The East
6.1
5,995
Thriller. Acción. Intriga. Drama
Sarah Moss (Brit Marling), empleada brillante de una poderosa compañía, debe cumplir una misión: infiltrarse en un grupo anarquista de ecologistas radicales que están creando problemas a algunas grandes empresas en venganza por su contaminación de la naturaleza y el medio ambiente. El problema surgirá cuando el carismático líder de la banda ecologista (Alexander Skarsgård) se enamora de ella. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2013
1 de diciembre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película está bien, sin más. No es un peñazo, pero si que te queda la sensación de que le falta chicha, de que está desaprovechada. En cualquier caso, pasó bastante desapercibida por cartelera y creo que tampoco lo merece con lo que hay últimamente
Partimos de una temática bastante original. Que yo sepa, no hay ninguna película anterior que haya tratado el ecoterrorismo, y creo que puede dar bastante jugo con el debate ético/moral que puede generar. Obviamente, lo del agente que se infiltra en un banda si que lo hemos visto más veces y en diferente tipos de bandas: en la mafia (infiltrados), atracadores de bancos surfistas (Le llaman bodi), etc... Pero en estos casos, se trataba de delicuentes que actuaban solo para su bien, estaba claro que eran los malos. Sin embargo en The East, actúan de forma más altruista: Defender nuestro planeta. O más bien atacar a quien ataca nuestro planeta. La pregunta moral sería hasta donde deberíamos llegar para defender esta noble causa, ¿el fin justifica los medios? y tras ver la película, no me hice estas preguntas. Y ahí es donde considero que pierde puntos la película.
Se supone que la protagonista si que se empieza a hacer estas preguntas, pero no está muy claro. Parece que tiene más dudas en enamorarse o no del líder de los terroristas. Y considero que este problema surge principalmente de que los personajes principales no están bien definidos:
1. La agente infiltrada no sabemos nada de ella, solo que estuvo en el FBI y ahora su trabajo es infiltrarse en este grupo terrorista. No sabemos nada de su opinión respecto al ecologismo. Solo parece felizmente casada, pero el matrimonio se va al garete poco a poco, y apenas si explican porqué.
2. Del líder terrorista solo sabemos que quedó huérfano y con mucha pasta. ¿Que le hace dar el paso al terrorismo ecológico? No lo sabemos.
3. Del personaje de Ellen Page tampoco sabemos mucho más. Aunque eso no quita que Page haga un gran trabajo como suele ser habitual en ella.
4. El médico del grupo, sabemos algo de su pasado, y si que te cuentan porqué está ahí. Pero en este caso pecan de personaje muy estereotipado.
En resumen, en la mayor parte de los casos, no sabemos como los terroristas llegan a ese fanatismo que les hace creerse superiores moralmente al resto.
También han sobrado ciertas escenas, como la del rito de iniciación en la banda, que además creo que explican mal cual era su significado (para mi es que solos no podemos hacer muchas cosas, pero ayudándonos unos a otros sí) o la del jueguecito de la botella, que sobra de todas todas. Otro punto que desaprovecha la película es como puede afectar un trabajo del tipo de la protagonista a su vida familiar y personal. Sí, al final el marido se cansa de la situación, pero lo hace de golpe y porrazo.
Tras ver esta película deberías de salir indignado. Compartir o no compartir lo de que el fin justifica los medios, que es el gran interrogante que debería dejar. Pero en definitiva salir cabreado y con dudas. Y no lo consigue. Al final la película deriva en un thriller más. Y considero que gran culpa la tiene en tener que meter la muy vista historia de amor.
En cualquier caso, aunque merece la pena verla, no deja de ser una película más de lo que pudo haber sido y no fue.
Partimos de una temática bastante original. Que yo sepa, no hay ninguna película anterior que haya tratado el ecoterrorismo, y creo que puede dar bastante jugo con el debate ético/moral que puede generar. Obviamente, lo del agente que se infiltra en un banda si que lo hemos visto más veces y en diferente tipos de bandas: en la mafia (infiltrados), atracadores de bancos surfistas (Le llaman bodi), etc... Pero en estos casos, se trataba de delicuentes que actuaban solo para su bien, estaba claro que eran los malos. Sin embargo en The East, actúan de forma más altruista: Defender nuestro planeta. O más bien atacar a quien ataca nuestro planeta. La pregunta moral sería hasta donde deberíamos llegar para defender esta noble causa, ¿el fin justifica los medios? y tras ver la película, no me hice estas preguntas. Y ahí es donde considero que pierde puntos la película.
