Sintonía de amor

Otra participación del famoso (y olvidable) tándem Hanks-Ryan al servicio de la comedia romántica, con la buenrollista, blanda y happy-ending de Nora Ephron al frente. El resultado es tan melifluo como cabría esperar, pero consigue (sin arrebatar el corazón y adentrarse en la memoria) el típico relato sobre amor y esperanza tan dulce y tierno que engancha sin remedio.

Su visionado resulta agradable, sincero, induce a la sonrisa y, dependiendo de cada uno, incluso a la consabida lagrimilla sensible. Es, pues, un caramelo sentimentaloide tan previsible como digerible y simpático, como, a su vez, definitivamente poco perdurable.

No hace daño, no ofende ni sorprende, entretiene y se disfruta, y a otra cosa. Su falta de pretensiones y la sencillez de su narración juegan a su favor, lo suficiente como para que con un poco de oficio y tacto salga una cinta interesante y por encima de la media, pero sin pasarse.



Puntuación: ***/5

Esta historia de personas desveladas, y nunca he entendido por qué no se tradujo el título, es algo que aparentemente viene a ser como fresa al chocolate. Si se ve detenidamente, uno se da cuenta del antagonismo de sus dos protagonistas, aunque para este postre si funcionó bien la combinación. El guión resulta a veces un poco manipulado in extremis pero no concibo otra manera de llevar este cuento de hadas a la pantalla sin quitar del papel a Meg Ryan. Realmente me interesa el progreso de Tom Hanks en cómo va superando poco a poco las reticencias de un ideal a distancia cuando todo parece ser anodino e ilusorio. Y es que el papel de Ryan se queda algo corto a mi parecer, un poco de yo personal le hubiera venido bien al personaje. También creo que el final podría haber sido mejorado y no caer en el simple plagio de "tú y yo", obra que también aparece durante la película. Por lo demás, resulta una comedia bastante divertida, sobre todo por la insensatez adolescente de la protagonista, idónea para la historia. La veracidad de la historia es completamente creíble, el problema viene si uno no cree en la teoría de los polos opuestos porque resultaría difícil que ambos hubiesen llegado a conocerse. Una banda sonora muy clásica para dos personajes clásicos que funcionaron muy bien en los noventa. Manipuladoramente cómica y positiva. No apta para testaferros del naturalismo. Lo mejor, las llamadas radiofónicas, gran tributo a la radio sentimental y popular en hora de vigilia.

Algo debe tener esta película cuando la reponen y la reponen y la reponen... y siempre alcanza las mejoras cuotas de share de la TV.
Algo tendrá cuando cada vez que zapeas y la pillas... te engancha de inmediato.
Una ñoñería a priori. Vale. Pero está tan bien dirigida, tan bien actuada, tan bien montada... Con una banda sonora que reúne unos temas inolvidables; entre ellos, la melodía de la original "An Affair to Remember".
Una pareja protagonista que empastó de maravilla en su momento. El zenit de Tom Hanks y Meg Ryan.
Y de repente, te das cuenta que la ñoñería se ha convertido en un clásico que medio mundo ha visto por unas u otras circunstancias. Y que esto ocurra, es muy difícil. Cuantas otras comedias románticas han quedado en el olvido y no se ha vuelto a saber de ellas...
Como curiosidad, vemos a una jovencísima Rosie O´Donnell... que ahora lidera uno de los "talk shows" más importante de los EE.UU.

Es verdad todo lo que dicen otras críticas... Pero... ¿por qué tanta mala leche contra una película simplemente LINDA? Hay ternura, hay un proyecto de amor, hay un hijo simpático, hay Tom Ryan y la belleza increíble y rara de Meg Ryan (no es la belleza tradicional), hay un recuerdo para "Algo para recordar" (así la llamaron en Argentina a la de Cary Grant y Debora Kerr) y hay música y hay una torre donde se encuentran ¡por fin! dos personas que estaban destinadas a amarse. Pero che, no sean tan exigentes...!

Película rosa interpretada por dos actores que me caen bien como Meg Ryan y Tom Hanks.
No es una obra maestra, obviamente, pero es entretenida y linda de ver. Quizás para muchos desencantados de la vida, estas historias de amor son ridículas y abofeteables, pero para mi son retratos mas o menos fidedignos de todo amor en sus comienzos, que depende exclusivamente de nosotros no dejarlos extinguir, ya que el amor es la única posibilidad de felicidad que tenemos, no existe otra.