precisar explicaciones de ninguna clase y obviando el hecho que ningún tipo de conflicto deba ser solucionado sólo porque sea mejor de cara a la galería. Y es que, ante todo, hay que aplaudir a J.T. Petty por escoger una opción tan discordante y poco placentera para dar fin a un film que concluye cuando más lo necesitaba, y cada vez que recuerdo esos últimos instantes donde el estadounidense decide ventilarse la historia con ese trazo, con esos santos cojones (porque no me queda otra que hablar en plata), no tengo otra que aplaudir y volver a pensar que hay que ser valiente para tomar una determinación así a día de hoy, más si hablamos de una película de terror.

"The Burrowers", propuesta que adquiere mayor envergadura durante su tramo final, se inicia como una búsqueda, de aquellas que rememoran el viejo oeste con detalle y precisión, porque lejos de parecer que de un tipo que dirigió en su día "Mimic 3" no se podría sacar gran cosa, aquí lleva una historia con poso, con las formas adecuadas y con un estilo que muchos querrían para sí mismos, sumergiéndonos en una de las típicas batidas que se daban en tiempos pretéritos para dar caza, por lo general, a indios o animales feroces, desembocando aquí en una caza hacía algo desconocido, algo que se conserva tan bien bajo los ejes del film, que funciona con tanta eficacia cada vez que aparece en pantalla, de lo que se dan unas explicaciones tan precisas (que por una vez no parecen innecesarias) en cuanto sale a la luz todo lo acontecido, que al final termina pareciendo más temible que cualquier arquetípico psychokiller o monstruito construido a base de FX de esos que se nos presentan a las primeras de cambio.

Tras un tramo bastante logrado, donde no sobran algunos personajes de los de siempre, pero tampoco se escatima en interesantes detalles, Petty ofrece lo mejor de "The Burrowers" en unos minutos en los que lo obvio, lo típico, el personaje salvador en el último instante o los héroes de turno desaparecen de un zarpazo, porque en su última cinta, la inteligencia prima ante todo, y pese a haber tenido que esperar para ver una secuencia como la de su desenlace, al final observas como el viaje, no sólo ha merecido la pena, sino ha sido culminado de una forma brillante, con aspereza, con perspicacia, con entereza y con un montón de virtudes que se echan en falta en tan trillado género hoy en día, que no queda otra que aplaudir, y enterrar los prejuicios que podrían haber hecho de ésta otra más, cuando en realidad no es así.

"The Burrowers" es una de las mejores películas de terror que se han hecho en los últimos años. Con una dirección correcta, un guión típico pero muy bien maquillado y unos actores que se alejan de las habituales producciones de este tipo, te sumergirás en una historia densa y sobre todo dura.

Su único problema será el rechazo inicial todos los que han mamado los westerns de John Ford, Sam Peckinpah, Leone, Howard Hawks o Edward Dmytryk. Ocurre porque nos encontramos ante un auténtico western, no son un grupo de paletos de texas con caballos en mitad de un filme de terror, es un auténtico western, por lo que todos los amantes del género se sentirán insultados al verlo mezclado con el infravalorado terror. Pues amigos, ya iba siendo hora porque ni la comedia, ni la acción, ni el drama, ni el musical, etc se han librado de compartir cuota de pantalla con el terror.

La tachan algunos de tener un ritmo narrativo lento, ¡pero joder!, que western no es así. Quizá, nos tengan demasiado acostumbrados, en el género de terror, a mucha intensidad aunque sea a base de matar por matar y sin cuidar la dirección ni la historia. En este filme, todo se hace paso a paso pero con buena letra, hasta llegar a un final que te dejará roto.

El mejor acercamiento a la mezcla western-terror desde que vi la maravillosa "Ravenous", si os parece interesante o pasable "The burrowers" tendréis un orgasmo con ésta.

Ante todo, el film debe ser juzgado en su justa medida. Es una serie B sin pretensiones, al menos aparentemente, y precisamente por eso puede llegar a resultar sugerente. Una combinación de western y cine de terror o fantástico. Fórmula que recientemente ya había sido explorada en la, para mí, fallida Ravenous. Hasta aquí las similitudes que pudiera haber en ambos filmes. Pues si bien la ambientación está logradísima en las dos, The Burrowers ofrece como uno de sus atractivos una representación hipe realista y naturalista de la época y del lugar. En cambio, Ravenous optaba por el relato irónico a la par que humorístico como ingredientes a sumar a la fórmula inicial (Western + Terror/Fantástico). Centrándonos ya en The Burrowers, ésta parte de un argumento muy similar al de Centauros del Desierto, prescindiendo de algún "homenaje" o referencia concreta (como la de la ceguera en el más allá). Poco o nada original en la propuesta argumental no así en la forma como es relatada y expuesta la misma. La película consigue soslayar la poca entidad de los "villanos" causantes de la desaparición de las mujeres a las que busca el grupo perseguidor, describiendo un salvaje Oeste con un realismo pocas veces visto en el Western. Una de las bazas del film es justamente el contraste entre la parte fantástica y la realista, siendo ésta última la que consigue llevar el peso y el interés de la historia. A pesar de descubrirse pronto el misterio del asalto a los ranchos se mantiene el interés del film por la incógnita, no del desenlace sino, por qué es lo que puede ocurrir en la siguiente escena. Recuerda esto una máxima de Hitchcock para crear el suspense. Es más inquietante que el espectador sepa más que los personajes que no al revés. Todo ello gracias a subvertir algunas de las constantes por las que navega el cine más trillado. Como la pronta desaparición de personajes que usualmente tardan más en caer. Además de destacar la gran ambientación y atmósfera que consigue Petty, la coherencia y buenos diálogos del guión son otro de sus fuertes. Especialmente por lo que se refiere a las sutiles pinceladas humorísticas que jalonan dichos diálogos y que en nada suponen romper el clima de tensión del film. Como puntos débiles de la película cabe señalar a parte de la poca entidad de la trama argumental y de los "madrigueros" cierto exceso de oscuridad en algunas escenas y secuencias. Perdonable por la presumible falta de presupuesto. También, hay que señalar el riesgo de moraleja o mensaje ecologista fácil que se podría desprender de la trama. Riesgo salvado por el que poco hincapié hecho por el director y guionista así como por el tono áspero y seco de toda la película. Rudeza, sequedad y aspereza que llegan a su punto álgido con el abrupto final con el que concluye el film.

Monster movie ambientada en el lejano oeste (una novedad de agradecer) con actores normalmente secundarios con bastante oficio, criaturas bastante logradas...¿Cuál es el problema? Que no logra mantener la tensión y se hace lenta y repetitiva...¿Cúantas escenas iguales de paseos por la pradera y guardias junto al fuego fueron capaces de encadenar? Una lástima, la cosa prometía

Más interesante sobre el papel que sobre la pantalla esta imaginativa mezcla de géneros, adaptación al cine, al parecer, de una serie de televisión con idéntico nombre, director y parte del elenco artístico. Aunque, en principio, el curriculum de Petty no nos las prometía muy felices (la tercera entrega de "Mimic" y los guiones de las franquicias de videojuegos "Splinter Cell" y "Batman"), lo cierto es que realiza una labor bastante digna, eludiendo caer en la mayoría de los clichés que hoy día inundan el cine de terror, de forma que el resultado final es más un "western" con elementos sobrenaturales que una película de miedo ambientada en el Far West.

En definitiva, estamos ante una cinta meramente correcta, entretenida y que, sobre todo, presupone un mínimo de inteligencia y exigencia a sus espectadores, lo cual, visto lo que inunda las pantallas de medio mundo, ya es mucho.