Se supone que la protagonista si que se empieza a hacer estas preguntas, pero no está muy claro. Parece que tiene más dudas en enamorarse o no del líder de los terroristas. Y considero que este problema surge principalmente de que los personajes principales no están bien definidos:
1. La agente infiltrada no sabemos nada de ella, solo que estuvo en el FBI y ahora su trabajo es infiltrarse en este grupo terrorista. No sabemos nada de su opinión respecto al ecologismo. Solo parece felizmente casada, pero el matrimonio se va al garete poco a poco, y apenas si explican porqué.
2. Del líder terrorista solo sabemos que quedó huérfano y con mucha pasta. ¿Que le hace dar el paso al terrorismo ecológico? No lo sabemos.
3. Del personaje de Ellen Page tampoco sabemos mucho más. Aunque eso no quita que Page haga un gran trabajo como suele ser habitual en ella.
4. El médico del grupo, sabemos algo de su pasado, y si que te cuentan porqué está ahí. Pero en este caso pecan de personaje muy estereotipado.
En resumen, en la mayor parte de los casos, no sabemos como los terroristas llegan a ese fanatismo que les hace creerse superiores moralmente al resto.
También han sobrado ciertas escenas, como la del rito de iniciación en la banda, que además creo que explican mal cual era su significado (para mi es que solos no podemos hacer muchas cosas, pero ayudándonos unos a otros sí) o la del jueguecito de la botella, que sobra de todas todas. Otro punto que desaprovecha la película es como puede afectar un trabajo del tipo de la protagonista a su vida familiar y personal. Sí, al final el marido se cansa de la situación, pero lo hace de golpe y porrazo.
Tras ver esta película deberías de salir indignado. Compartir o no compartir lo de que el fin justifica los medios, que es el gran interrogante que debería dejar. Pero en definitiva salir cabreado y con dudas. Y no lo consigue. Al final la película deriva en un thriller más. Y considero que gran culpa la tiene en tener que meter la muy vista historia de amor.
En cualquier caso, aunque merece la pena verla, no deja de ser una película más de lo que pudo haber sido y no fue.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final, la protagonista consigue atacar el sistema desde dentro, que es en mi opinión como se debería de actuar (está claro que por algo es la buena de la película). Tenemos que luchar por nuestras ideas, pensar por nosotros mismos, pero no aplicar la justicia por nuestra cuenta. Porque entonces ¿Quién vigilaría a los vigilantes? Ese es el gran dilema que olvida el guión.
11 de enero de 2024
11 de enero de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un desapasionamiento pocas veces visto, como si le hubiesen extirpado las emociones quirúrgicamente, “The East” hace virtud de la sobriedad, virtud, de modo que la extrema frialdad con la que se desarrolla su trama de infiltrados expuestos al Síndrome de Estocolmo le otorga un aire de objetividad que redunda en una especie de credibilidad. Si ese afortunado enfoque fue premeditado o consecuencia de tener a un reparto poco dado a la expresividad puede ser un debate tan fascinante como irrelevante: el resultado es positivo, con un thriller que, si bien plantea muchos lugares comunes, al menos se molesta en encontrar un escenario poco transitado como es el de una organización de extremismo ecológico (en la frontera con el ecoterrorismo) “atacada” por una consultora privada.
Se agradece un tratamiento de todas las partes con mucho sentido común: ni los ecologistas son zumbados que denuncian que los gallos violan a les gallines ni las multinacionales son la Gestapo. Entre lo exótico de la historia, lo riguroso de su tono, lo correcto de su ejecución y un desarrollo bastante razonable (aunque se traicione un poco al final), la película se deja ver con intriga y curiosidad hasta el punto de no prestar demasiada atención a sus inclinaciones moralizantes ni en uno ni en otro sentido, simplemente por el puro entretenimiento de ver por dónde va la cosa y cómo termina.
