The Host
6.0
33,666
Fantástico. Terror. Ciencia ficción. Thriller
Los habitantes de Seúl observan sorprendidos un extraño objeto que cuelga de un puente sobre el río Han. El objeto es, en realidad, una monstruosa criatura mutante que al despertar devora a todo aquel que se cruza en su camino. En medio de tanto horror, la criatura mutante rapta a la hija del dueño de un quiosco que vive felizmente a la orilla del río. Mientras el ejército fracasa una y otra vez en sus intentos de destruir al monstruo, ... [+]
21 de noviembre de 2020
21 de noviembre de 2020
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The Host me parece una apuesta más que interesante por el cine de ciencia-ficción y terror coreano, con aspectos maravillosos, aunque también bochornosos. Algo parecido me supuso Rompenieves (2013). Si algo está claro es que Bong Joon-ho sabe dirigir moviéndose entre el carácter autoral y el carácter comercial, formando una simbiosis que pocos directores actuales saben manejar con tanta fluidez y, más importante, reflejando sus inquietudes personales, siempre marcadas por el activismo, en todos sus filmes. La lucha social y el medioambiente son dos rasgos que marcan la personalidad de un cineasta tan concienciado como sensibilizador hacia su público, centrándose en temas con los que se representa explícita y metafóricamente en sus películas a través de personajes y situaciones que son un remanente de la actualidad que nos concierne. Con la oscarizada Parásitos (2019) y la ya mencionada Rompenieves (2013) el coreano se centró en esa escalada riscosa hacia los estratos sociales más altos usando la dignidad humana como derecho fundamental, y en The Host no es una excepción, pero es el problema medioambiental lo que más abarca a través de un engendro del río Han, en Seúl, y una extraña pandemia surgida por el maltrato a la naturaleza. Un padre de familia, despistado y negligente llamado Park Gang-Doo (Song Kang-ho) pierde a su hija a manos del extraño huésped del río Han, por lo que toda la familia se reúne para darlo caza y buscar a la desaparecida niña. Una muy divertida producción, la más taquillera en Corea del Sur en su momento, que mezcla el terror con una gran aventura donde el drama social se da la mano con un humor propio del país asiático para hacernos reflexionar acerca de la importancia que tiene el correcto cuidado medioambiental.
No resulta raro que esos sean los temas predilectos de Joon-ho, graduado en sociología, y empleando sus conocimientos universitarios en el análisis social crítico del que se vale para hacer cada una de sus historias tratando de remorder conciencias, pero pecando mucho de esto último. El velo de casi comedia negra con el que tiende a cubrir sus dramas, personalmente, no termina de encajarme en todo el ideario argumental y estético que crea el director surcoreano, funcionando a ratos y temiendo que funcione por sacarme absurdamente de la historia, algo que ya me ocurrió con la (casi) redonda Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) (2003). Y en esto radica el principal obstáculo para tomarme en serio las poderosas críticas políticas que realiza, muy atenuadas con la comicidad exacerbada que, con los años y la experiencia, supo pulir a la perfección llegando al culmen de su carrera el pasado año. Con The Host, este rasgo de identidad se superpone frente a un guion demasiado tosco en el que faltan muchas (sino todas) las causalidades para entender el concepto y empatizar con sus planos personajes, aunque lo suficientemente bien llevado dentro de la aventura para fluir, junto el monstruo, por las intranquilas corrientes del río Han. Por ejemplo, ¿por qué esa obsesión de tirar productos altamente tóxicos por el desagüe por parte del empleado de la morgue (Scott Wilson) al inicio del filme? ¿Por qué se introduce un motor vírico en la película que exclusivamente refuerza una crítica hacia los gobiernos y los medios de comunicación, eludiendo completamente el argumento? ¿Por qué tiene ese comportamiento la criatura marina? Todas estas preguntas incontestadas crean fosas en el seguimiento lógico de una película entregada a la duda que lastra sus numerosas virtudes.
