Dos pícaros con suerte

Primera Road Movie de acción genuinamente americana. Ha servido de base para innumerables películas americanas del estilo "Colega donde está mi coche".
Burt Reynolds en estado puro y en sus mejores tiempos, imprescindible si te van este tipo de peliculas de acción, persecuciones y accidentes de argumento sumamente simple.
Me atrevería a decir que es un clásico del género, entretenimiento en estado puro.

El legendario Bandido recibe un encargo: debe hacer llegar en 48 horas un camión cargado de cerveza Coors hasta Atlanta, para lo cual deberá atravesar varios estados infringiendo la ley. A cambio recibirá 80.000 dólares.
Con estas premisas comienza "Smokey and the Bandit", traducida aquí por "Los Caraduras", una genuina 'Road Movie' de acción que supuso un éxito en taquilla y la consagración definitiva de este género.

La libertad y la rebeldía ante la autoridad son los temas principales, y ambos están encarnados en un vehículo: el Pontiac Firebird Trans Am que conduce Bandido, una mala bestia que debe estarle agradecido a esta cinta, pues supuso un notable incremento de sus ventas y popularidad.

El argumento es simplón y previsible, y los personajes estereotipados a más no poder: Bandido, el tipo duro encarnado como no podía ser de otra forma por Burt Reynolds y su bigote, su fiel compañero Cledus Snowman, el Sheriff gruñón al que todo le sale mal que pone el punto cómico y 'Rana' (Sally Field), que protagoniza algunos de los mejores momentos como copiloto de Bandido.

Pero en definitiva, después de verla es inevitable que te entren ganas de conducir, aunque tengas un utilitario y en lugar las autopistas de Alabama te espere el atasco de todos los días, todo parecerá menos grave si está sonando "East Bound and Down" de Jerry Reed en la radio.

Para la década de los 70s, estaban de moda en los EEUU los radios de comunicación “Citizen Band” en los automóviles, sus dueños usaban seudónimos para identificarse en las carreteras, era como un hobby que permitía conocer gente mediante la comunicación. “Smokey” era el seudónimo para identificar las patrullas de policías en las carreteras.

El film tuvo dos continuaciones, “Smokey and the Bandit II” (1980) transportando un elefante de Florida a Texas y “Smokey and the Bandit Part 3” (1983) donde el Sheriff Buford T. Justice apuesta su placa a que ganará una gran carrera, siempre con Burt Reynolds, Jerry Reed (1937-2008), Jackie Gleason (1917-1987) y el auto negro “Pontiac Trans Am (Firebird)” modelo1977.

La parte fuerte del film son las vibrantes escenas de persecución en autos. Burt Reynolds y Sally Field para la década de los 70s eran parte de los actores de mayor demanda de la época, ya ni se acuerdan de ellos.

Bandit (Burt Reynolds) es un camionero que tiene que recoger y entregar un cargamento de cerveza en menos de 28 horas. ¡Sumamente fácil¡, pero hay un problema, tiene que traerlo a gran velocidad evitando la intervención de las patrullas de caminos de Texas a Alabama.

La película generó por venta de taquillas la cantidad de $127 millones en EEUU solamente, más $59 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió dos nominaciones, una al Oscar por mejor edición y una a los “Golden Globes” por mejor actriz de comedia: Sally Field.

El objetivo de esta película está muy claro, cine comercial para el público americano (y para el que le guste el divertimento sin más). Country, espectáculos a lo grande, cerveza, apuestas tontas, carreras con trompos y chistes malos, los ingredientes necesarios, bien mezclados, no en batiburrillo si no en una proporción exacta, y como no puede faltar, la pareja para poner la guinda al pastel: Burt Reynolds y una simpática Sally Field, ambos de maravilla. Se les ve, entre tanta tontería, una relación de lo más agradable, no hay más que asistir a la secuencia que en las que paran con el coche en un prado a estirar las piernas; superan con facilidad grandes películas del género romántico con mucho título pero poco encanto.

No podría existir el mismo esquema en ningún otro lugar del planeta. Los americanos saben reírse de sí mismos como nadie y sin ofender a nadie. Ahí va Bandido dando cobertura a un trailer de cerveza, patrullas de carretera volando por los aires al agua o a estrellarse, y por encima de ellos, el Sheriff Buford y su hijo sujetándole el sombrero. Lo mismo, una pareja cómica absoluta, clásica y americana a más no poder. Indispensable. Seguiré con mi ciclo de Burt Reynolds.

Un delicioso combinado de road movie y comedia a ritmo de música vaquera. Interpretada por un Burt Reynolds en los mejores años de su carrera y en uno de los personajes por los que más es recordado, como el auténtico caradura que hace honor al título -en español eso sí- y una pizpireta Sally Field.
Lo mejor son sus constantes y divertidas huídas de la policía en un precioso Pontiac Firebird y especialmente las apariciones de Jackie Gleason como el sheriff Buford T. Justice y su obsesión por pescar al bandido. Todo un recital de estupidez humana. ¡Pero qué risa!