Se agradece un tratamiento de todas las partes con mucho sentido común: ni los ecologistas son zumbados que denuncian que los gallos violan a les gallines ni las multinacionales son la Gestapo. Entre lo exótico de la historia, lo riguroso de su tono, lo correcto de su ejecución y un desarrollo bastante razonable (aunque se traicione un poco al final), la película se deja ver con intriga y curiosidad hasta el punto de no prestar demasiada atención a sus inclinaciones moralizantes ni en uno ni en otro sentido, simplemente por el puro entretenimiento de ver por dónde va la cosa y cómo termina.
20 de diciembre de 2013
20 de diciembre de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
El reparto me llamaba mucho la atención y eso fué lo que me llevó a verla y descubrí que la idea es diferente e interesante. Tiene momentos muy profundos y otros totalmente patéticos. Cuando comienzas a verle algo muy interesante te sorprende y rápidamente lo estropean con escenas tontas o sin sentido que no pegan. Me hubiera gustado que se vieran más golpes a grandes corporativas ya que son lo mejor de la cinta. No digo que los momentos románticos o de reflexión no estén bien pero escasea lo mejor que aporta la historia, que es la realidad de lo real que nos transmite. Y aunque parezca exagerado, nada de eso es aun peor de lo que lo pintan en la cinta y no nos damos cuenta o mejor dicho preferimos mirar hacia otro lado y que se ocupen otros. Algo muy triste.
Lo mejor: La realidad que nos muerta es dura pero real.
Lo peor: El juego de la botella. ¿Que tienen cinco años?
Mejor escena: Juzgando a un padre.
Las frases: Miro por que no quiero mirar.
Puntuación de 6 sobre 10.
Lo mejor: La realidad que nos muerta es dura pero real.
Lo peor: El juego de la botella. ¿Que tienen cinco años?
Mejor escena: Juzgando a un padre.
Las frases: Miro por que no quiero mirar.
Puntuación de 6 sobre 10.
15 de diciembre de 2016
15 de diciembre de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Solemos pensar que un país se percibe en una única forma; social, política o económica.
No tendría sentido que fuera de otra manera, teniendo en cuenta todos los factores que lo componen, y la delicada conciencia social de todos los que lo habitan.
'The East', sin embargo, invita a contemplar los países de diferente manera: como visiones impuestas que a menudo esconden otras verdades más realistas bajo su superficie, pugnando por salir si nos informamos lo suficiente.
Sarah, una fantástica Brit Marling, sentencia en un momento "siento como si hubiera estado de vacaciones en otro país", y realmente apenas se ha movido del sitio. Hasta ese punto llega la brecha entre cómo se percibe por la élite acomodada o de clase media, y la más concienciada impresión de desfavorecidos o grupos radicales como el que da nombre a la película.
Pero 'The East', lejos de glorificar dichas organizaciones, desarrolla la relación de Sarah dentro de ella de la manera más aséptica posible: no hay rastro de radicalismo ni ideas salvajes en sus conductas, tan solo comprensión y lógica a la hora de llevar a cabo sus objetivos.
Zal Batmanglij quiere que entendamos a gente que para los medios habituales serían simples terroristas, y evita el cómodo blanco y negro, buscando las aristas dentro de un molde preparado. Benji, el líder de The East, no podría ser más calmado, lo más alejado posible de la imagen de gurú violento que proyectan de él quienes no le conocen.
Sarah, como inesperada turista en ese país extranjero que le muestra la organización, se da cuenta así de lo engañada que había vivido por sus superiores, que la piden respuestas, mientras su nueva familia de acogida simplemente plantea las preguntas adecuadas.
Claro que la sombra de la duda no deja de planear sobre sus acciones: ¿de verdad The East es tan revolucionaria como parece? ¿sus líderes y manos ejecutoras no están tan manchadas de sangre como las de los jerifaltes de las organizaciones que ajustician?
Tras un concreto acto de venganza de The East contra una empresa distribuidora de un medicamento tóxico, en el que entran en juego la moralidad de quitar una vida o perdonarla, dichas preguntas parecen menos fáciles de responder que nunca.
Y luego será aún peor: los lazos familiares, los padres de una de las integrantes, entran en juego para demostrar que, incluso en los radicalismos, merece la pena hacer algo arriesgado solo porque te lo pide tu hija.
Sarah acabará aprendiendo que existen países sobre países, cada uno con sus leyes y normas, ciegamente desconectados de lo que puedan pensar otros.
Y, por lo tanto, la posición en la frontera sería la única deseable: la más equilibrada, la que no mata ni deja matar, porque confía en que, si queremos, podemos encontrar un camino común.