Bong Joon-ho forma parte de una manifestación contra el maltrato medioambiental, que trasciende a una crítica gubernamental demasiado manida y suave para tomarse en serio que aparca en segundo plano y no explota desde la manipulación periodística sobre la que construye este aterrador relato. No obstante, esto le sirve para cargar duramente sobre los cuerpos de seguridad del estado, retratándolos como unos hipócritas, mentirosos y vagos agentes que ignoran a los que debieran proteger, sus deberes, como tan bien se ve en esos diálogos entre la familia de Gang-Doo y ese inepto funcionario público y que extiende hasta el desenlace. Aun así, preside de forma sutil pero muy efectiva la lucha de clases que tanto le preocupa, así como la situación económica y laboral de Corea del Sur a través de tres secundarios, tres vagabundos que terminan por adquirir una importancia inesperada y que trascienden más allá del argumento, honrando mucho a un director que cree firmemente en la igualdad de oportunidades. Cierto es que el director de Bongdeok-dong quiere abarcar demasiados conceptos en base a su entrega con la sociedad y sus preocupaciones personales, pero hacerlo en un argumento cuyo verdadero protagonista es un engendro biológico es tan difícil que todos terminan quedándose en la orilla del fluvial torrente de críticas en los que chapotea sin sumergirse.
No resulta raro que esos sean los temas predilectos de Joon-ho, graduado en sociología, y empleando sus conocimientos universitarios en el análisis social crítico del que se vale para hacer cada una de sus historias tratando de remorder conciencias, pero pecando mucho de esto último. El velo de casi comedia negra con el que tiende a cubrir sus dramas, personalmente, no termina de encajarme en todo el ideario argumental y estético que crea el director surcoreano, funcionando a ratos y temiendo que funcione por sacarme absurdamente de la historia, algo que ya me ocurrió con la (casi) redonda Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) (2003). Y en esto radica el principal obstáculo para tomarme en serio las poderosas críticas políticas que realiza, muy atenuadas con la comicidad exacerbada que, con los años y la experiencia, supo pulir a la perfección llegando al culmen de su carrera el pasado año. Con The Host, este rasgo de identidad se superpone frente a un guion demasiado tosco en el que faltan muchas (sino todas) las causalidades para entender el concepto y empatizar con sus planos personajes, aunque lo suficientemente bien llevado dentro de la aventura para fluir, junto el monstruo, por las intranquilas corrientes del río Han. Por ejemplo, ¿por qué esa obsesión de tirar productos altamente tóxicos por el desagüe por parte del empleado de la morgue (Scott Wilson) al inicio del filme? ¿Por qué se introduce un motor vírico en la película que exclusivamente refuerza una crítica hacia los gobiernos y los medios de comunicación, eludiendo completamente el argumento? ¿Por qué tiene ese comportamiento la criatura marina? Todas estas preguntas incontestadas crean fosas en el seguimiento lógico de una película entregada a la duda que lastra sus numerosas virtudes.
