Esta, al igual que su magnífica secuela "Doctor Sueño", son dos extraordinarias películas de terror.

No un terror al uso como solemos entenderlo (a base de tenebrosas, decrépitas y polvorientas mansiones abandonadas, con largos y oscuros pasillos, sombras fantasmales y continuos sobresaltos en la banda sonora) lo que, ciertamente, puede ser mucho más efectista. No. Aquí dan más importancia al fondo (a la historia en sí) que a la forma (en cómo se cuenta esa historia o la plasman en pantalla).

¿Que le podían haber dado una forma mucho más terrorífica para dar más miedo? Estoy totalmente de acuerdo. El enclave y los actores eran los idóneos, sí, pero no supieron sacarle partido del todo.

Pero lo verdaderamente "terrorífico" de esta película y que es lo que en realidad me hace darle un irrevocable suspenso, es el doblaje al español. Es tan funesto, tan horrible y de tan mal gusto, que resulta ser un chiste y una bofetada para cualquier espectador. Es una auténtica vergüenza y un insulto a la industria del cine (más aún considerando que se trata de una película de culto y de categoría A). Para eso es mejor verla en versión original.

Siempre lo digo: un buen doblaje mejora sustancialmente cualquier película, pero uno malo directamente se la carga, por muy buena que pueda ser.

Ojalá esta la doblasen de nuevo con actores de doblaje de verdad y no de broma (Joaquín Hinojosa y Verónica Forqué están sinceramente patéticos).

En fin. Tocará sufrirla en lugar de disfrutarla cada vez que la vea. Una lástima.