No tendría sentido que fuera de otra manera, teniendo en cuenta todos los factores que lo componen, y la delicada conciencia social de todos los que lo habitan.
'The East', sin embargo, invita a contemplar los países de diferente manera: como visiones impuestas que a menudo esconden otras verdades más realistas bajo su superficie, pugnando por salir si nos informamos lo suficiente.
Sarah, una fantástica Brit Marling, sentencia en un momento "siento como si hubiera estado de vacaciones en otro país", y realmente apenas se ha movido del sitio. Hasta ese punto llega la brecha entre cómo se percibe por la élite acomodada o de clase media, y la más concienciada impresión de desfavorecidos o grupos radicales como el que da nombre a la película.
Pero 'The East', lejos de glorificar dichas organizaciones, desarrolla la relación de Sarah dentro de ella de la manera más aséptica posible: no hay rastro de radicalismo ni ideas salvajes en sus conductas, tan solo comprensión y lógica a la hora de llevar a cabo sus objetivos.
Zal Batmanglij quiere que entendamos a gente que para los medios habituales serían simples terroristas, y evita el cómodo blanco y negro, buscando las aristas dentro de un molde preparado. Benji, el líder de The East, no podría ser más calmado, lo más alejado posible de la imagen de gurú violento que proyectan de él quienes no le conocen.
Sarah, como inesperada turista en ese país extranjero que le muestra la organización, se da cuenta así de lo engañada que había vivido por sus superiores, que la piden respuestas, mientras su nueva familia de acogida simplemente plantea las preguntas adecuadas.
Claro que la sombra de la duda no deja de planear sobre sus acciones: ¿de verdad The East es tan revolucionaria como parece? ¿sus líderes y manos ejecutoras no están tan manchadas de sangre como las de los jerifaltes de las organizaciones que ajustician?
Tras un concreto acto de venganza de The East contra una empresa distribuidora de un medicamento tóxico, en el que entran en juego la moralidad de quitar una vida o perdonarla, dichas preguntas parecen menos fáciles de responder que nunca.
Y luego será aún peor: los lazos familiares, los padres de una de las integrantes, entran en juego para demostrar que, incluso en los radicalismos, merece la pena hacer algo arriesgado solo porque te lo pide tu hija.
Sarah acabará aprendiendo que existen países sobre países, cada uno con sus leyes y normas, ciegamente desconectados de lo que puedan pensar otros.
Y, por lo tanto, la posición en la frontera sería la única deseable: la más equilibrada, la que no mata ni deja matar, porque confía en que, si queremos, podemos encontrar un camino común.
14 de mayo de 2023
14 de mayo de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Ridley Scott y la actriz Brit Marling (Sound of My Voice, The OA) producen "The East" un thriller sobre ecoterrorismo dirigido por Zal Batmanglij (Sound of My Voice, The OA) y guionizado por el propio Zal Batmanglij junto con su actriz fetiche, Brit Marling, quien también interpreta a la protagonista.
The East es una organización ecoterrorista en la que nos adentramos junto con una infiltrada. La trama es interesante, y se desarrolla a buen ritmo, generando momentos de intriga de forma efectiva a medida que avanza y se van descubriendo los secretos y se profundiza en los personajes. Pero lo que más me ha gustado, es como, sin caer en tópicos y sin ser simplista, consigue plantear preguntas al espectador, sobre la justicia, la moralidad y la corrupción, haciéndote reflexionar sobre estos temas, sin que esto perjudique el clímax y la tensión.
"The East" es un thriller inteligente, emocionante y reflexiva al mismo tiempo. Totalmente recomendable si también te gustan las tramas conspirativas.
The East es una organización ecoterrorista en la que nos adentramos junto con una infiltrada. La trama es interesante, y se desarrolla a buen ritmo, generando momentos de intriga de forma efectiva a medida que avanza y se van descubriendo los secretos y se profundiza en los personajes. Pero lo que más me ha gustado, es como, sin caer en tópicos y sin ser simplista, consigue plantear preguntas al espectador, sobre la justicia, la moralidad y la corrupción, haciéndote reflexionar sobre estos temas, sin que esto perjudique el clímax y la tensión.
"The East" es un thriller inteligente, emocionante y reflexiva al mismo tiempo. Totalmente recomendable si también te gustan las tramas conspirativas.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here