Charlie Chan en el servicio secreto

Un asesinato enmarcado en la WWII. Un secreto militar que no puede caer en manos de los espías alemanes. Chan deberá mantener aislada la casa y los invitados hasta descubrir quién es el asesino, y sufrirá varios intentos de asesinato. Contará con la torpe ayuda de una de sus hijas y del tercer hijo, Tommy, que, al contrario que los dos primeros vástagos que aparecieron en anteriores filmes, entorpece la investigación y aporta la nota cómica, junto al chófer negro Birmingham Brown, que hace en este filme su primera aparición, y que se incorporará como personaje fijo en de la serie.

Trama, como todas las de la serie, compleja, con trampas y dispositivos mortales, tecnología novedosa para la época, sorpresas entre los sospechosos que despistarán lo suficiente para mantener la intriga hasta el final. Buen filme.

En esta ocasión, el detective hawaiano tiene que resolver un crimen en una casa -no demasiado grande- donde hay un buen puñado de sospechosos y mucha intriga. Le acompañan en esta ocasión como “desahogo cómico“ dos de sus ¿14? hijos, y un chófer negro que en ocasiones es insoportable, y en otras te saca la risa, hay que reconocérselo.

La historia es pasable, no demasiado intrincada (lo cual se agradece, que a veces se pasan) y con buena resolución.