Primer ministro

Estamos acostumbrados a ver películas en las cuales grupos terroristas intentan acabar con personalidades políticas pero pocas veces vemos cintas en las cuales los propios presidentes del gobiernos o ministros tengan la función de matar a sus propios compañeros.

Actualmente Europa esta en estado de alarma por amenazas terroristas y nos van llegando películas que reflejan este pánico en el que vivimos. Erik Van Looy ha querido hacer un thriller de suspense, tiene buenas ideas, pero a la hora de desarrollarlas se queda muy por debajo de lo que se esperaba, el ritmo es bueno y presenta algún giro de guión necesario en la historia que nos esta contando.

Los actores están bastante sobre-actuados y poco creíbles en muchas situaciones. La película se alarga mucho innecesariamente. Le sobra bastante metraje. El director no sabe como cerrarla y el final es bastante flojo.

Lo mejor: La idea de la historia
Lo peor: El desarrollo de la historia

El primer ministro de Bélgica es secuestrado. Le exigen que mate a la presidenta de los Estados Unidos, con la que debe reunirse más tarde, y amenazan con asesinar a su esposa e hijos si no lo hace.
¿Se acuerdan de Jack Bauer, el prota de la serie 24? Ese agente que no dormía, no comía, ni iba al baño mientras estaba de misión y estaba de misión durante 24 capítulos de una hora cada temporada, recreando las 24 horas de un mismo día. Pues algo así.

Cosas interesantes del film: El malvado de pie.
El malvado ha alquilado una vieja fábrica abandonada, ha plantado allí todas las antenas y pantallas y monitoriza todo cuando dice o hace el prota. Tiene acceso a las cámaras de seguridad de las calles y los edificios, puede manipular el teléfono del primer ministro y se comunica con todos sus esbirros pero… no tiene una mísera silla y se pasa toda la película de pie. ¡Por favor, aquí falta un sillón y un gato, como el malvado de Dr. Gadget!

Thriller belga que oscila entre una trama interesante no tan bien concretada, al que le cuesta sostenerse a lo largo de casi dos horas y pierde su potencia e interés. De conjunto el elenco no ayuda a levantar la puntería de sus debilidades narrativas.
El director y coguionista Erik Van Looy (Loft, 2008) edifica una trama con una idea atractiva, que por momentos conserva su potencia pero que le cuesta mucho mantenerse intensa y bien lograda, especialmente porque comienza a dar vueltas innecesarias que derivan en tramos muy estirados.
Una de sus facetas menos creíbles se vincula a los dispositivos de seguridad y la inoperancia de los que deben cuidar a un jefe de Estado, haciendo todo muy simple a pesar de la complejidad de los secuestradores; pero no obstante igual tiene giros que sorprenden logran hacer cerrar un producto aceptable.
La propuesta de Erik Van Looy es atractiva desde las intenciones y menos intensa desde la concreción, aunque tiene momentos interesantes y bien logrados. Las debilidades se acumulan en los simplismos para resolver temas complejos de seguridad. Escapándole a las estrafalarias producciones yankis del género, resulta un producto aceptable.

Calificación Fanaseriecine: 6 sobre 10