Spider-Man

De este estupendo videojuego podrían haber aprendido muchas de las películas que se han hecho del trepamuros. Bien es cierto que el lenguaje de ambos medios no puede ser el mismo nunca, aunque solo sea por duración y enfoque al usuario, pero desde luego, este juego me ha encantado y no soy fan del personaje para nada.
Su apartado técnico es de primera calidad, y eso conlleva que vamos a balancearnos por las calles de Nueva York como si tuviéramos el traje puesto. Además, está tan bien hecho, que cuando no hay edificios u objetos cercanos a los que disparar las telarañas, pues simplemente no las va a arrojar. Coger velocidad y altura para movernos por la ciudad de un sitio a otro, o persiguiendo enemigos en vehículos, ya de por sí es toda una gozada y solo por eso ya vale la pena. Y aun así, han implementado un sistema muy efectivo de viaje rápido, por si queremos ir al grano. Aprende, “Red dead redemption 2”.
A falta de un único enemigo o unos pocos como en las películas, aquí nos vamos a hartar. Tenemos enfrentamientos épicos con muchos villanos, algunos de los cuales todavía no han sido reflejados en la gran pantalla. Da pie a luchas bastante espectaculares.
La trama, muy bien construida, va de una conspiración con un arma biológica. Spider-man tiene aquí mucho combate, pero también fases de sigilo o puzles a resolver para poder avanzar. Entre los personajes secundarios destacaría a Mary Jane. Su cara virtual me gusta incluso más que en las películas, y me recuerda (aunque no lo es) a Alexandra Daddario, que hubiera sido una estupenda opción para interpretarla.
El juego es frenético y divertidísimo. Nos da muchísimas opciones de mundo abierto si queremos pararnos a explorar Nueva York, pero con la campaña principal y las expansiones ya da también para bastantes horas de juego (unas 20 aproximadamente). Pero no me he llegado a cansar en ningún momento, más bien al contrario, se me ha hecho corto.
Me lo he pasado muchísimo mejor con esta historia de Spider-man que con toda la trilogía de Sam Raimi, por no hablar de las de Andrew Garfield. Ojalá tomaran nota.