La caída mortal

Bryan Forbes fue un actor, guionista y realizar británico que, si bien decepcionaba a menudo, siempre incidía en temáticas que se apartaban de lo normal. Sus películas, por tanto, siempre atraían la atención del cinéfilo porque eran "raras", y él rodaba con afición a los ángulos extraños y las elipsis forzadas. Entre sus mejores obras cabría destacar King Rat, La habitación en forma de L, La caja de las sorpresas y The Whisperers, sin olvidar esa incalificable propuesta que era Las mujeres de Stepford. Deadfall, no obstante, es un fracaso. Es tremendamente aburrida, lenta y absurda en algunos tramos. La escena del robo en la mansión está rodada con el culo, y en lugar de dejarte clavado en la butaca debido a la tensión, sólo consigue impacientarte, mientras se intercalan imágenes de un concierto compuesto y dirigido por John Barry en persona, músico fetiche de Forbes (de hecho, la maravillosa banda sonora es lo mejor de la película). En el triángulo clásico chico-chica-marido viejo (y gay, detalle original) encontramos a un Michael Caine insultantemente guapo, pero que se limita a repartir caídas de ojos sin implicarse en lo que sucede, Giovanna Ralli, hermosa pero sosa, y Eric Portman, quien roba con facilidad la función sin inmutarse. Una pena, porque la historia tenía posibilidades, y Forbes sabía hacer mejor las cosas.

En un principio pintaba la cosa bien, Michael Caine en su época de esplendor, cierto aire retro y trhiller un genero que con Michael Caine de protagonista, no suele fallar, pero en esta ocasión si, y de forma estrepitosa, la trama es lenta, aburrida a muerte y un poco insustancial, lo único un poco salvable es la secuencia del robo, lo demas totalmente prescindible. En fin una pena oiga,

Película peculiar (aunque lo parezca, no es una aliteración).
Con carencias, por supuesto, pero también con encanto en varios campos. Vamos a ello:

La fotografía. Es, básicamente, interesante. Hay imágenes muy buenas y encuadres con gracia. No todos, ni mucho menos...pero los hay.

El argumento. Ladrón de guante blanco y relación pasional con atractiva mujer casada con señor mayor (y homosexual) que esconde secretos que lo devoran por dentro. Dicho así parece que va a ser un peliculón pero me temo que no terminan de sacar todo el jugo a la historia.

El guión. Le falta garra pero tiene un par de sorpresas en él, sobre todo al final, francamente notables e inesperadas. Esta misma historia mejor trabajada lo hubiera petado. Hubiera sido algo oscuro y sofisticado a la vez.

Visibiliza las minorías. En este caso la homosexualidad, el marido es homosexual (es un matrimonio de conveniencia) y se le ve flirteando abiertamente con un joven y luego conviviendo con él en su mansión. Sin traumas, sin vergüenzas, con naturalidad.

Descripción realista de España. No es todo toros y flamenco o playas. Ambiente rural y pobre cuando hace falta y urbano y sofisticado cuando es la mansión o el pisazo de un millonetis. Gente que viaja, habla y se divierte con normalidad. ¿Qué se creen en el extranjero? ¿Qué vamos con traje de torero por la calle? Serán garrulos...
Homosexualidad e infidelidades que se llevan con discreción, sí, pero también con mucha naturalidad.

Cierta sofisticación en la historia. Algo de lujo, de intriga romántica, fiestas y mansiones de postín, descapotables...

Los actores están bastante bien. Sobre todo Portman, muy convincente en todo el film y sobre todo cuando descubre sus dos fantasmas internos.

Sale Michale Caine.

¿En contra?

Como peli de robos o acción es la risa. Qué dos incompetentes.

El triángulo amoroso no termina de convencer. Es todo muy rápido. Y no será porque no hubiera metraje en el film...

Se puede prescindir de esta película pero es una curiosidad con puntos a su favor.

Aunque para mi gusto la historia va de más a menos, considero que la película combina muy bien los momentos de tensión (sobretodo durante el prImer robo) con las escenas más dramáticas.

Los dos protagonistas masculinos ofrecen unas buenas interpretaciones; la música y la fotografía son excelentes.

La mayoría de exteriores se rodaron en Mallorca. Como curiosidad, los ladrones de la película intentan robar en un palacio que cinco años después del rodaje fue ocupado precisamente por una familia de ladrones.

Mi único consejo sobre este bodrio infumable es: "No lo veas". Hay miles de cosas mejores que hacer con tu tiempo, como ver crecen tus uñas, mirar fijamente al techo durante horas y otras actividades más razonables que perder parte de tu vida visionando este bodrio.

Inicialmente parece, que no es, una película de ladrones de guante blanco. En realidad es una película más que aburrida que está pensada, quizás, para espectadores de los años 70 ya que su única virtud (si es que se puede llamar así) es asombrar a la mayoría moral de la época con relaciones conyugales extrañas, abiertas, homosexualidad, etc. Temas, que en pleno siglo XXi asombran menos ya que la trama de una película porno.

Algún robo hay, pero son realmente absurdos. Esperas planificaciones exhaustivas de genios del golpe y te encuentras a dos tipejos haciendo asaltos a chalets dignos de un ladronzuelo marginal de 17 años. La película está repleta de diálogos absurdos entre Michael Caine y Eric Portman, a cual más ridículo y con menos sentido. El argumento es un 100% la relación de los tres personajes principales (apenas sale nadie más); una relación ridícula, sin interés, aburrida y prescindible.

Sin caer en el spoiler, el final es tan absurdo y ridículo como el resto de la película.

Parafraseando al Coronel Samuel Trautman de John Rambo en Acorralado: he visto cosas que habrían vomitar a una cabra; esta es una de ellas. De nuevo te hago mi recomendación: no la veas.