El actor Robert De Niro debuta como director con esta excelente película. La vida en el Bronx, la vida de un determinado grupo humano, es contada con planteamientos clásicos, un buen pulso y un ritmo cinematográfico irreprochable. La voz en off y las canciones de los 60s enaltecen el resultado.
Es cine negro, cine de gangsters, pero visto de refilón. La historia se centra en unos seres humanos, cuyas grandezas y miserias vamos conociendo; y les acabamos queriendo, tanto al padre como al gangster.
La película rezuma Scorsese, quizá un Scorsese más accesible, más fácil. Por cierto, se agradece la claridad expositiva.
La interpretación de De Niro, el íntegro conductor de autobús, es extraordinaria. Con una apabullante sencillez, De Niro "es" el padre de niño, borda el amor por su hijo, su honestidad. Creo que nunca le he "querido" tanto a De Niro como en esta película. Emociona.
También Chazz Palminteri borda su papel, da con el personaje: Ese hombre seco, duro, excéptico, que se ha hecho a sí mismo; y que también es una buena persona.
¿Que pasa con Rober de Niro?. Tras este éxito solo ha dirigido una película en más en 17 años. Y como actor no acaba de conseguir grandes papeles, de regalarnos grandes interpretaciones. Parece estar hundiéndose en películas facilonas; y su interpretación es cada vez más histriónica y gesticulante