Bong Joon-ho forma parte de una manifestación contra el maltrato medioambiental, que trasciende a una crítica gubernamental demasiado manida y suave para tomarse en serio que aparca en segundo plano y no explota desde la manipulación periodística sobre la que construye este aterrador relato. No obstante, esto le sirve para cargar duramente sobre los cuerpos de seguridad del estado, retratándolos como unos hipócritas, mentirosos y vagos agentes que ignoran a los que debieran proteger, sus deberes, como tan bien se ve en esos diálogos entre la familia de Gang-Doo y ese inepto funcionario público y que extiende hasta el desenlace. Aun así, preside de forma sutil pero muy efectiva la lucha de clases que tanto le preocupa, así como la situación económica y laboral de Corea del Sur a través de tres secundarios, tres vagabundos que terminan por adquirir una importancia inesperada y que trascienden más allá del argumento, honrando mucho a un director que cree firmemente en la igualdad de oportunidades. Cierto es que el director de Bongdeok-dong quiere abarcar demasiados conceptos en base a su entrega con la sociedad y sus preocupaciones personales, pero hacerlo en un argumento cuyo verdadero protagonista es un engendro biológico es tan difícil que todos terminan quedándose en la orilla del fluvial torrente de críticas en los que chapotea sin sumergirse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por otra parte, se ve a leguas la gran versatilidad del coreano tras las cámaras. Capaz de pasar de tiradas largas a campo abierto donde se expone la acción como en una película del propio género hasta el intimismo que crea en interiores, como en la tienda del abuelo Park Hie-bong (Byun Hee-bong) para mostrar cierta cotidianidad cultural de su país, pero también para hacer auténticas escenas de terror en la cautividad de Park Hyun-seo (Go Ah-sung) al puro estilo de la ciencia-ficción clásica de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979). El uso del clima para acentuar emociones es una constante en el cine del coreano, estando al servicio de los colores saturados para enfatizar este aspecto a través de la lluvia, como ya hizo en Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie). Aunque esto sea un punto que otorga mucho atractivo a la película, las nulas nociones de continuidad temporal entorpecen el seguimiento de las andanzas de sus personajes, ya sea con lluvia o no, al no tener un mínimo control del tiempo de desarrollo del argumento al que el montaje juega una mala pasada y pudiendo haber sido contrarrestado gracias al recurso de los medios de comunicación, elementos exclusivos para arrojarnos información a nosotros pero que se limita a la reiteración de la idea pandémica que se saca de la manga. Hay cierta tendencia a la simetría en planos medios frontales que tratan de abarcar la mayor parte de espacio posible (no sé con qué finalidad) que son muy bonitas, como aquella en la morgue donde inicia el filme o la de Park Nam-Joo (Bae Doona) caminando sobre el puente del río Han.
Musicalmente me ha encantado, la selección disonante de las piezas en nombre de Lee Byung-woo funcionan a la perfección con sonidos no acordes a las imágenes, siempre empleados de forma no diegética, que atenúan el dramatismo y complementan ese especial humor de Bong Joon-ho. Pero si tuviera que recalcar un solo aspecto, me quedaría con el diseño del monstruo y el trabajo de posproducción. Aunque los efectos especiales de The Orphanage no sean los mejores del mundo cuando se muestran en panorámicas, el director saca lo mejor de ellos en los acercamientos en primera persona con la aberración acuática y ese increíble diseño que recuerda inconscientemente, de nuevo, al octavo pasajero de Scott. En general, The Host es una película muy entretenida pero que flaquea en toda su inmensidad, haciendo de ella una diversión honorable donde el actor fetiche de Joon-ho, Song Kang-ho, se vuelve a lucir, aunque el mejor personaje es el entrañable abuelo interpretado por Byun Hee-bong. (6.5).
Musicalmente me ha encantado, la selección disonante de las piezas en nombre de Lee Byung-woo funcionan a la perfección con sonidos no acordes a las imágenes, siempre empleados de forma no diegética, que atenúan el dramatismo y complementan ese especial humor de Bong Joon-ho. Pero si tuviera que recalcar un solo aspecto, me quedaría con el diseño del monstruo y el trabajo de posproducción. Aunque los efectos especiales de The Orphanage no sean los mejores del mundo cuando se muestran en panorámicas, el director saca lo mejor de ellos en los acercamientos en primera persona con la aberración acuática y ese increíble diseño que recuerda inconscientemente, de nuevo, al octavo pasajero de Scott. En general, The Host es una película muy entretenida pero que flaquea en toda su inmensidad, haciendo de ella una diversión honorable donde el actor fetiche de Joon-ho, Song Kang-ho, se vuelve a lucir, aunque el mejor personaje es el entrañable abuelo interpretado por Byun Hee-bong. (6.5).
3 de abril de 2023
3 de abril de 2023
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La mezcla de géneros es algo que aún debe perfeccionar Bong Joon-Ho si en un futuro vuelve a probar suerte. Tan sólo hacia falta creo un guión más pulido. Pienso. Y él puede hacerlo.
