Muchos podrían decir, que ‘El Último Late Night‘ es una película que no viene a traer nada nuevo al género, e incluso como otros afirman que no tiene un tono acertado, ya que es demasiado cómico para la historia, pero nada más lejos de la verdad. El nuevo film de los hermanos Cairnes, es una de las mejores experiencias de este año, en el cine de terror, ya sea por narrativa, su estética o por sus actuaciones. Es cierto que sigue siendo una historia de posesiones infernales y exorcismos, pero ya desde el inicio que estamos ante un producto de gran calado, pese a sus dos millones de presupuesto. Ya desde el inicio observamos como ‘El Último Late Night’ tiene una narrativa que se sale de lo convencional, optando por usar diferentes formatos

El film usará desde fotos para contar a los espectadores la historia del personaje, así como el marco sociopolítico en el que nos encontramos. Pero la cosa no queda ahí, ya que tendremos diferentes formatos de pantalla, ya sea con el color y con la dimensionalidad de la pantalla, para que distingamos qué cuando estamos en el programa, como si uno más del público fuéramos, y fuera de las cámaras.

En su parte actoral no hay nada que reprocharle a ‘El Último Late Night’. Todo el reparto hace un trabajo excepcional, empezando por el propio David Dasmalchian. Es cierto que durante algunos momentos el personaje tiene un tono más cómico, pero estamos en un programa de entretenimiento, que en muchas ocasiones recordará a ‘Crónicas Marcianas’. Así que el tono es acertado. Pero no os dejéis engañar, ya que cuando las cosas se tuerzan, nuestro protagonista, tendrá una actuación más oscura, y sería propia de este género. Pero si alguien se lleva la película cada mira a pantalla, esa es la joven actriz Ingrid Torelli. Cada vez que Lili responde al protagonista, o mira a cámara, pondrá al espectador de los nervios, y es que desde que entra, podemos entender que algo no va a salir bien.