Entretenida historia de una familia americana de principios del XIX, desde hace unos años ya hay que especificar, antes no pasaba.
La película no aporta nada nuevo, los actores hacen bien su papel y son bastante creíbles. No llega a ser aburrida a pesar de que es bastante previsible. Mantiene cierta tensión porque sabes que el personaje de Pearce es malo malísimo y que la tensión va a estallar con sangre en cualquier momento entre él y los gangster paletos.
Una buena interpretación de Hardy, haciendo de garrulo muy bruto, ya le había visto en un papel parecido en Warrior, con un físico como un armario y su cara de mala ostia, llena minutos de la película.

Shia LaBeouf aguanta bien el peso del papel protragónico y los secundarios están todos muy bien, al igual que los papeles femeninos. A destacar el pequeño papel de Gary Oldman, es casi un cameo de lujo.

El final me ha parecido sorprendente y ha pasado de película un poco aburrida a ser casi interesante.