Porque en "The Host", su segunda película como director si nos ponemos radicalmente estrictos, su condición técnica, a pesar de algunos detalles de CGI que cantan a las mil leguas -y +- en su final (punto de reproche al que aún le doy vueltas), es uno de los apartados más trabajos, junto con su fotografía, que mayor peso significativo adquiere dentro de un montaje bastante fluido, donde se articula parte de el ha plena luz del día (ojo) y que contiene todos los trazos necesarios para armar este puzzle dramático con un humor muy singular y tontorrón del que, estoy convencido, a más de uno le pillará por sorpresa.
Por el contrario, aquí, la fusión de géneros dentro de su comedia dramática, con más auge creo en el terreno dramático que en el humorístico, pieza esta última que a veces me cuesta encajar, es el caldo de cultivo que, realmente, cubre su peculiar superficie. E incluso hablamos de una parcela que, en algún que otro momento, es decorada de forma sutil con elementos cuentísticos del fantástico, y ésto es algo muy interesante de ver. Y difícil de realizar también.
Claro que, es lo que al menos pienso yo: si puedes hacer algo, lo haces; si tienes potencial pero no dispones de los medios suficientes, no lo hagas... A no ser que sepas realmente lo que estás haciendo. No creo yo que Bong Joon-Ho sea un tipo estúpido, precisamente. La utilización digital de sus medios es un alarde de músculo que sí hace con todo el brillo del sol (y en pasajes lluviosos donde indica presencia también), pero en cambio, en sus minutos finales, y en algunos momentos símiles a la claustrofobia donde le perfila el rallo de luz, no termino de ver que ese fuera el objetivo. Y pongo el dedo en la herida porque en esa búsqueda no encuentro lo que se supone debería encontrar.
Tiene fallos, o eso me parece ver, pero es buena. Ahora, seguimos ya en zona spoiler ′↓′
Porque en "The Host", su segunda película como director si nos ponemos radicalmente estrictos, su condición técnica, a pesar de algunos detalles de CGI que cantan a las mil leguas -y +- en su final (punto de reproche al que aún le doy vueltas), es uno de los apartados más trabajos, junto con su fotografía, que mayor peso significativo adquiere dentro de un montaje bastante fluido, donde se articula parte de el ha plena luz del día (ojo) y que contiene todos los trazos necesarios para armar este puzzle dramático con un humor muy singular y tontorrón del que, estoy convencido, a más de uno le pillará por sorpresa.
Por el contrario, aquí, la fusión de géneros dentro de su comedia dramática, con más auge creo en el terreno dramático que en el humorístico, pieza esta última que a veces me cuesta encajar, es el caldo de cultivo que, realmente, cubre su peculiar superficie. E incluso hablamos de una parcela que, en algún que otro momento, es decorada de forma sutil con elementos cuentísticos del fantástico, y ésto es algo muy interesante de ver. Y difícil de realizar también.
Claro que, es lo que al menos pienso yo: si puedes hacer algo, lo haces; si tienes potencial pero no dispones de los medios suficientes, no lo hagas... A no ser que sepas realmente lo que estás haciendo. No creo yo que Bong Joon-Ho sea un tipo estúpido, precisamente. La utilización digital de sus medios es un alarde de músculo que sí hace con todo el brillo del sol (y en pasajes lluviosos donde indica presencia también), pero en cambio, en sus minutos finales, y en algunos momentos símiles a la claustrofobia donde le perfila el rallo de luz, no termino de ver que ese fuera el objetivo. Y pongo el dedo en la herida porque en esa búsqueda no encuentro lo que se supone debería encontrar.
