Onírica, hipnótica, seductora. Jamás he visto una simbiosis tal entre fotografía, BSO y guión.

Es puro sentimiento inyectado en vena.
Es navegar entre aguas tranquilas de amor, pérdida, soledad, y otra vez amor.

Ciencia ficción madura, de la de antes, cuyo propósito no es otro que el de servir de escenario para enfrentarnos al más profundo sentir de nuestra existencia.

Es del tipo de o la odias, o la amas. Y si te llega, lo hará muy hondo y te dejará huella. Aquí en Filmaffinity ya vemos que bando va ganando. Dadle una oportunidad. Si os encandila como a mi, no os arrepentiréis jamás.

Primero vi Another Earth, del mismo director. Ciencia ficción distinta, usada más como contexto para representar emociones humanas que como excusa para lucir efectos especiales. Aunque me gustó, le faltaba consistencia para conectar más con el espectador. De todas formas me quedé con el nombre, ya que me dió la sensación de que apuntaba maneras.

Y con esta película mis sospechas se han confirmado. Muy en la línea de la anterior, consigue llegar a donde ésta no lo hacía. Muy emotiva, de una belleza visual increíble y bien acompañada de BSO e interpretaciones, logra conectar espiritualidad y ciencia de un modo que no recuerdo haber visto y además de forma convincente y realista.

¡Dios mío Denzel! ¿Como nos haces esto? Madre de dios vaya bodrio se acerca a nuestras salas de cine. Blade a regresado señores, esta vez en forma de cowboy-ninja-predicador. Patético. Creo que el Opus Dei comienza a cogerle gustillo a esto del cine con fines propagandísticos. No recomendada para personas con salud mental. La trama, muy previsible.