Run, perseguido por todos

"Run" es una buena película.
A veces empezar con una sentencia tan obvia parece banal, pero no es así. ¿Por qué, entonces, es "Run" un filme tan poco conocido? Pues no lo sé. Supongo que gran parte de la culpa es que se trata de una película de bajo presupuesto -aunque muy bien gestionado, a tenor de las escenas de acción y destrozos que aparecen-, lo cual no significa de ningún modo que estemos ante una producción de serie B.

Lo que ya no se me antoja tan fácil discernir es la baja puntuación que recibe por parte de los usuarios de filmaffinity. Para mí "Run" se merece, como mínimo, un notable bajo. Engancha, te mantiene atento a la pantalla los 87 minutos que dura y, lo más importante, es di-ver-ti-da. Con un argumento tan simple -y simplón, si queréis-, consigue sin embargo que la persecución de toda una ciudad contra un pobre pringao resulte altamente entretenida, con buenas secuencias de acción y sobretodo persecuciones motorizadas.
A resaltar el papel del chaval Patrick Dempsey, que a mí me parece especialmente brillante y convincente, aunque en algún momento tenga algun deje un tanto "screetch" de comicidad forzada.

En fin, si quieres pasar un buen rato -corto, además- frente a la pantalla, con una historia sencilla pero trepidante, y con ese aire tan noventero que personalmente a mí siempre me gusta, debes darle una oportunidad a "Perseguido por todos"...

Película completamente entretenida, Acción pura y dinámica de la mejor calidad.
Una joya que por aquellos años encontré en el video club.
Desde el principio al final te atrapa con secuencias rápidas, dinámicas y bien elaboradas.
Una de las mejores películas de acción que he visto.

El título está bien escogido, porque de eso va la película, de una persecución de una hora.

Aunque el planteamiento y desarrollo inicial están bien, la peli pronto se vuelve predecible y aburrida. Viéndola imaginaba qué hubiese hecho Hitchcock con esta idea. Es la típica película ochentera de sobremesa, donde a una persona normal empiezan a pasarle las cosas más extravagantes. Falla la segunda mitad, donde parece un episodio del equipo A o del coche fantástico.

La protagonista femenina es la esposa de John Travolta, y hay que decir que a sus 29 años era un caramelito con ese pelo cardado.

Empieza la película y la primera vez que vemos a su protagonista está corriendo. Juguetón, tiene tiempo para estudiar, tener un pequeño y más o menos saludable vicio con el juego, ser mecánico y decirle a las chicas que son guapas. Cuidado, hoy en día tal vez a Charlie le debería preocupar menos que lo acusen falsamente de la muerte del hijo de un mafioso que de acoso sexual. Y, probablemente, la persecución en este segundo caso haría que la que vemos en la película se quede considerablemente pequeña a su lado. Sin embargo, es de agradecer al de arriba que existan película como esta, tan desprovistas de consideraciones de género, tan ligeras y con tanto sentido del humor.

La propuesta es sencilla pero, tal y como dijo su director, le podría pasar a cualquiera. Obviamente, no todos lo resolveríamos igual, pero la pluralidad de modos a los que su protagonista se adapta recalca el vigor con el que la cinta se desarrolla. Hace deporte, de modo que puede correr, estudia, de modo que puede pensar, y es mecánico, de modo que puede hacerle puentes a los coches. Todo está bien atado y el que no esté dispuesto a comprarlo también puede sucumbir al tono desenfadado de una propuesta que pretende enganchar a base de tensión y golpe de suerte. Obviamente, el modelo que vende de "suertudo" es el que es y a las feministas les entrará urticaria después de que le diga a la Preston que está preciosa (¿acaso mentía?).