Tiene fallos, o eso me parece ver, pero es buena. Ahora, seguimos ya en zona spoiler ′↓′
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dentro de estas capacidades que comento, la capa terrorífica o inquietante (incluso mejor dicho) que abogan puntos clave de la película siguen definiendo lo que mejor se le da al responsable de la redondísima "Memories of murder"; el absoluto dominio dentro del thriller. El thriller, con simpáticas aproximaciones, dentro del marco fabulístico del humor suspendido en ocasiones (y ese puntito primigenio en el verdoso-oscuro), como el ejemplo de esta o "Parásitos", sino al género del ambiguo en otras, con escapes al relato infantil, hacia el fantástico.
Pienso que es un director mucho más versátil de lo que parece o muestra a simple vista.
Y lo digo especialmente, porque, tratándose de una cinta "menor" dentro de la carrera Joon-Ho, The Host podría ser tildada, por el más nazi de todos nosotros, como un descuido dentro de la envergadura de su filmografía, detalle que tampoco compartiría con otra singular aproximación como "Okja", película que por cierto también sufre algunos detalles en común con esta y que fue mucho más repudiada, aunque ni remotamente se asemeja a "Parásitos" en su contundente labor de denuncia social dentro del círculo irresolutivo que respiran gran parte de las escenas humorísticas y con fuertes lazos, como decía, a la fabula moderna en su guión, que es la característica más castigada a veces, y más reconocida en otras pienso, del gran conglomerado que representa Joon-Ho. Y por eso creo, que no merece dicho repudio la destacada de esta semana.
En la destreza de su pulso fílmico, quiero arrojar luz a lo bien asentada que está la intriga en la película. Como ejemplo pondré la secuencia de la "cuerda" hecha con ropa que protagoniza la niña. La deportividad con la que el director se vuelve a adentrar en la inquietud raspando casi el terror me parece brillante (y lo que prosigue), como la salida de un laboratorio hacia el exterior, que me parece un perfecto juego de referencia visual (y un grandísimo punto de otros temas), parte en la que claramente, no sabes si reírte con el personaje o quedarte esperpéntico a lo que muestra la cámara. La tarea de ambigüedad, como vengo recalcando con entusiasmo en líneas anteriores, es un apartado que abre debate. Para bien y para mal.
"The Host" se muestra distante en ocasiones, muy cercana en algunos momentos, siendo al parecer resolutiva cuando el vector de su fábula enseña músculo, justo en el momento, por ejemplo, de explicación paternal a sus hijos por cómo es el personaje del padre, armado con la comicidad estúpida del abuelo, y es cuando da salida al fervor del hermano, a una comprensión más ligera. De otra forma, como el niño pequeño que es cuidado por la niña más grande que el, y por cómo da final a la película... en esa caseta con luces entre la nieve que da blancura a la oscuridad.
Me parece una buena película "The Host". Una pequeña rareza del volumen de su director, con algunos puntos distantes (de los que no voy a quemar*) y de una simbiosis de géneros muy chocante por momentos. En resumen, creo que merece una puntuación decente y acorde a lo comentado, con una duración de 1h y 50 minutos (aprox) correcta, lo cual, sin quitar tiempo, es de agradecer.
Nota: 7'5
Pienso que es un director mucho más versátil de lo que parece o muestra a simple vista.
Y lo digo especialmente, porque, tratándose de una cinta "menor" dentro de la carrera Joon-Ho, The Host podría ser tildada, por el más nazi de todos nosotros, como un descuido dentro de la envergadura de su filmografía, detalle que tampoco compartiría con otra singular aproximación como "Okja", película que por cierto también sufre algunos detalles en común con esta y que fue mucho más repudiada, aunque ni remotamente se asemeja a "Parásitos" en su contundente labor de denuncia social dentro del círculo irresolutivo que respiran gran parte de las escenas humorísticas y con fuertes lazos, como decía, a la fabula moderna en su guión, que es la característica más castigada a veces, y más reconocida en otras pienso, del gran conglomerado que representa Joon-Ho. Y por eso creo, que no merece dicho repudio la destacada de esta semana.
