Haz click aquí para copiar la URL

3 anuncios por un crimen

Thriller. Drama Mildred Hayes (Frances McDormand), una mujer de 50 años cuya hija adolescente ha sido violada y asesinada, decide iniciar por su cuenta una guerra contra la Policía de su pueblo, Ebbing, al considerar que no hacen lo suficiente para resolver el caso y que se haga justicia. Su primer paso será contratar unas vallas publicitarias denunciando la situación y señalando al jefe de policía, William Willoughby (Woody Harrelson), como ... [+]
1 2 3 4 10 20 78 >>
Críticas 386
Críticas ordenadas por utilidad
27 de diciembre de 2017
428 de 501 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de lo que nos desean mostrar en el cine y la televisión, las estadísitcas no mienten: Estados Unidos tiene el peor índice de éxito en la resolución de delitos. El 85% de los robos, el 66% de las violaciones y el 33% de los asesinatos quedan sin encontrar un culpable. Esto es peor si se tiene la desgracia de vivir en un lugar donde la tasa de resolución de delitos es baja. Concretamente, tienes el doble de posibilidades de sufrir un robo, una violación o un asesinato.

Ebbing (Missouri), por tanto, conjuga la tormenta perfecta: un pueblo del Estados Unidos profundo donde una violación con asesinato lleva un año sin ser resuelta. La madre (una colosal Frances McDormand), harta, decide tomar la iniciativa y publicitar a lo grande la incompetencia policial (o lo que ella entiende por incompetencia). Porque el asesinato de su hija tiene que ser resuelto. Debe ser resuelto. Como sea. La búsqueda de la verdadera justicia es capital.

Y aquí empiezan las sorpresas, porque el reparto no es arquetípico. Todo lo contrario. Huye de buenos, malos, lágrimas y procedimientos policiales. Cada cual está dibujado con una profundidad poco frecuente y siempre al servicio de la historia, desde el sheriff (un estupendo Woody Harrelson) hasta el ayudante (un estelar Sam Rockwell). Lo que es más, la evolución que van sufriendo está trazada a la perfección en un ejercicio magnífico de guion y montaje. Nada chirría. Todos son humanos, buenos y malos. Contradictorios. Cada acción y reacción tiene lógica tanto narrativa como cinematográfica. Está todo en su lugar. La banda sonora, magistralmente elegida, ayuda a situarte en la psicología y en la zona, así como la dirección, que logra hacer fluir todo lo que cada uno lleva dentro hasta parecer que eres tú, el espectador, quien está viviendo el propio drama y empiezas a cambiar tus puntos de vista sobre los personajes una vez llegas a conocerlos, como hacen los propios personajes.

Tres anuncios en las afueras, también, es toda una bofetada al estilo de vida estadounidense. No es eso lo que la hace muy buena. Estoy seguro de que el resto de sociedades del mundo son igualmente penosas, aunque sí es cierto que EEUU presume siempre de ser idílico y alguien les tiene que sacar de vez en cuando de su propio autoengaño. No me intreresa este mensaje, aunque fundamente la psicología de la historia. Me importa cómo refleja la búsqueda de la justicia y cómo reaccionamos cuando no la encontramos; es más, cuando sospechamos que nunca podrá llegar.

No os la perdáis.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de enero de 2018
400 de 451 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Three Billboards Outside Ebbing” no sólo resulta fascinante porque retrate a la perfección ese sur profundo, sórdido y salvaje que aún pervive desde Faulkner o el western, sino porque no deja títere con cabeza en ese mapa de personajes prototípicos, todos desquiciados, perdedores y garrulos ya sean policías, amas de casa o dentistas, y porque cierra una trama a la perfección aunque el final parezca abierto.

En una escena magistral, la protagonista (mítica antiheroína desde ya) le explica a un cura por qué formar parte de una “pandilla” te hace también culpable de todos los abusos e injusticias cometidos por otros miembros de esa pandilla, los supieras o no. Si estás con ellos, encubres y callas, entonces los consientes.

En la Zona Spoiler comento mi teoría sobre el crimen que ocupa el tema central del relato, aunque en realidad su resolución no es lo verdaderamente importante sino esa corriente imparable de bajos instintos, venganzas, corrupciones y actos propios de justicia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
emmastark
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de enero de 2018
150 de 193 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jodidamente inclasificable. Empezando por encontrar un título para esta reseña, tratar de resumir o de hallar un único denominador al conjunto de sugerencias, temas y circunstancias que rodean a esta cinta se vuelve una tarea titánica e insalvable por su riqueza de contenidos, por su variedad de derroteros que abarca, por su complejidad de evocaciones que sugiere, por su amplitud de miras y porque no resulta fácil resumir en pocas palabras la inagotable pluralidad de significados que va tocando a lo largo de su metraje. A primera vista parece una historia de venganza: el afán justiciero de una madre coraje que necesita a toda costa que se honre la memoria de su hija vejada, violada y asesinada. Pero tras esa áspera superficie de revancha y desquite late la culpa, bulle el yerro, quema la omisión y arde la responsabilidad por no haber protegido a lo más querido, ya por siempre perdido, deshonrado y humillado.

No hay buenos ni malos y eso lo complica todo. O, más bien, los supuestos buenos pecan de negligencia, abuso o arbitrariedad, los supuestos malos no son tan malvados como parecen y los culpables ni tan siquiera hacen acto de presencia. El vacío es el verdadero protagonista de la función, la ausencia de nuestros seres queridos, la dificultad de despedirse de lo que nos carcome, la imposibilidad de dejar atrás lo que nos corroe, la injusticia de querer ser justos en un mundo arbitrario y cruel, la imposibilidad de rematar una faena aunque en ello nos vaya la vida, la memoria, el recuerdo, el amor… Si hubiera respuestas sencillas ante problemas complejos todos saldríamos ganando, pero entonces no estaríamos en la realidad, sino en un mundo fabuloso de hadas y duendes, de encantamientos y leyendas que por desgracia nos es ajeno, extraño e inalcanzable.

