Simpática película ligera con un argumento banal pero entretenido. Se sustenta -es un decir- sobre tres pilares:

1. El título (y el argumento) ya lo justifican: la exhibición de bellas señoritas en bikini. La mayoría no dicen ni una sola palabra en toda la película; la protagonista no creo que llegue a las 20 frases.
2. Unos gags de corte clásico, incluso pertenecientes al cine mudo, en varios casos. A veces, francamente bobos.
3. Una descacharrante persecución por San Francisco; copiando gags y escenas de películas como "La carrera del siglo", de Blake Edwards o la saga James Bond y sus artilugios secretos en el coche. Los malos pintorescos e histriónicos también aparecen en esta simpática bobada de película.

Como nota nostálgica y guiño a los fans de la serie B, la aparición de los aparatos de tortura en mazmorras ¡incluyendo el péndulo!, de la mano de -¿cómo no?- Vincent Prize.

Si las del ministerio de igualdad vieran la película se llevarían las manos a la cabeza ¡y con razón! Todo el elenco femenino del film sólo se limita a lucir palmito. No se les da ninguna relevancia, más que la de ser mujer florero.

En general es boba de puro ingenua en su desarrollo y en sus chistes. Este simpático argumento te hace prever lo que iban a ser otras "joyitas" del cine que ridiculizan a James Bond, por ejemplo: Austin Powers.