En la destreza de su pulso fílmico, quiero arrojar luz a lo bien asentada que está la intriga en la película. Como ejemplo pondré la secuencia de la "cuerda" hecha con ropa que protagoniza la niña. La deportividad con la que el director se vuelve a adentrar en la inquietud raspando casi el terror me parece brillante (y lo que prosigue), como la salida de un laboratorio hacia el exterior, que me parece un perfecto juego de referencia visual (y un grandísimo punto de otros temas), parte en la que claramente, no sabes si reírte con el personaje o quedarte esperpéntico a lo que muestra la cámara. La tarea de ambigüedad, como vengo recalcando con entusiasmo en líneas anteriores, es un apartado que abre debate. Para bien y para mal.
"The Host" se muestra distante en ocasiones, muy cercana en algunos momentos, siendo al parecer resolutiva cuando el vector de su fábula enseña músculo, justo en el momento, por ejemplo, de explicación paternal a sus hijos por cómo es el personaje del padre, armado con la comicidad estúpida del abuelo, y es cuando da salida al fervor del hermano, a una comprensión más ligera. De otra forma, como el niño pequeño que es cuidado por la niña más grande que el, y por cómo da final a la película... en esa caseta con luces entre la nieve que da blancura a la oscuridad.
Me parece una buena película "The Host". Una pequeña rareza del volumen de su director, con algunos puntos distantes (de los que no voy a quemar*) y de una simbiosis de géneros muy chocante por momentos. En resumen, creo que merece una puntuación decente y acorde a lo comentado, con una duración de 1h y 50 minutos (aprox) correcta, lo cual, sin quitar tiempo, es de agradecer.
Nota: 7'5
1 de septiembre de 2024
1 de septiembre de 2024
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Es ésta una de esas películas que no pueden considerarse una obra maestra, pero que aportan mucho al arte del cine, y al género de terror en particular.
Al estilo coreano hay que cogerle el punto, no lo dudo. Sobretodo en cuanto a actuaciones. La familia protagonista de cinco miembros (incluyendo a la niña) está interpretada por cinco muy buenos actores, que a ojos occidentales de quienes critican sin saber pueden parecer algo sobreactuados.
Pero no existe una sola manera de actuar bien. El cine asiático (y el coreano en especial) siempre se ha caracterizado por actuaciones que tienden a tener un estilo algo teatral, a diferencia del cine occidental actual, que ha tendido a una mayor sobriedad. Si a esto sumas ese gusto que tienen, tanto en Corea como en Japón, por incluir en las actuaciones dramáticas momentos de actuación cómica (que pueden parecer ridículos a algunos espectadores), tienes un resultado que en occidente mucha gente no entiende, pero que no es en absoluto de mala calidad.
Quien crea malo ese estilo interpretativo, que se pare a pensar en muchos de los grandes actores del cine clásico (James Stewart, o Alec Guinness, por poner dos ejemplos) y verán que en aquella época sí que había esa teatralidad en muchos de los papeles que han pasado a la historia como grandiosos. O, sin necesidad de irnos a occidente, repasen las actuaciones de grandísimas obras maestras como Los siete samurais, por ejemplo, y las verán llenas de esa teatralidad y comicidad supuestamente "exageradas" y malentendidas por ello como inapropiadas para el papel.
Por otra parte, la película tiene un gran guión, estupendamente desarrollado por Bong Joon-ho. Pido, como hago a menudo en mis críticas, que se olviden de ese maniático realismo que tanto se exige al cine hoy en día. La verosimilitud y el realismo no importan ni un ápice en una buena película. El cine es un vehículo para expresar cosas, y aún más algunos géneros en concreto como el terror, y desde luego muchísimo un subgénero como el de los monstruos. El monstruo que aparece en cualquier película de este estilo es lo menos importante, es un medio para un fin.