Gracias a un guión original que roza la perfección (pergeñado por el propio director, Martin McDonagh) y a un reparto pletórico que encarna sin resquicios ni contemplaciones unos papeles ingratos, ambiguos, deleznables, atroces y egoístas, que abraza a tumba abierta la molesta confusión de la vida y de la muerte: El rostro granítico y desolado de Frances McDormand nos revuelve las entrañas y nos da pavor, la vulnerabilidad de Woody Harrelson nos desconsuela y abate, la garrulería primitiva y racista de Sam Rockwell nos impacta hasta alcanzar una inesperada compasión e indulgencia… Si pudiéramos ponerle coto a la vida no tendríamos que deambular por siempre perdidos y desfondados por las afueras, pero entonces no estaríamos asistiendo a la radiografía del desconsuelo y la futilidad.

Merece la pena dejarse abofetear durante este viaje pedregoso: la recompensa será una indeleble amargura, entre lo tragicómico y lo funesto. Un enigmático portento.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de febrero de 2018
357 de 609 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nominada a mejor guion, mejor película, mejor montaje, mejor banda sonora, mejor actriz y actor principal y mejor actor secundario, y con una nota media de 7.8 en la web, «Tres anuncios en las afueras» es teóricamente la mejor película que podemos ver a día de hoy en las salas de cine.

No quiero ser malvada y no busco hacer saña, pero ¿no se está sobredimensionando un poco? A caballo entre el western, los Coen y Cormac McCarthy, «Tres anuncios en las afueras» nos narra el conflicto entre una madre que ha perdido a su hija y la presión de todo un pueblo de Missouri ante su particular forma de denunciar la impunidad del crimen. Esto, que a primera vista se podría pensar que es lo importante, en el fondo no lo es, solo la excusa, el macgufin para contarnos lo que de verdad le interesa a Martin McDonagh: un alegato a favor del amor y la solidaridad entre las personas.

Para ello hace un retrato de personajes increíble, vamos, que no se cree, en el que volvemos a encontrarnos con el repetido planteamiento de lo que llamaré «evolución mágica». Es decir, que yo hasta hace cinco minutos he sido una persona violenta, con pocos escrúpulos, una tirada de la vida, y cinco minutos después evoluciono a un héroe lleno de amor y de tolerancia hacia el prójimo. Porque sí. Los personajes ambiguos suelen ser fascinantes, pero la gama de grises tiene que perfilarse con coherencia y sentido, tiene que haber relación entre causas y efectos; es una falacia pensar que un psicópata que no ha demostrado nunca sentimientos va a enamorarse o que un racista convencido abrazará a un negro por arte de birlibirloque. Eso son clichés, una prueba de ese buenismo exasperante en el que no se comprende que el mal, que la ira, que la frustración, que los pensamientos políticamente incorrectos están dentro de nosotros, en unos más y en otros menos, y que para extirparlos de nuestra psique y de nuestra alma se necesita mucho más que una carta o que un discursito, por mucho amor que haya en ello.

Así, «Tres anuncios en las afueras», de la que diría que es más comedia negra que drama, está repleta de esa incoherencia, de situaciones y actitudes inverosímiles que lastran el relato. Además de incluir con toda alevosía un discurso feminista en el que las mujeres válidas son cincuentonas, duras, agresivas, independientes y muy badass, y las no válidas tienen diecinueve años, sirven de huida vital y sexual para el varón y son tan bobas perdidas que se enamoran de un viejo maltratador. Este punto en torno a la violencia me parece interesante. Porque quizás el maltrato depende de la percepción, y es muy posible que Mildred (y el guion) perciba que la violencia es solo una manifestación de las personas independiente del género; solo una reacción humana válida en la que gana el más fuerte, una interacción entre iguales en la que ella misma puede a veces ganar o perder.

Mucha publicidad y poco fundamento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de diciembre de 2017
133 de 185 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas para mi la mejor película del Festival de cine de San Sebastián, estaba integrada en la sección Perlas ya que había ganado en Venecia el premio al Mejor Guión y en Toronto el premio del público. Merecidamente en Donosti ganó también el Gran premio del público con pocas películas que le hicieran sombra.

Martin McDonagh director de “Escondidos en Brujas”y “Siete Psicópatas” escribió también el guión pensando siempre en Frances McDormand como la protagonista principal, pero ella tenía serias dudas para interpretarlo ya que se veía con 58 años muy mayor para el papel, fue su marido Joel Coen el que le convenció ya que el guión le parecía maravilloso.

Aparte de Frances, estan Woody Harrelson como el jefe de policía, Sam Rockwell, Peter Dinklage, Abbie Cornish y John Hawkes todos ellos en unos personajes muy bien creados y que ayudan a que la película sea redonda.

Filmada en Carolina del Norte, el director de fotografía es Ben Davis (Kick Ass, Los vengadores, Dr. Strange, Guardianes de la Galaxia) , tiene una partitura como siempre magnífica de Carter Burwell.

Un film negro y triste pero a la vez muy divertido e irónico, algo muy difícil de realizar ya que tiene muchos matices y giros sorprendentes. Una película increíblemente buena y que posiblemente se convierta rápidamente en una película de culto para los amantes del buen cine.
Destino arrakis.com
videorecord
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 10 20 78 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow