Haz click aquí para copiar la URL

El próximo año a la misma hora

Romance. Drama. Comedia Un hombre y una mujer se conocen por casualidad en el comedor de un romántico hotel. Aunque ambos están casados, al día siguiente despiertan perplejos en la misma cama preguntándose qué les ha pasado. Sin embargo, se citan para el año siguiente en el mismo hotel y en la misma fecha. Adaptación cinematográfica de un previo éxito de Broadway. (FILMAFFINITY)
Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
12 de junio de 2021 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojalá algún interés romántico me hubiese hecho esa pregunta...

"Same time. Next year" es una de mis comedias románticas favoritas. Siempre me emociono al verla y cada cierto tiempo necesito darle un nuevo visionado. Mayoritariamente en estos tiempos donde todo es tan trágico, necesito evadirme y ver buenas películas. Ya sé que no se trata de una obra maestra pero sin ser perfecta, ni el mejor filme dentro de la carrera de Robert Mulligan, personalmente es la que más me gusta y también pienso que en manos de otro director quizá no resultaría tan encantadora.
Adaptando una pieza teatral que cuenta mediante conversaciones y fotografías la historia de Estados Unidos desde 1951 hasta 1977, y los encuentros con intervalos de cinco años, de unos enamorados: Doris (Ellen Burstyn) y George (Alan Alda) que desde la noche en que se conocieron no han dejado de regresar cada año al mismo hotel para pasar juntos un fin de semana. Como leí por ahí: "Décadas de amor".

Me encanta el hecho de que sólo tenemos dos únicos protagonistas y mediante ellos sabemos sobre los cónyuges de cada uno. No necesitamos verlos, sólo los imaginamos mediante la información que el guión nos brinda. Me fascina y esto es muy subjetivo (hay quienes pensarán exactamente todo lo contrario), que nunca se planteen solicitar el divorcio, cosa de dejar de ser infieles. Podríamos pensar que son de lo peor porque engañan, sí pero además de que se aman tampoco es que sus matrimonios les importen un bledo. Sienten tanto respeto por la familia y por las personas con quienes se casaron que no podrían mandar todo al diablo. Hoy en día, a la primera de cambio te abandonan con hijos y todo, pero Doris y George son diferentes y a lo mejor sea por todo esto que la cinta me resulta tan cautivadora... no puedo evitarlo.

Las referencias a la cultura popular que Mulligan nos regala en imágenes son para no perdérselas. No quiero revelar más de lo necesario pero se permite hacerse un auto guiño, o un auto homenaje si se quiere y es maravilloso verlo. La canción es icónica.

En fin, una cinta muy recomendable como todo el cine de los años '70. Con un trabajo interpretativo que no decae en ningún momento. Los 120 minutos de metraje se pasan volando, y a medida que va avanzando más interesante se vuelve. No se la pierdan.
6
5 de julio de 2016 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un pastel de merengue con triple ración de azúcar, muchas golosinas de guarnición y dos actores ante el reto de hacer que funcione para todos los públicos. Todo ello pese a que son unos adúlteros, engañan a sus familias y callan no sólo una vez en la vida sino año tras año. Siempre la misma mentira. Pero ay!! caen bien porque lo hacen por amor, se acuestan porque se quieren. Si se vieran cada año en el mismo sitio a la misma hora porque les gusta el sexo y disfrutar de sus cuerpos entonces no tendríamos película, o sí pero sería una porno tal vez.

El caso es que "El próximo año a la misma hora" es un pastel que incluso puede convencer a quienes como yo no nos suele gustar este tipo de películas románticas que oscilan entre la comedia y el drama. Él no aprovecha el papel, o tal vez sea culpa del guión o del director, lo que tengo claro es que el pilar de la película es ella, que va a retirarse a un convento la primera vez a meditar... y años después aparece vestida de hippie y convencida de lo que dice. Y hasta la vemos a punto de parir, una maravilla. Así que mejor ella que él. Siento decirlo tal cual, pero en la escena donde Alan Alda debería transmitirnos el peor drama interior y acaban abrazándose no alcanza el nivel: malo, malo, malo...

