Una excelente película. El director propone un amplio recorrido visual por San Petesburgo de fines de la década del 20. Lo hace con una secuencia de imágenes breves que no dejan nada aparte: puentes, arquitectura, rostros populares de menores, ancianos, oficios, etcétera. Tuve la oportunidad de verla en Argentina, en un excelente ciclo televisivo que rescata el historial de las grandes películas del cine clásico: El cebo, Psicosis, Vida de perros, El grito, Berlin, La huelga...En ese sentido, la película muda viene acompañada por la participación de destacados músicos que ejecutan sus instrumentos al par de la transmisión del film lo que le da un matiz de interés que, seguramente, influye en el resultado final.