Es un placer ver a Nicole Kidman haciendo este tipo de películas. Su expresión y su conjunto son un deleite. La fotografía me ha parecido muy buena. Para los que no somos unos eruditos es realmente interesante, no he despegado los ojos de la pantalla a pesar de lo larga que es. A Hemingway le ponen tal y como era, perdido por el alcohol, pero con una vida muy intensa y llena de coherencias entre su mente y sus actos.

Echaba de menos a Ed Norton, me ha alegrado verle aunque el papel que le han dado no está a su altura. Y es que a mi actor gemelo ( que me han dicho que tengo un aire a él) este tipo de papeles se le quedan muy cortos. La falta de Matt Damon ya es una gran falta, así que su sustituto no tiene nada que hacer. Acción de principio a fin y de la buena, así que es entretenida pero sin más. Las persecuciones (que me encantan) son bastante buenas. Pero vamos, en general es una peli que te entretiene pero al día siguiente seguramente se te habrá borrado de la mente.

No cabe duda que el cine, como las bellas artes tiene que ver con los estados de ánimo. Una película muy sencilla, sin despliegues técnicos, fotografía mala y música que no destaca ni dice nada. El casting malo, la química de los actores muy mala. Pero lo bonito es la historia, un hombre que piensa que tiene la vida perfecta, descubre que no es así, su relación muy desgastada, vacía y aburrida. Y entonces se presenta algo tan simple que le hace descubrir que tiene que cambiar, que se ilusiona con poco, que le hace volver a sonreír, y a descubrir sus sentimientos. Que es capaz de entregarse, no sólo como persona sino entregar todo lo material por alguien. Ese alguien que a pesar de no conocer, le hace actuar sin esperar nada a cambio y haciéndolo porque lo siente.
Resumiendo, como producción es pobre pero la historia es preciosa.