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Quinientas millas

Acción Frank Capua (Paul Newman), es un experto piloto de coches de carreras que antepone la competición a todo lo demás. Por culpa de esta obsesión casi pierde a su mujer (Joanne Woodward) y a su amigo y rival en los circuitos (Robert Wagner). (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
15 de julio de 2008
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enésimo trabajo de Joanne Woodward junto a su marido, Paul Newman, cuya interpretación, como casi siempre, derrocha magnetismo y carisma. Además, el actor de Ohio, gran amante de la velocidad, rodó las escenas automovilísticas sin dobles. Pese a su apariencia de película de acción deportiva, lo cierto es que nos hallamos ante un drama intimista y familiar que aborda con sobriedad y un excesivo sosiego asuntos como el matrimonio y sus crisis, o la custodia y educación de los hijos adolescentes. Las escenas de velocidad dinamizan la acción, distienden el dramatismo y aportan un evidente aunque bien llevado símil que compara la institución marital con una carrera de bólidos, ambas con problemas e imprevistos que dificultan la llegada a meta.
FERNANDO BERMEJO
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1 de abril de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
500 MILLAS es la ópera prima del director JAMES GOLDSTONE. Hasta entonces había realizado series de renombre como STAR TREK o EL FUGITIVO. En esta ocasión GOLDSTONE no obtiene el mismo resultado y la película no consigue sus objetivos, ya que, es un film carente de emoción, muy soso y sin nada que destacar. A todo ello, unir una banda sonora bastante floja que nunca llega a fusionarse con las imágenes y que resulta bastante plana y sin vibración.

La historia carece de cualquier tipo de aliciente y para nada se acerca a una película de acción automovilística estando mas cercano a los dramas de pareja expresado de forma muy irregular. No existen las historias secundarias y tampoco los toques de humor.

En cuanto a las actuaciones realmente flojas. No existe química entre la pareja WOODWARD-NEWMAN (en la vida real si lo existió y mucho) y los actores secundarios en ocasiones parecen salidos de un culebrón, excediéndose en su cometido y cargados de histrionismo, en especial RICHARD THOMAS (el hijo) en uno de sus primeros papeles de su dilatada carrera.

En definitiva, una película para olvidar en la que únicamente se pueden destacar algunas gotas de la relación padrastro-hijo y la actuación de NEWMAN que aunque será de las más corrientes de su carrera siempre consigue llegarte por su fuerza y magnetismo. Es de suponer que aceptó este papel por compartirlo con su esposa y por su desmedido amor al automovilismo que incluso le llevó a no ser doblado en las escenas.
WATUSI
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9 de enero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que Steve McQueen, Paul Newman también era un amante de la velocidad y por esas fechas ambos rodaron dos películas similares, el primero Las 24 horas de Le Mans y el segundo 500 millas. La que nos ocupa es sólo un pretexto para que Newman pueda demostrar sus habilidades al volante porque el argumento es mínimo.

Lo más potable de la función son sus espectaculares carreras de coches con Newman como piloto sin dobles y su excelente fotografía, por lo demás se trata de una de las obras menos interesantes de su famoso protagonista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Harold Angel
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14 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me ha fascinado el binomio Newman / Woodward, no solamente por la calidad de la pareja en la vida real sino por la propia solvencia de ambos en pantalla. El primero, ha sido justamente elevado a los altares del Olimpo cinematográfico. Además de belleza aporta una solidez en todos sus papeles que le hacer ser simplemente "perfecto". La segunda, Joanne, ha sido a mi juicio minusvalorada en contraposición al gigantismo de su marido. Ya que de por sí ha realizado papeles extraordinarios de uns profundidad sublime caso de "Raquel, Raquel" dirigida por su propio marido.
Soy muy fan de ciertas películas de ambos como "Desde la terraza" o "El largo válido verano" donde la pareja exhibía en pantalla una química de diez en dramas sureños cargados del espíritu de Tenesse Williams. Que "Piel de serpiente" de Lumet es algo así a "La gata sobre el tejado de zinc" ...y que ambos se cruzaban en papeles que podian haber compartido está claro .
En esta película de Goldstone (la primera seria) no se ve más como un encargo o capricho de la estrella Newman por exponer dos de sus pasiones celebérrimas: su familia y los coches. Si en ambas triunfa y es sobre todo en la faceta laboral (aquí los como piloto de riesgo en coches), claramente trasunto de su éxito en Hollywood, es porque la primera queda expuesta por tal éxito a graves peligros. El principal, el alejamiento de un hijo que ni si quiera es de de ambos. Años después a Newman le sobrevino la tragedia de la muerte de su hijo Scott de la que nunca se repondría.Curiosamente era hijo de su primera esposa y actuaba como doble especialista en películas de su padre. Es interesante ver como la película se anticipa a un drama que sobrevendría en el futuro en ls vida misma.
El fantasma del adulterio también queda patente como peligro, encarnado en alguien como R. Wagner con la que la propia actriz había compartido cartel años atrás en "Bésame antes de morir". Film bastante digno.
Hasta el más guapo corre peligro de perder la carrera de la vida por más bien que conduzcas.
No me perdería ni la película más floja de esta pareja.
Imagomundisblog
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17 de julio de 2016
0 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, qué película más aburrida. Pensad que si es ya es pesado ver el automovilismo, igual que las carreras de motos, en la televisión, qué efecto tiene cuando se representa en la ficción. Con todo, esta trama no es lo peor de "500 millas", ni siquiera la más importante. Por encima de una de carreras al estilo de "Días de Trueno" (1990), tenemos un drama romántico-familiar que acapara más tiempo que los bólidos y que encima es indignante, aberrante, horripilante y alguna cosa más acabado en "ante". Cuando ya lo daba todo por perdido, como a los 50 minutos, hay un giro muy acertado, cuya alegría pronto se difumina en mi fuero interno en vista de un obvio final que me temía. Para más datos, acudid al SPOILER.

La clave de que la película se hunda desde el primer momento es que el protagonista es un hábil piloto de carreras, Frank Capua, que es en realidad Paul Newman, que sin saber por qué, se enamora de una petarda, digamos que ligera de cascos, divorciada y con un hijo adolescente, Elora (Joanne Woodward). ¿Por qué? En la vida real los dos actores principales eran pareja pero en esta historia no hay quien se trague este romance, insípido, apresurado e injustificado, y menos aún el giro que da. Mi abierto deseo es que le diera la patada en favor de alguna de esas estupendas y sexis Grid Girls, Race Girls o modelos de carrera, tienen más nombres aún, que para mi desgracia ni aparecen en la cinta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Reaccionario
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