No me ha gustado nada. Al cabo de una hora he mirado en el móvil cuanto llevaba en el cine y no podía creer que todavía faltase la mitad de la película. He tratado de pensar en lo fresquito que se estaba en la sala dada la ola de calor actual, pero nada, me he aburrido igualmente de lo lindo.
Vaya por delante que no me suele gustar la mezcla de géneros de acción y comedia, y menos de esta forma que considero forzada y simplona. Al público general parece que le ha encantado aunque a mí eso me trae sin cuidado, me parece una puta mierda de campeonato. Es un pastiche de lo peor de Tarantino y Ritchie mezclado con otros ingredientes que no voy ni a enumerar de la fatiga que me da volver a recordar este gran truño bala. Y mira que hay peliculones que se desarrollan en trenes, pero esta ridiculez no da la talla.
Brad Pitt fenomenal, que sí, no da tanta pena como el mostro de Michael Shannon haciendo el mamarracho. Y lo de Bugs Bunny lo de siempre, latino pues narco y me lo cepillo rápido.
Mi pareja la disfrutó mucho en cambio, así que no voy a seguir soltando bilis sobre lo que yo considero un insulto a la inteligencia y al buen gusto. Disfruto del cine más comercial pero en este caso me hubiese bajado en la primera parada del trenecito porque me he aburrido con avaricia, y esto es lo peor que se puede decir de un cine con semejantes pretensiones.

Retorciendo una historia simplona buscando dar fondo a algo que no lo tiene, la pelicula, como el tren kilómetros, va recorriendo metraje mientras mezcla ideas ya vistas en otros films y directores de culto con una dosis de violencia tan innecesariamente sangrienta como poco relevante. El sentido del humor solo funciona con uno de los personajes y es fallido en la mayoría de las situaciones del film (el patio de butacas solo rió en un par de ocasiones). De modo que nos encontramos con un descarrilamiento en toda regla que, eso sí, tiene las suficientes dosis de chorradas y sesos esparcidos como para gustar a un público joven poco exigente que guste de efectismos y truculencia. El tren de la bruja de la feria tiene menos pretenciosidad y más divertimento sano que esta magna chorrada que, pese a su velocidad y paradójicamente, te llega a aburrir más pronto que tarde a lo largo de sus dos horas de duración. Por cierto que pena ver a Michael Shannon en un papel/proyecto así...

La película funciona como un puzzle y, al final, encajan todas las piezas. O, más bien, las hacen encajar de una forma un tanto forzada quizá. Tiene algún momento cómico, pero se nota demasiado que bebe de películas mucho más logradas, especialmente de Tarantino, aunque sin su genialidad.

Para mi gusto, excesivamente trepidante, un ritmo un poco más pausado hubiera resultado positivo, pero en este caso y, a pesar del "encaje" final, aporta confusión, cierto distanciamiento y consulta al reloj.

Hay muy buena química entre algunos actores, como los gemelos, que recuerdan a la pareja de Pulp Fiction, aunque Lemon esté un tanto infantilizado, quizá buscando conquistar al público adolescente. Buenas actuaciones de ambos. Por cierto, he enviado vídeo con las pegatinas del trenecito Thomas que maneja Lemon para clasificar a las personas. Espero que me lo mantengan (jeje...)

Brad Pitt hace un buen papel y sirve de nexo de unión de este loco guión.

Algunos personajes están desaprovechados o sus apariciones son meteóricas. Otros, resultan esperpénticos.

A pesar de todo, resulta un buen entretenimiento y no es mala opción para pasar una tarde fresquita, eso sí, en una SALA DE CINE. No creo que resista el visionado en una pantalla pequeña. Llenad las salas, amigos, que da pena verlas medio vacías. Un televisor, PC o pantalla móvil, no son medios adecuados y menos en este caso. Votad por las salas de cine, la mayoría tienen ofertas y descuentos y no tenéis la excusa del precio.

CINE, EN EL CINE... ¡¡SIEMPRE!!

Divertida, fresca, a ratos incluso hilarante, el homenaje al mejor Tarantino se ve desde el primer momento. Desde el maletín, la pareja de gansters, los diálogos aparentemente absurdos pero muy bien hilados hasta la sangre, y sobre todo la acción. Mucha y divertida.
Y todo ello funciona, y lo hace francamente bien.

Últimamente estoy viendo películas divertidísimas de matanzas lo más sangrientas posible.

Desde Marvel hasta esta que nos ocupa, se va matando a decenas, centenares de personas haciendo chistes y poniendo caras graciosillas.

No sé: antes la violencia era entre buenos y malos. Y matar era una cosa mala en cualquier formato posible. Incluso el duro Harry el Sucio mataba por una suerte de justicia, aún sabiendo que era una lucha entre moral e injusticia.

Pero es que ahora yo no sé qué pasa: comedias delirantes basadas en... poner sangre a manguerazos, contar chistes mientras se le atraviesa la cabeza a otro, reventarle los sesos a aquél bailando una cumbia...

Y ya satura. Ya uno se harta. Porque no es sólo que ya las películas han perdido toda suerte de historia, de contenido o de reflexión. Ahora se nos enseña que matar es divertidísimo, para que cuando el próximo niño que coja una metralleta y vaya a una escuela a matar a sus compañeros, lo haga partiéndose el culo a carcajadas.