En este caso, el bicho en cuestión genera una situación límite de un grupo de personas, para mostrar con ellos los valores humanos (buenos y malos). Y lo hace perfectamente. Además, el monstruo de "The host" en sí, para los aficionados al género, es original, atractivo, y mítico. Tiene unas claras influencias "lovecraftianas", como ya hiciera un par de años antes el gran Guillermo del Toro con los monstruos de su Hellboy, y no me cabe ninguna duda de que tanto éste como los de Del Toro han sido monstruos de gran influencia posterior en los famosos demogórgons de Stranger things. Sí que he de reconocer que en el 2006 ya se habían diseñado criaturas digitales que estaban mejor integradas en la imagen que este monstruo, pero es un defecto menor de una película que aprovechó muy bien sus recursos y presupuesto.
En definitiva, una película muy, muy entretenida, bien interpretada, con buen guión, muy buena realización, algunos momentos de gran tensión, y sobretodo con un ritmo llevado de forma perfecta. Cine del que te deja muy satisfecho.
Al estilo coreano hay que cogerle el punto, no lo dudo. Sobretodo en cuanto a actuaciones. La familia protagonista de cinco miembros (incluyendo a la niña) está interpretada por cinco muy buenos actores, que a ojos occidentales de quienes critican sin saber pueden parecer algo sobreactuados.
Pero no existe una sola manera de actuar bien. El cine asiático (y el coreano en especial) siempre se ha caracterizado por actuaciones que tienden a tener un estilo algo teatral, a diferencia del cine occidental actual, que ha tendido a una mayor sobriedad. Si a esto sumas ese gusto que tienen, tanto en Corea como en Japón, por incluir en las actuaciones dramáticas momentos de actuación cómica (que pueden parecer ridículos a algunos espectadores), tienes un resultado que en occidente mucha gente no entiende, pero que no es en absoluto de mala calidad.
Quien crea malo ese estilo interpretativo, que se pare a pensar en muchos de los grandes actores del cine clásico (James Stewart, o Alec Guinness, por poner dos ejemplos) y verán que en aquella época sí que había esa teatralidad en muchos de los papeles que han pasado a la historia como grandiosos. O, sin necesidad de irnos a occidente, repasen las actuaciones de grandísimas obras maestras como Los siete samurais, por ejemplo, y las verán llenas de esa teatralidad y comicidad supuestamente "exageradas" y malentendidas por ello como inapropiadas para el papel.
Por otra parte, la película tiene un gran guión, estupendamente desarrollado por Bong Joon-ho. Pido, como hago a menudo en mis críticas, que se olviden de ese maniático realismo que tanto se exige al cine hoy en día. La verosimilitud y el realismo no importan ni un ápice en una buena película. El cine es un vehículo para expresar cosas, y aún más algunos géneros en concreto como el terror, y desde luego muchísimo un subgénero como el de los monstruos. El monstruo que aparece en cualquier película de este estilo es lo menos importante, es un medio para un fin.
En este caso, el bicho en cuestión genera una situación límite de un grupo de personas, para mostrar con ellos los valores humanos (buenos y malos). Y lo hace perfectamente. Además, el monstruo de "The host" en sí, para los aficionados al género, es original, atractivo, y mítico. Tiene unas claras influencias "lovecraftianas", como ya hiciera un par de años antes el gran Guillermo del Toro con los monstruos de su Hellboy, y no me cabe ninguna duda de que tanto éste como los de Del Toro han sido monstruos de gran influencia posterior en los famosos demogórgons de Stranger things. Sí que he de reconocer que en el 2006 ya se habían diseñado criaturas digitales que estaban mejor integradas en la imagen que este monstruo, pero es un defecto menor de una película que aprovechó muy bien sus recursos y presupuesto.
En definitiva, una película muy, muy entretenida, bien interpretada, con buen guión, muy buena realización, algunos momentos de gran tensión, y sobretodo con un ritmo llevado de forma perfecta. Cine del que te deja muy satisfecho.
22 de marzo de 2007
22 de marzo de 2007
29 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ver, a la crítica nunca hay que hacerla caso. Cuando dicen que se trata de la mejor película con monstruo, es porque es la peor. ¿Mejor que "Tiburón"? Claro, claro.
