Los traidores

La mía, la primera crítica a este film, esto es todo un honor. Esta película es una obra maestra del cine comprometido con su tiempo, con su contexto, con la lucha obrera y la denuncia de la traición de las cúpulas sindicales a los trabajadores.

De principio a fin desprende originalidad contra bajo presupuesto, fidelidad a unas ideas y al cine como instrumento de sensibilización social, como arma de lucha, de denuncia de la injusticia.

Más allá de las cursiladas a las que nos ha acostumbrado el cine de denuncia de nuestros dias, Los Traidores nos devuelve al audiovisual en favor de los oprimidos, sin contemplaciones, y al lado de la gente que lucha. Para mi esta película fue una revelación y nunca me cansaré de recomendarla a todo aquel con ganas de aprender del cine como herramienta para la formación política, desde una obra que sorprende por desprender sinceridad y transparencia en sus anhelos.

La historia del cine militante tiene en Los Traidores una de sus obras excelentes. Eso es indudable.

La verdad audaz y descarnada de los sindicatos obreros serviles al capitalismo genocida, el ascenso corrupto de sus dirigentes, el pasado y el presente de la cgt, complice del regimen macrista actual. Deberia proyectarse en las escuelas secundarias, deberia regalarse una copia a todo akel joven con inkietudes politicas, erradas o no. Una peli con más de 4 decadas sobre sus espaldas y sin embargo como si hubiese sido filmada ayer. Y un final tan cierto como el sol ke nos ilumina, la LUCHA ARMADA es la unica ke salvara al Pueblo en una GUERRA en las ke llevamos hace rato las de perder.Y con enemigos cada vez MAS poderosos. Ellos nos espian, nos encarcelan, nos matan....y nosotros contestamos con "no seamos como ellos", "es una trampa, no salgan" y mil excusas más desde nuestras pc cómodos en casita. Y asi SEGUIMOS...

Si no me equivoco Raymundo Gleyzer fue cercano al PRT, hay que entender la película en su contecto histórico, la década de los 70, los años previos a la última dictadura militar argentina. La película bien puede ser categorizada como cine militante, y digo esto porque quienes hemos tenido la posibilidad de conocer el discurso de los militantes de la izquierda argentina, podemos ver en cada diálogo, en cada idea del guión, exactamente los mismo temas que aborda hoy la izquierda en Argentina. Casi 40 años después, la prédica dogmática de la izquierda sindical que desea adoctrinar a las masas obreras, se mantiene intacta, asi como también la clásica personalidad de los gordos de la CGT.

Personalmente observo la película como una manera de observarnos a nosotros mismos, una parte de la cultura y los pensamientos de nuestra sociedad que fue horriblemente cercenada por el genocidio de estado. Es por eso que valoro mucho que podamos ver hoy en día una película como esta, aunque la considere malísima por estar tan sujeta y prisionera de la ideología de su autor.

Una manera de analizar las cosas muy interesante y reveladora en algunos aspectos, y al mismo tiempo fuertemente definida y rígida, propia de la lógica de los partidos políticos, en este caso los de la izquierda argentina.

En fin, recomiendo ver esta película, no por su calidad cinematográfica, sino por su importantísimo valor histórico, una parte de nuestra historia, la otra cara de la moneda que el poder dominante se empeñó tanto en ocultar y exterminar, la película que Palito Ortega jamás hubiese protagonizado.