Father's Affair

El principal atractivo de "De passievrucht" era, sin lugar a dudas, ver de nuevo a Carice Van Houten en uno de sus papeles durante su corta carrera cinematográfica, y no precisamente por sus encantos femeninos (aunque también).
Ese punto de partida tan interesante era, además, un añadido, para argumento que en ningún instante sabe aprovechar Treurniet, puesto que aborda su trabajo desde una perspectiva erronea, y en lugar de dramatizar sobre los acontecimientos narrados, perpetra una especie de búsqueda por parte del protagonista para hallar al que, trece años atrás, copulara con su mujer ya muerta y la dejase preñada, dejando el conjunto en una pobre reunión de ideas, que en ningún momento se sabe si buscan dramatizar, intentar divertir o exponer una intriga y que, para colmo, se ven resueltas de un modo paupérrimo y del todo infumable.

Para llegar a ese final, sin embargo, el espectador ha tenido que pasar por un trámite de prácticamente una hora y media donde el protagonista da vueltas sin cesar, y va recogiendo en su mente imágenes de todos aquellos que podrían haber sido culpables de dejar en cinta a la que fuera su esposa, añadiendo tras la imagen de cada uno de los sospechosos la típica pared a rayas como método de mesura.
Durante ese transcurso, todo se torna anodino y verdaderamente pesado, con lo que uno debe ir dando tregua al film para poder seguir viéndolo sin sufrir consecuencias como la somnolencia aguda o el desinterés paulatino.

Treurniet, a parte de sobrecargar de plomo el desarrollo de su historia, no ofrece ninguna virtud mínimamente rescatable, los diálogos solo son simples comparsas para darnos a entender que el prota investiga, los aspectos más jugosos son deshechados en pro de la nada, sin ni siquiera sacar algo de provecho a ese rifi-rafe constante del protagonista con su actual pareja para que olvide la investigación, la banda sonora es un acompañante de lo más insustancial y las actuaciones se ajustan a lo requerido sin ir más allá y, en ocasiones, mostrando incluso limitaciones del todo exacerbantes.

Así que, si alguna conclusión se puede sacar de esta cinta, es que Carice Van Houten debe de ser una especie de Maribel Verdú holandesa, porque 3 de cada 4 de sus apariciones, son mostrando sus encantos.
Ahora, si alguien la quiere ver, que la vea, yo sólo rescato la sonrisa de Van Houten, sus atributos femeninos... y poco más.