Almas pasajeras

Instrucciones para disfrutar de una película como "Passengers":

1) Olvidar que su director es Rodrigo García y no exigir la sensibilidad de "9 vidas" y "Cosas que diría con sólo mirarla" o la carga de profundidad psicológica de la excelente serie "In Treatment (En terapia)" de la cual es creador.

2) Resignarse a observar un thriller pseudo-psicológico con giro final y no tanto una reflexión profunda sobre la aceptación de la pérdida, la tragedia, o la muerte (vamos, que estamos lejos del espíritu de 'Gente Corriente' u otras cintas con traumas psicológicos como desencadenantes del drama)

3) Perdonar un guión (que por supuesto no firma Rodrigo García) generoso en lugares comunes del género fantástico-paranoico (no estamos tan lejos de títulos como "Plan de Vuelo: Desaparecida" u "Ojos que te acechan" por citar dos ejemplos recientes) a cambio de disfrutar con la delicadeza de algunas escenas íntimas o de corte melodramático, donde el director si puede dejar su impronta.

4) No esperar que nombres ilustres del reparto como Dianne Wiest o David Morse eleven el nivel medio del filme, pues cargan con personajes no ya secundarios sino casi anecdóticos.

5) Ser capaz de admitir sin rubor que Anne Hathaway ha crecido notablemente como actriz desde "Princesa por sorpresa" y es capaz de elevarse sobre las limitaciones de su plano personaje para lograr una interpretación notable que mantiene el interés del espectador en la pantalla.

En definitiva "Passengers" es un un paso en falso para un cineasta como Rodrigo García que apuntaba mucho más alto en sus primeros trabajos y se merece encargos con más enjundia que esta irregular intriga psicológica, aunque los fans del género pueden disfrutar moderadamente con un thriller funcional y eficientemente rodado, pero sin la suficiente solidez, profundidad o interés para constituir una película que perdure en la memoria del espectador.

Si soy sincero, esperaba mucho más, ya que el reparto, el director y la historia tenían más que una buena base para ello, pero por desgracia, no deja de ser una película de clase B.

Principalmente la historia se divide en 3 puntos, según los 95 minutos que dura:

- Punto 1: Los 5 primeros minutos, que consiguen engancharnos, y al mismo tiempo, esperanzarnos con algo que parece que será medianamente digerible.
- Punto 2: Desde ese minuto 6 hasta el 80, es una sucesión de hechos a cual más aburrido y menos intrigante, dirigida con alguien con encefalograma plano, llegando durante ciertos momentos al bostezo,
- Punto 3: Desde el 81 al final, el desenlace, no es que sea de lo más original, al contrario, es simple y predecible, sin sorpresas, pero con un punto a su favor, aparece la Hathaway que esperaba, la auténtica, y consigue transmitir sensaciones, pero ya es tarde, la película, se acaba.

Para mi gusto, ver la película, es perder el tiempo, las hay con menos presupuesto, pero mucho mejor.

Si el director se hubiera tomado la molestia de ver dos películas, nos hubiera evitado tener que asistir a este esperpento de película, que tras una fachada correcta esconde un guión hueco, con un recurso manido y pretencioso. Ni por ver a la Hathaway merece la pena. Me explico...

Me he esforzado al visionarla de intentar encontrar lo tan horrible que dicen muchos que es, pero por mucho que me he esforzado no lo he conseguido, no se si es por el desarrollo, por el desenlace o porque está dirigida por un tipo que nos había acostumbrado a otro tipo de relatos.
Pero la verdad es que en ninguno de esos apartados me ha decepcionado, al contrario me ha convencido y hasta me ha conmovido.
El planteamiento arranca con un drama de ayuda psicológica asistida por una psicóloga hacia los pocos supervivientes de un accidente aéreo, éste da paso a un drama romántico entre ella y uno de sus pacientes,(mucho más sincero que otros sobrevalorados recientemente), y termina con una sorpresa que mejor no hacer ninguna referencia con otras películas como han hecho algunos y que te estropean la sorpresa ya mencionada.
Me he creído a estos personajes con sus emociones y deseos, me he creído esta historia y lo más importante su sólido desarrollo que ha hecho que los comprendiera, me han hecho reir y me han hecho llorar, tanto cuando se ha tratado de un drama romántico hasta cuando el guión ha terminado de jugar con esa incertidumbre que se cierne durante todo el metraje, esa aureola de misterio que no deja en paz a esos supervivientes buscando ciertas respuestas a lo que ocurrió realmente en el accidente y dar paso finalmente a la verdad.

Insufrible muestra de cine bajo mínimos, con una sencilla realización claramente disfuncional, una estructura de guión absurda, mal confeccionada y de horrorosa distribución, y un uso vergonzante de las apariciones de unos secundarios de lujo completamente desaprovechados. Los diálogos y la definición de personajes son de una generalización cargante y trivial, con conflictos planteados desde la superficialidad, la vulgaridad y el tópico.

La cinta se la juega en varios frentes sin llegar en ninguno a un resultado decoroso: ni la ramplona historia de amor que ocupa gran parte del metraje (hueca, fría, de relleno); ni el rollo macabeo de manual de autoayuda (Carpe diem y la vida son tres días. Monsergas trazadas desde una bisoñez y candor insufribles); ni, por supuesto, el tono de suspense mal encajado (que oscila entre teorías conspiratorias y teorías sobrenaturales), distribuido a lo largo de la cinta de una forma más que discutible hasta desembocar en un fast forward final que revela con prisas una conclusión sorpresa deficiente y no ya previsible, no… lo siguiente.

La protagonista mal. Muy mal. Pero ni siquiera ella es lo peor como a priori puede suponerse. Lo peor es la opción de no escoger un camino a seguir con todas las consecuencias; el error es la decisión de querer abarcar todas las aristas de esta historia sin saber dirigir ninguna de ellas.