Cada año engañan, cada año se acuestan. Hasta él lleva la cuenta de las veces que han fornicado. Pero se quieren, eso ha de quedar claro desde el principio para justificar la idea de la película y transformarla en el pastel que es. Así que pasamos por alto que son unos falsos y aplaudimos la idea. Yo también, pero menos...
9
21 de mayo de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contable de profesión, George Peters, es un conservador padre de familia. Ama a su esposa y a sus tres hijos, es un hombre de principios que cree en la fidelidad… pero la vida pone, un día, en su camino a una atractiva mujer llamada Doris, poco estudiada, también casada y como él con tres hijos, pero, tiene a su favor un carácter admirable, un corazón abierto de par en par... ¡y una capacidad de ver más allá de las palabras que, a nuestro amigo George, lo deja fascinado! Como si, juntos, hubiesen visto la película, “Come September” (también de Robert Mulligan), ambos aceptan verse, cada año, en una posada llamada Sea Shadows, donde nunca tendrán lugar de meterse al mar, porque, evitando ser vistos por extraños y ante la escasez del tiempo que pueden pasar juntos, ellos prefieren meter-se en asuntos mucho más íntimos.

Lo que ocurre en aquellas cuatro paredes, es un estudio de caracteres, estilo décadas 1950, 60 y 70, que se guardará para siempre en el recuerdo porque, George y Doris, entienden mucho del amor, saben a cabalidad lo que significa la vida en pareja, y captan con precisión lo que vale tener a un confidente ante el que puedes Ser, sin tapujo alguno. Como ocurre con cualquier par de enamorados, hay cosas del uno y del otro que tardan en conocer y con las que quizás chocan, pero luego, ellos sabrán encontrar las razones que les permite sobrellevar sus diferencias. Así, conforman una pareja encantadora, inolvidable y muy digna de ser tomada en cuenta.

El cuento empezó con un viaje de vacaciones que, junto a su esposa, hiciera el dramaturgo y guionista canadiense, Bernard Slade, a la posada Heritage House, cuya chimenea, piano, su decoración abundante en antigüedades… y las muchas cosas que allí sucedieron entre ellos en aquellos días, lo inspiraron, luego, para escribir la obra, “Same Time, Next Year”, la cual se estrenó en Broadway, en marzo de 1975, llegando a 1.453 representaciones. Ellen Burstyn y Charles Grodin fueron los protagonistas, aunque el escritor siempre tuvo en mente a, Alan Alda, para el rol de George, pero, compromisos previos impidieron a éste aceptar.

El rodaje se hizo en la misma posada donde estuvieran Slade y su esposa, y la historia está dividida en segmentos que dan cuenta de anécdotas ocurridas cada cinco años del largo período en que, George y Doris, sostienen su singulares relaciones. Con impecables toques de comedia, algo de drama ¡y mucho de amor!, vamos a presenciar cómo nos marcan las tendencias sociales; cómo evolucionamos con los sucesos históricos; y cómo hay ideas y sentimientos que perduran contra todas las adversidades.

Ellen Burstyn, quien, en 1975, fuera la segunda actriz (la primera fue, Audrey Hepburn) en ganar, el mismo año, el premio Tony (teatro) y el Oscar cinematográfico por, “Alice doesn't Live here Anymore”, nos ofrece una actuación esplendorosa en la que da cuenta de esa inmensa capacidad polifacética que siempre la ha caracterizado. Su rol, es ejemplo de mujer de temple, clara en sus ideas, capaz de meterse en el alma de los hombres, y con una visión de futuro que, súbitamente, la pone a asumir cosas de esas que, aunque lo parezcan, en realidad nunca son tardías porque aún es posible recuperarlas.

