Pelea de fondo

Me extraña que esta película, a día de hoy, no tenga por aquí ningún pequeño comentario, así que he decidido ser la primera en hacerlo, esperando así animaros para que veáis esta divertida película protagonizada por una pareja con gran química en la pantalla como son la genial Barbra Streisand y el guapísimo Ryan O'Neal, actores que ya habían trabajado juntos 7 años antes en la divertidísima "¿Qué me pasa, doctor?" y que vivirían un pequeño romance en la vida real. En el momento de rodar esta película ya no estaban juntos sentimentalmente hablando, de hecho el guapo de O'Neal acababa de terminar una breve relación con la cantante de color, Diana Ross, quien incluso se rumoreaba que podría ser su compañera de reparto en este film, y la Streisand salía con un productor cinematográfico llamado Jon Peters, quién le animó a hacer esta comedia romántica. Una pelirroja Streisand entraría a ser parte de la producción de la misma, reservándose como casi siempre en sus películas, el derecho a cantar el tema principal de la película, "The main event", tema completamente alejado de sus anteriores trabajos, ya que está más enfocado al estilo disco, y que estaría ese año nominado a mejor canción en los Globos de Oro, cosa algo exagerada para mí, pero bueno, es lo que hay. El rubiales de Ryan O'Neal, en todo su esplendor físico, además de estar como un queso, está a la altura de su compañera de reparto y un Paul Sand interpretando al ex marido de la Streisand, completa este trío protagonista en una película ligera pero muy amena de ver. Espero que la disfrutéis.

De mis almas gemelas sólo dos han visto esta rareza y la catean esplendorosamente. Como dice la usuaria en su acertado y anterior comentario, Ryan O´Neal y Barbra Streisand vuelven a cooperar juntos para hacer esta especie de "remake" de ¿Qué me pasa, doctor? de 1972, que más que remake es continuar con la fórmula de chica conoce a chico y comienza a perseguirlo mientras no para de pincharle y fastidiarlo a cada paso. Y es que aquella de Peter Bogdanovich fue todo un éxito.

Lo que pasa es que ésta se queda muy atrás pero sí es verdad que es un placer ver a esta pareja refunfuñar, gustarse en realidad pero por el contrario no hacer otra cosa que tirarse los trastos a la cabeza y, en fin, que siendo lo que es uno no puede dejar de estar viéndola porque se nota que es de una época que se hacía un cine totalmente diferente, transparente, que ni enervaba ni satisfacía, el cine que sin apreciarlo del todo, acepta una determinada "especie" de aficionados que jamás se llamarían a sí mismos: Cinéfilos.