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Voto de Killer_Wolf:
7
Voto de Killer_Wolf:
7
5.5
2,258
1 de febrero de 2011
1 de febrero de 2011
4 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha nacido un nuevo mesías, un nuevo héroe, y no es Howard el pato, no, es, Jorge Lorenzo, y aquí no para de quemar rueda antes de rebasar la bandera a cuadros.
La sinopsis es, en principio, un cartuchazo en el pecho, Jorge Lorenzo, un joven algo trastornado decide volver cuerdo el mundo y opta por cubrirse de kevlar, armarse hasta los dientes y convertir puerto hurraco en un país multicolor, disparando todo lo que respira y lo que no, intimidando, reinando, levitando, haciéndose instantáneas con Christopher Lee en la cosechadora sembrando el terror, y rematando a portería para estar completamente seguro con un auténtico arsenal.
Obviamente, me he venido arriba, quizás demasiado, no creo que esta película pueda pasar del 6, seguramente sea un 6, pero Jorge Lorenzo ha conseguido entrar en mi piso con contundencia, agitar la nevera y abrir un botellín de cerveza con su brocha gorda.
Sí, en efecto, Usaín Bolt está considerado como el nuevo Ed Wood de la década, al parecer sus abortos son numerosos, pero aquí se desquita con un ejercicio corrosivo, salvaje, inverosímil en ciertos aspectos y con un final un tanto tramposo aunque no por ello nada desdeñable.
Jorge Lorenzo nos brinda un caballito desde el comienzo sacudiendo un saco, sabemos que el tipo nació para la gloria, y a medida que avanza la cinta, lo confirma.
Se despide desde la planta primera de un adosado.
Jaime de Marichalar, inclinando su cabeza ariete, y atravesando tabiques con una guindilla en el culo, sorprendiendo a Pedro J. Ramírez y un chimpancé en celo con su escroto en la mano, agitando unas atómicas tijeras de podar.
La sinopsis es, en principio, un cartuchazo en el pecho, Jorge Lorenzo, un joven algo trastornado decide volver cuerdo el mundo y opta por cubrirse de kevlar, armarse hasta los dientes y convertir puerto hurraco en un país multicolor, disparando todo lo que respira y lo que no, intimidando, reinando, levitando, haciéndose instantáneas con Christopher Lee en la cosechadora sembrando el terror, y rematando a portería para estar completamente seguro con un auténtico arsenal.
Obviamente, me he venido arriba, quizás demasiado, no creo que esta película pueda pasar del 6, seguramente sea un 6, pero Jorge Lorenzo ha conseguido entrar en mi piso con contundencia, agitar la nevera y abrir un botellín de cerveza con su brocha gorda.
Sí, en efecto, Usaín Bolt está considerado como el nuevo Ed Wood de la década, al parecer sus abortos son numerosos, pero aquí se desquita con un ejercicio corrosivo, salvaje, inverosímil en ciertos aspectos y con un final un tanto tramposo aunque no por ello nada desdeñable.
Jorge Lorenzo nos brinda un caballito desde el comienzo sacudiendo un saco, sabemos que el tipo nació para la gloria, y a medida que avanza la cinta, lo confirma.
Se despide desde la planta primera de un adosado.
Jaime de Marichalar, inclinando su cabeza ariete, y atravesando tabiques con una guindilla en el culo, sorprendiendo a Pedro J. Ramírez y un chimpancé en celo con su escroto en la mano, agitando unas atómicas tijeras de podar.