Cinco tumbas

Film del oeste realizado por John Sturges ("Conspiración de silencio", 1955). Escrito por el especialista Borden Chase ("Río Rojo", Hawks, 1948), se basa en el relato "Backlash", de Frank Gruber. Se rueda en escenarios naturales de Tucson (Arizona), salvo algunas escenas nocturnas y otras de interior, que se ruedan en los Universal Studios. Producido por Aaron Rosemberg para la Universal, se estrena el 23-III-1956 (EEUU).

La acción tiene lugar en distintas localidades de Arizona (Valle de Gila, Silver City, Tucson), a lo largo de varias semanas de un año situado entre 1870 y 1879, después de la Guerra de Secesión. En el Valle de Gila se topan casualmente Jim Slater (Richard Widmark) y Karyl Orton (Donna Reed). El primero, un antiguo militar confederado, anda buscando el rastro de su padre, muerto en una masacre que costó la vida a 5 hombres y de la que se salvó sólo un sexto componente del grupo, que huyó con 60.000 dólares. Ella investiga el rastro del marido, que se vio envuelto en los mismos hechos.

El film es un western con componentes de misterio e intriga. Los personajes que lo pueblan son claramente buenos o claramente malos: no hay posiciones intermedias ni personajes matizados en los que convivan aspectos positivos y negativos. El relato focaliza la atención en un personaje solitario que, sin ayuda ni apoyos externos, se enfrenta a muchas dificultades y a numerosos oponentes (dos hermanos enfurecidos, el ayudante de un sheriff, una partida de apaches, el asesino del padre, etc.). Borden Chase escribe el guión pensando en Anthony Mann como realizador del film. Por ello introduce en la obra ambigüedades psicológicas y un fondo turbio susceptible de ser desarrollado y enriquecido visualmente. Sturges, de mentalidad menos compleja que la de Mann y más directa, aprovecha sólo en parte las potencialidades del guión. Pese a ello, las relaciones del padre con el hijo traspiran un aire de ocultación y disimulo de secretos, filias y fobias encontradas, admiración y desprecio, respeto y desacato. El doblaje al español de 1956 (el que presenta el DVD de noviembre de 2007), por exigencias de la censura, sustituye la figura del padre por la del padastro, con el propósito de atenuar las sugerencias malévolas del texto original. El film es un western notable, imprescindible para los aficionados al género. Su estreno no estuvo acompañado del éxito de taquilla que se esperaba.

La música, de Herman Stein ("Tierras lejanas", Mann, 1954), suena con rotundidad y solemnidad. Combina composiciones orquestales de viento metal, de cuerdas y de percusión. El tema central, romántico y lírico, dedicado a Karyl, contrasta con el acompañamiento sonoro de las escenas de tensión, intriga y lucha. La fotografía, de Irving Glassberg ("Horizontes lejanos", Mann, 1952), se beneficia de la amplitud y belleza de los parajes naturales de Arizona, de un excelente vestuario, de unas interpretaciones solventes y de una brillante fluidez narrativa.

Buen Western. En el far West una mujer puede buscar un cigarrillo, puede buscar a un hombre, puede mentir y mil cosas más, pero un hombre sólo buscará dos cosas: oro y tiros. Y el sexto fugitivo lo que son tiros proporciona unos pocos. Un hombre que huyó miserablemente dejando a cinco compañeros abandonados ante los indios, es el motivo que mueve a Jim Slater a seguir un rastro lleno de inconvenientes, porque uno de aquellos traicionados era su padre, o su padrastro, según la versión doblada al español.
La verdad: ¿Qué buscas en un Western? ¿El héroe solitario que le mueven más los sentimientos que el dinero? Aquí lo tienes. ¿La chica guapa?, aquí está. ¿Pistoleros, rápidos como una serpiente de cascabel pero el doble de peligrosos? Los verás y muy auténticos, alguno con chaleco negro y dos pistolas a punto que siempre molan. Encima la aparición estelar de John McIntire con su media sonrisa de hiena y aspirando a quedarse con todo como buen buitre carroñero... Creo que hay de todo... En resumen, película nada especial pero muy completa y satisfactoria.

