El hombre perfecto

Películas como “El hombre perfecto” dejan desconectados a la mayoría de los espectadores: ¿A quién va dirigida? ¿A los fans de Hilary Duff? ¿Al público femenino? ¿Demasiado infantil y ñoña para las desinhibidas lectoras del Vale? ¿Excesivamente ‘adulta’ y poco interesante para el público infantil? ¿Exagerada aroma de telefilme para el resto de mortales?

Hablar de las posibilidades de una apuesta tan trillada y previsible se reduce a una pregunta que lanzo al público femenino: ¿Los hombres perfectos no eran todos gays?
Otra cuestión es su absoluta ingenuidad con ese buen rollito, muy a lo Disney, del instituto americano: no hay pistolas, drogas ni tiroteos de habituales alumnos reincidentes. Ni tampoco entro a mencionar esa moda retrógrada de que una mujer soltera debe encontrar a un hombre para pasar el resto de su vida o las increíbles capacidades mecanográficas de la repostera busca machos (unas perfectas trescientas pulsaciones por minuto y ¡sin fallos!) que utiliza mejor el messenger que el que escribe…

Tan empalagosa como meterse por el orto (hasta que salgan por la boca) todos los pasteles que hace la Locklear en la película.

Gran película que llega al corazón y lo hace palpitar a ritmo de fiebre del sábado noche.

Está hecha para lanzar a la angelical Puffy, no sabemos si cantante o ex-presentadora del club Disney pero me juego el hígado a que es una de las dos cosas fijo.

Puffy hace de hija de la malvada Amanda, sí, la de Melrose Place. Amanda, después de meter en la cárcel a la mitad de sus novios y asesinar o engañar a la otra mitad, se fuga del estado y se hace....ejem...pastelera. Ahí reanuda sus actividades delictivas seduciendo a un pobre y lascivo panadero amante del rock.

Por otro lado el primer conato de tensión se da cuando Puffy va al nuevo instituto: el primer día nada más llegar, le roba el pupitre a un dibujante de cómics, raza como se sabe altamente peligrosa y mantiene el siguiente sublime diálogo con Vanessa Hudgens (High School Musical):

Vane: "Mis botas las he comprado en Potorri's DeLuxe (o algo así) ¿de dónde has sacado las tuyas" (como diciendo: costrosa).
Puffy: "De un cubo de basura en Brooklyn".

A los cinco minutos, estas dos criaturitas encantadoras se han hecho íntimas. A los diez minutos, Puffy llega a casa plena de satisfacción amiguil y aposenta sus botas sacadas de la basura al lado de un Apple de unos ochocientos euritos, así a ojo. Y digo yo ¿porqué no un Accer o un Packard Bell? ¿No le hubiese sobrado para unas botas decentes?

Pero sigamos. Mientras la maligna Amanda extiende sus tentáculos del amor, Vane y Puffy van a ver al tío de la primera, que es Mr. Big. Mr.Big que ya está hasta los testículos de leer las columnas feminiles de la pesada de Carrie, se ha hecho un experto en cosas del romance y las mujeres así que las niñas le piden consejo para encontrarle un novio decente (y duradero) a la zorrona de Amanda.

Mr. Big dice: "Orquídeas. No falla." V y P le preguntan el porqué. Mr. Big saca una orquídea muy a propós en primer plano y cuando yo ya estaba taquicárdica pensando "lo va a decir, lo va a decir", suelta un "porque es una flor que denota que la mujer es única". ¡Y una porra! TODO el mundo sabe a qué se parece una orquídea, por el amor de Dios.

Total, aquí viene el pifostio que desafía a la inteligencia. Puffy le da una orquídea a su señora madre con una nota "de un admirador secreto". That's typical. Bueno a partir de ahí y hasta el final...no me enteré de nada. De alguna manera, V y P consiguen liarla de una manera tal que no sólo los personajes no saben en qué milonga les están metiendo las muchachas, es que el mismo espectador ya por la mitad está cien por cien demented con la historieta: que si Amanda tiene una autoestima baja y por eso se carga a los novios, que si a Puffy le gusta el de los comics, que si Mr. Big elige nosequé canción que la madre eligió de un disco, que si luego se casa pero no con la madre, total un puto caos sin pies ni cabeza.

Sigo abajo sin revelar nada interesante (ja, como si hubiese algo interesante que revelar)

Os explico:

El común de los mortales tiene mogollón de genes, cromosomas X e Y, pero yo debo de tener uno extra, el M, de mierda, porque si no, no encuentro explicación a que caiga una y otra vez en lo mismo, en ver este tipo de cosas que no me atraen en absoluto: viendo la filmografía previa del tal Mark Rosman (Una Cenicienta Moderna y Una Auténtica Muñeca), saliendo la estólida por excelencia, Hilary Duff, de protagonista, Holly, cuya madre es Heather Locklear (a quien asocio a su Sammy Jo de Dinastía, o a su Amanda de Melrose Place, lo que asusta bastante), y leyendo la sinopsis en el periódico, todavía me tumbo tan pichi en el sofá, a perder hora y media de mi vida viendo algo que parece escrito por una niña de once años no muy dotada de talento.
En fin, sobre la película, poco que comentar, las vicisitudes de los personajes me la traen al pairo, me da exactamente igual si pillan el ébola y se van todos al otro barrio, si se mudan o si no, si la mami encuentra novio o si se dedica a ser una pastelera solterona per sécula seculorum, francamente me importa un bledo.

Nuevamente Hilary Duff se deja ver en una comedia "familiar" romántica, y una vez más me deja con la sensación de haberme hecho pasar un rato agradable. Como ya paso con Una cenicienta moderna la actriz adolescente se mueve muy bien por el mundo de las siempre comedias de este estilo.
El argumento carece de inteligencia y esta más conseguido para pasar el rato que para otra cosa, el film además es el tópico de hija busca a madre hombre perfecto.
El papel de los actores quitando el ya mencionado de Hilary Duff, y el de su madre que están bastante bien, el resto lo hacen regular.
Las combinación de humor con diversión infantil, es un intento fallido, ya que para los niños, pienso que este film es demasiado aburrido, por lo que se interpreta que es una película dirigida para el público adolescente. (Ni que decir tiene que para las personas más mayores puede resultar una auténtica perdida de tiempo).
En algunos momentos, aparecen algunas escenas que hacen reir pero por lo general solo crea entretenimiento a la hora de visionar la historia.
La utilización de messenger, junto la hora de buscar el principe azul, hacen que el film sea una mezcla de los titulo, Una Cenicienta Moderna y Tu a Londres y yo a California. En el primero de los casos, además, porque se deja ver a la misma actriz.
Definitivamente, es el mismo prototipo de comedias románticas que resultan ser un poco cansinas pero que divierten a cualquiera que tenga ganas de ver algo que pueda ser agradable.
Entretenida. Moderadamente recomendable.
Calificación: Interesante. 6 bajo.

Pues a mi me parece una película como para lo que es... pasar el rato y "quitarte del medio" una hora y media. Está entretenida y no te da quebraderos de cabeza.

Algunos pueden opinar que sigue los tópicos típicos de comedias románticas adolescentes americanas, pero es que es lo que es. Cumple todos los requisitos que esperaba. Y he de añadir, bajo mi punto de vista, que el argumento está bien estructurado y, el hecho de que los actores sean conocidos por todos (puesto que han trabajado en diversas series de televisión) le da un toque "familiar" a la hora de ver la película.