Dos viejos más gruñones

La película, en general, es mala. El argumento es bastante tonto, supongo que con los años quizá cambie de opinión. Sin embargo, se mantiene en un ritmo ágil y constante gracias a la pareja Lemmon y Matthau, y nada más que por ellos merece ser vista.

Es evidente que no están a la altura de las increíbles comedias de los 60 y 70, y que han perdido parte de su fortaleza oratoria, pero aparecen como una pareja que despiertan simpatías y que mantienen su chispa y su química.

Más que nada, es una película para nostálgicos y para comprobar como aquellos espléndidos actores de "El apartamento" (Lemmon) o "En bandeja de plata" (los dos), por citar algunas, que parecían atemporales e inmortales, que nunca serían mayores, también envejecen y por desgracia mueren.

En resumen, que me estoy poniendo sentimental, que la película es una papafrita, llena de tópicos, pero sin embargo el gusto por ver a estos dos la hace entretenida y deja varias frases antólogicas "hola gilipollas, hola subnormal" "estás más enfadada que un perro cagando chinchetas" o "en sus venas solo hay pis y vinagre". Y para los que la vayan a ver, mejor en VOS, porque el doblador de Lemmon no es tan lamentable como Verónica Forqué en "El Resplandor", pero casi.

Bueno, dejando a un lado el guión (si me basase en él, le pondría la mínima puntuación) y los tópicos (abundantes en la cinta), he de decir que, cuando los actores lo son de verdad, cualquier tontería se convierte en algo mágico que incluso llega a transmitir emoción. Esto le ocurre a la película; donde unos Actores, con mayúscula (incluyo secundarios -inolvidable Burgess Meredith-), nos hacen pasar un rato entretenido a pesar de lo insustancial del guión.

Relajaos en el sillón y disfrutar de la actuación. La película no os aportará nada nuevo, pero os dejará un agradable sabor de boca.

Saludos

Basada en la secuela de “Grumpy Old Men” (1993) en donde dos viejos y gruñones vecinos del estado de Minnesota comparten sus inquietudes y vicisitudes.

John Gustafson (Jack Lemmon) y Max Goldman (Walter Matthau) se encuentra bastantes tranquilos uno con el otro, incluso se ha suavizado la pugna que durante décadas han mantenido.

Con la llegada del verano en Indian Slough, Minnesota, EEUU, la temporada de pesca en el lago está por comenzar.

John ahora está felizmente casado con Ariel (Ann-Margret) y Max esta solitario y triste sin que nadie lo acompañe, pero ha llegado al pueblo una nueva vecina procedente de Italia, Maria Sophia Coletta Ragetti (Sophia Loren), que pondrá a Max de cabeza.

La película tuvo un presupuesto $25 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $70 millones, más $36 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió tres nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano dos de ellos.

Jack Lemmon y Walter Matthau fueron una de las parejas más carismáticas del cine. Comenzaron a trabajar juntos en 1966 y actuaron juntos en once películas, “The Fortune Cookie” (1966), “The Odd Couple” (1968), “Kotch” (1971), “The Front Page” (1974), “Buddy Buddy” (1981), “JFK” (1991), “Grumpy Old Men” (1993), “Grumpier Old Men” (1995), “The Grass Harp” (1995), “Out to Sea” (1997) y “The Odd Couple II” (1998).

Estimado Domiciano,

Para hacer esto era mejor no haber hecho nada y dejar que su primera entrega, "Dos viejos gruñones", hubiera sido su única entrega. Incluso hace que miremos peor la mencionada primera parte que, sin tirar cohetes, era mucho más original, algo más divertida, más mordaz, más negra y menos pastelera.

De todos modos, no está del todo mal hecha y, bueno, mejor que pasen esto despues de comer que los bodrios que pasan a veces.

Secuela de dos viejos gruñones, en donde nuestros alocados protagonistas continúan sus andanzas, aunque un poco mas amigos ahora ya que sus hijos están próximos a casarse. Todo se revoluciona cuando una bella italiana llega al remoto pueblo junto a su madre para transformar el negocio de carnada en un restaurante italiano, comenzando una disputa con nuestros amigos que no quiere que nada cambie. Hay humor, situaciones semejantes al anterior film y un trabajo gracioso, casi diría, de los últimos de Burgess Meredith. El punto a favor esta por supuesto en las siempre magnificas actuaciones de Lemmon y Matthau, acompañados eficientemente por Sofia Loren y Ann Margret. Como conclusión se podría decir que siempre es bueno recordar a estos actores, mas allá de que no sea de lo mejor de sus exitosas carreras.