414/42(31//12/09) Entretenido western realizado por un especialista en el género, John Sturges, en su haber con clásicos como “Los siete magníficos, “El último tren a Gun Hill” o “Duelo de Titanes”, y fuera de este género con las maravillosas “Conspiración de silencio” (casi un western) y “La Gran evasión”, suelto esta lista de títulos para hacer justicia a un director minusvalorado y que tiene en su haber un puñado de grandes películas, que han hecho las delicias de un cinéfilo como yo, un realizador que nunca ha hecho un producto malo. Este “El sexto fugitivo” no es de los más conocidos, ni de sus obras cumbres, pero es un muy ameno recorrido por todos los elementos que han hecho fuerte al western, como son peleas entre montañas en el desierto, mujeres de carácter fuerte, trifulcas en salones, venganzas, traiciones, tiroteos desde una diligencia contra indios, apariciones de chulos con dos pistolas que se creen más los rápidos en desenfundar, peleas familiares, duelos a muerte y sobre todo tipos íntegros que en busca de la verdad que no se dejan quebrantar, sumado esto da un Western. Esta cinta toma como hilo conductor para hilvanar esto a al personaje de Jim Slater (un muy buen Richard Widmark) para embarcarnos en esclarecer el suceso de la muerte en el desierto de cinco tipos, uno de ellos escapó y a este es el que busca Jim para saber si es el padre o no (en la versión doblada se habla del padrastro, cosa de la censura, pues en la versión original se habla del padre), para esta investigación salta de un escenario a otro, haciendo enemigos por donde pasa, metiendo un innecesario pero protocolario personaje femenino (Donna Reed como Karyl Orton) que aporta nada a la historia. Para pasar un rato grato da, los degustadores del género resultaran satisfechos. Fuerza y honor!!!

John Sturges sinceramente no consigue crear un ambiente con mucha intriga, el guión no está mal, recordemos que está escrito por Bordan Chase, nominado al oscar por "Rio rojo".

Desde mi punto de vista se trata de un western bastante humilde, no hay más que observar el vestuario, las ropas de los indios y de los yanquis. Cuenta con algunas escenas dignas de mencionar, por ejemplo la del bar, cuando entra de improvisto, y la bofetada.
Richard Widmark, Donna Reed y John McIntire no pueden estar más correctos.
Resumiendo, no se trata de ningún western espectacular, pero si entretenido, con bastante acción...

"El sexto fugitivo" destaca por un guión basado en la intriga, no se trata de una historia escrita en base a una pequeña idea como otras del género. No prescinde de los elementos del western estricto, pero no es de extrañar que hayan muchas opiniones que señalan que es más una película cuyo principal interés es el de ir desvelando poco a poco una información que en principio está oculta en los intereses de los personajes. Dicho de otra manera, podría explicarse lo mismo en un marco urbano y sería una película de cine negro con todas las letras. Sin embargo el guionista pensó en el "far west" y por ello nos encontramos con mucha chulería, tiros, galopes, sheriffs y un maravilloso desierto pincelado con maravillosos cactus.

Richard Widmark será quien vaya abriendo puertas, el que busca la verdad, más que el dinero, él es quien cabalga en dirección al objetivo claro de aclarar los hechos. Por ello la película peca de otorgar cierta infalibilidad suntuosa alrededor de Widmark, cuestión necesaria tal vez, pero el caso es que hay además algo que hace que la película no acabe de funcionar. Tiene la virtud de la brevedad y se agradece el ritmo, sin embargo, se queda lejos de ser una gran película. Es modesta y personalmente me encanta ver esos desafíos únicos del western, el hecho de retarse a vida o muerte, que quede claro quién es el más rápido, es algo que nunca me dejará de emocionar. La película hasta es inequívoca con la introducción de los indios idiotizados, vestidos de forma ridícula y atacando al hombre blanco sin sentido ni lógica.

Pero me quedo con los cactus, puestos a escoger algo que me haya motivado de verdad. El oro, los rancheros, el padre que por obra y arte de la censura franquista pasa a ser padrastro y hasta el careto de Donna Reed, todo queda al margen por una vez de esas grandes plantas del desierto tan ignoradas.