Desenfocado

A pesar de su irregular filmografía, Paul Schrader logra con "Auto Focus" un retrato contundente y bastante bien logrado de la desenfrenada vida de Bob Crane, el ahora muy convenientemente olvidado protagonista de la exitosa serie de TV en los 60's "Los Héroes de Hogan". El film explora sin demasiados excesos la doble vida de Crane: de día un actor exitoso de TV y un responsable esposo y padre de familia, pero por la noche un adicto a la pornografía y el sexo más desopilante. Su ascenso al estrellato con su serie de TV pero al mismo tiempo su descenso a los infiernos de la soledad y la autodestrucción alentada por su amigo de orgías John Carpenter (nada que ver con el director), es retratada con bastante fidelidad y, menos mal, sin los conceptos moralistas a los que Schrader es tan afin. No me convence el papel de Greg Kinnear como Bob Crane, quien en la vida real consideraba sus desenfrenos sexuales como algo normal, y esa irresponsabilidad por sus actos no logra ser bien plasmada por Kinnear en la pantalla. Quien sí logra un rol notable es Willien Dafoe como el siniestro Carpenter, un personaje oscuro y vicioso que alentaba todas las fantasías y depravaciones de Crane, quien gracias a su fama podía acceder a muchas mujeres. Film duro y por momentos sórdido (ojo a la secuencia de la masturbación de los dos "amigos" mientras comentan las bondades técnicas de sus películas caseras), retrata al mismo tiempo la soledad y frustración del actor en medio del falso puritanismo del hollywood de los sesentas. Quizá por su velada crítica, esta película pasó casi desapercibida y muy pocos la han visto. No obstante sus imperfecciones, "Auto Focus" va mas allá del consabido biopic y en ciertos momentos supera lo mostrado en otros filmes "malditos" como "Boggie Nights" o "Man on the Moon".

Sin ser de las mejores películas de Paul Schrader (Harcore, American gigolo, Aflicción...) esta amarga visión del mundo del espectaculo, la falsamente puritana sociedad americana, la adicción al sexo y el proceso de autodestrucción de un hombre se merecía bastante más suerte de la que obtuvo.
Lastrada por una interpretación algo redundante de Greg Kinnear, Schrader vuelve a convertirse en juez moral de este particular descenso a los infiernos, y si la profundidad obtenida en otras ocasiones aquí no se logra tanto, aún así consigue una obra mucho más interesante de lo que aprenta y que hay que ver con mucho cuidado y atención. Detrás de sus imágenes Auto Focus esconde un espléndido discurso sobre la condición humana, la soledad, la frustración y la imposibilidad de luchar contra un destino predeterminado. Una auténtica lección de nihilismo existencial.

EXPOSICION: ONE WOMAN MAN
Como diría el sabio Foster Zell, ¡que perra es la vida!. Cuando te crees disfrutar de una vida apacible, feliz, exitosa y que lo único que tienes que hacer es mantenerla, se asoma el diablo vestido de serpenteante reptil y va y lo jode todo y uno, que como la carne, es débil va y cae.

NUDO: MEN GOTTA HAVE FUN
Scharder nos recuerda que nunca estamos seguros, y las drogas, como forma simple y fácil de evadirte de la monótona vida por muy rica y exitosa que sea en sus mil variantes y formas, estas siempre al acecho. Premisa de esta película en la que nos relata cómo creyéndote que estas tocando el cielo y que eres el tío más feliz y exitoso del planeta, es posible traspasar las fronteras hacia la vida onírica y deseada, y éstas son tan enclenques y débiles que se saltan sin apenas darte cuenta, introduciéndote en una espiral –en este caso de sexo narcótico- que te succionará como a un pelele, y de la cual es harto difícil salir, como de cualquier situación de drogadicción al uso.
Scharder, atormentado donde los haya, teoriza en esta película sobre el mundo de las drogas tan atrayente. Este mundo tan seductor es paralelo y comparativo al mundo en el que vive el actor Bob Crane, afianzado en el éxito y la felicidad y en el que vemos que no todo lo que reluce es oro, y nuestro héroe se introduce poco a poco en este mundo concupiscente que le llevará a la adicción del sexo fácil, (droga que le provee de felicidad inmediata y suple todas las carencias que existen en esa acomodada y burguesa familia feliz) mundo hedonista en el que se introduce diligentemente (como en cualquier droga) creyéndose que lo controla, que es dueño de su destino.
A Bob Crane le advierten de que “el sexo no es la respuesta” a su vida, pero ya tarde, él responde –como responderíamos todos- “Lo sé Lenny, el sexo es la pregunta. SÍ es la respuesta.”

RESOLUCIÓN: SURF OR TURF?
Scharder termina mostrándonos cómo toda droga nos lleva a su propio infierno (infierno que de paso sea dicho, al ser de carácter privado, exige un alto precio de entrada). En este su estudioso film, no muestra cómo nos convencemos de que en cuestión de adicciones somos capaces de manejar la situación, efectivamente sabemos dónde nos hemos metido ya que la elección es voluntaria, y sabemos que la podemos manejar, con escusas tan fáciles como auto convencerte de tu fuerza de voluntad, y de tu dominio físico e intelectual de la situación, en un momento de la película Crane se justifica diciendo: “I don´t drink, I don´t smoke, two out of three ain´t bad”. Al final el malo –como siempre en estas películas- gana, y lo que pensábamos que controlábamos, nos controla y nos destruye en este caso, dejándonos -como a este hombre- destrozado y desprovisto de su fama, salud, gloria y dinero, ignorado y tirado, solo, intentando salir cuando ya es demasiado tarde, muerto en una cama de motel.

Película que narra la vida y milagros de Bob Crane, un actor y locutor de radio norteamericano de los años 60 que entró en un bucle de auto-destrucción a causa de una vida desordenada a causa del alcohol y el sexo. Gracias o por desgracia a su amistad con el cámara de la serie televisiva que protagonizaba se hundió en lo más hondo del fango. Las situaciones que viven son tan inmorales que atrae al espectador, siempre preguntandonos hasta dónde será capaz de llegar el protagonista en su próxima fiestecita

Paul Schrader me ha gustado siempre más como guionista que como director, pero aquí la verdad es que ha hecho un buen trabajo. Está bien rodada y el uso que hace de la cámara muy interesante, plana y firme o temblosa según lo que te narra.

La película narra la vida de Bob Crane, famoso por la serie norteamericana de los años 60 "Los héroes de Hogan". Narra un paso por su vida que va desde un católico conservador hasta un depravado para aquella época.

Greg Kinnear y Willem Dafoe hacen muy buen trabajo y la película se pasa volando.