Por su parte, Alan Alda, es la suerte de hombre que (aunque, en ocasiones, sin mucho tino) se cuida de no afectar su vida privada, tiene en alta estima a su familia, y lo que hace por fuera de los principios aprendidos es aquello que escapa a la razón, porque viene dictado, protegido y estimulado por su dominante corazón. La historia se encargará de que, su muy digna esposa Helen, como el constante marido de Doris, Harry, estén siempre presentes aunque luzcan ausentes... y así todo luce compensado.

Esta es la suerte de filme que cala muy hondo. Con él he conseguido pasarla delicioso... y me ha permitido conocer a seres muy sensibles a los que puedo apreciar, y amar, sin reserva alguna.

Título para Latinoamérica: <<EL AÑO QUE VIENE A LA MISMA HORA>>
9
23 de marzo de 2017 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé cuando la ví por primera vez pero nunca olvidaré cuando la ví por segunda, ya de adulta.
Creo que es la mejor comedia romántica de todos los tiempos. Pero, a pesar de que me maravilla la relación de verdadero amor entre los protagonistas, lo que más me atrae de esta película, además de su banda sonora, es la evolución de los personajes. No tiene precio. Abstenerse románticos y excepticos.
Y he de salvar la mejor película romántica, que no comedia, ENAMORARSE... tampoco tiene precio¡¡
9
30 de abril de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de Robert Mulligan preciosa, inteligente, llena de sentido y sensibilidad. Una historia sencilla que cuenta algo tal vez inverosímil (no es fácil mantener el amor y los sentimientos viéndose tan solo una vez al año) pero que refleja perfectamente lo que es enamorarse cuando ya tienes tu vida hecha y no deseas romper con ella pero tampoco quieres renunciar a vivir ese amor.

Inteligente porque cuenta un amor extraconyugal de una forma totalmente distinta a la habitual. Es maravilloso cómo los protagonistas viven su historia, cómo se cuentan sus secretos matrimoniales, sus más íntimos pensamientos, sus vivencias familiares... No hay nada de sufrimiento, no hay dramones, no hay tragedias, no hay sordidez, algo tan frecuente en las historias de infidelidades; solo hay amor, simplemente amor, un amor sin intereses ni compromisos, un amor perfectamente limpio y libre. Ninguno siente celos del cónyuge del otro, más bien al revés, sienten incluso afecto, como siendo conscientes de que comparten algo muy importante.

La película, que es una adaptación de una obra teatral y se nota bastante, se estructura en cinco "actos", que nos muestran el encuentro de los protagonistas también cada cinco años. En cada uno de ellos vemos una pequeña introducción donde se ven imágenes de los hechos históricos que han marcado ese tiempo y luego aparecen ellos en esa maravillosa cabaña en la que se encuentran, los vamos viendo evolucionar, crecer, adaptarse a las modas, cambiar de ciudades, de trabajos, envejecer... pero siempre con ese maravilloso amor a tiempo parcial de trasfondo.

Mis frases favoritas:

- Estamos en un lío: me he colado de ti pero soy feliz estando casado.

- Por un hermoso fin de semana cada año sin ataduras ni responsabilidades. Gracias, Doris.

- Si no consigues que me ría sustitúyelo por un beso.

Cosas con las que me quedo:

- Los diálogos en los que se cuentan cada año lo mejor y lo peor de cada cónyuge.

- Los intercambios de fotos de los niños.

- Los cambios de look de Ellen Burstyn. Un repaso maravilloso a la moda de tres décadas.

- El año de la impotencia de George y del embarazo de Doris. Un episodio precioso.

- El momento en el que George rompe a llorar por su hijo.

- La canción "The last time I felt like this I was falling in love".

- El final.

Y por supuesto Alan Alda y Ellen Burstyn, que dan vida a esos encantadores amantes de cita fija anual que ya nunca olvidaré.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para