Para quien no ha visto antes esta película, resulta trabajoso llegar al final. NO SE SALVA NADA, ni el argumento (sonrojante), ni los diálogos (absurdos en su mayoría), ni los actores (incluso Connery está bajo de forma interpretando a Ramírez, ese esperpéntico personaje). Las escenas de acción de esta película de acción, tampoco; resultan forzadas. Si eres fan de Queen (que no es mi caso) quizá puedas salvar de la quema la banda sonora.

Me gusta Nirvana. No viene a cuento, pero es el único motivo que me empujó a ver esta película. A quienes estén tentados de hacer lo mismo: no lo hagais. No pude acabar de verla: corría el riesgo de terminar odiando a Kurt Cobain; por suerte cuatro o cinco cabezadas lo evitaron, obligándome a irme a la cama.