Sin duda, lo mejor de toda la peli viene con el fuego (no voy a decir de dónde es el fuego, ni cuando aparece ni nada para los que no hayan visto nada). Simplemente, el fuego. Yo creía que desde "Tuno negro" nadie se atrevería a hacer unos efectos especiales tan malos... Y me han sorprendido, sí que había alguien que se atrevía: el director de la magnífica "Memories of murder". Creo que la conversación entre Boong Joon-Ho y el de los efectos especiales fue así:
BONG JOON-HO: Hola (tío de los efectos especiales), necesito que me hagas un fuego
TÍO DE LOS EFECTOS ESPECIALES: Tranquilo Bong Joon-Ho, eso está hecho.
cortinilla de estrellas
TÍO DE LOS EFECTOS ESPECIALES: Mira Bong Joon-Ho, estos son, ¿qué te parecen?
BONG JOON-HO: No están nada mal. Buen trabajo (tío de los efectos especiales)
¿Cómo que no están mal? Sentía vergüenza al verlos. No sabía si reír o llorar. Pero, ¿en qué estás pensando cuando decides poner esos pedazo de efectos especiales de mierda?
Por lo demás, él guión se cae por todos los sitios: es aburrido, previsible, mal estructurado y con malos personajes. El monstruo está más o menos mal hecho y las actuaciones son más que lamentables.
Pero no es todo malo... Bueno sí. ¡Que no! Jaja. Las secuencias de la níña cautiva en la alcantarilla gigante son bastante aceptables. Es decir, que la película podría haber sido un buen corto sobre una niña cautiva.
Sin duda, lo mejor de toda la peli viene con el fuego (no voy a decir de dónde es el fuego, ni cuando aparece ni nada para los que no hayan visto nada). Simplemente, el fuego. Yo creía que desde "Tuno negro" nadie se atrevería a hacer unos efectos especiales tan malos... Y me han sorprendido, sí que había alguien que se atrevía: el director de la magnífica "Memories of murder". Creo que la conversación entre Boong Joon-Ho y el de los efectos especiales fue así:
BONG JOON-HO: Hola (tío de los efectos especiales), necesito que me hagas un fuego
TÍO DE LOS EFECTOS ESPECIALES: Tranquilo Bong Joon-Ho, eso está hecho.
cortinilla de estrellas
TÍO DE LOS EFECTOS ESPECIALES: Mira Bong Joon-Ho, estos son, ¿qué te parecen?
BONG JOON-HO: No están nada mal. Buen trabajo (tío de los efectos especiales)
¿Cómo que no están mal? Sentía vergüenza al verlos. No sabía si reír o llorar. Pero, ¿en qué estás pensando cuando decides poner esos pedazo de efectos especiales de mierda?
Por lo demás, él guión se cae por todos los sitios: es aburrido, previsible, mal estructurado y con malos personajes. El monstruo está más o menos mal hecho y las actuaciones son más que lamentables.
Pero no es todo malo... Bueno sí. ¡Que no! Jaja. Las secuencias de la níña cautiva en la alcantarilla gigante son bastante aceptables. Es decir, que la película podría haber sido un buen corto sobre una niña cautiva.
4 de marzo de 2007
4 de marzo de 2007
19 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Respetando todas las críticas anteriores negativas sobre está película creo realmente que estás son debido a que la promoción que se ha llevado a cabo de la película en España no ha sido la adecuada, pues la anuncian como una película de terror, y ello ha podido llevar a muchos aficionados del género de terror a ver una película que luego les ha defraudado, y no por que sea mala, en absoluto, es todo lo contrario, una película que mezcla todos los géneros, desde el humor hasta el drama más doloroso y con algunos momentos de pura tensión y terror. Todo ello nos da como resultado una película de dos horas de duración que se hacen cortas y en la que asistiremos a la que probablemente es una de las películas más interesantes de lo que va de año.
A mí me gusta informarme sobre lo que voy a ir a ver al cine, y por lo tanto ya sabía que no era una película de terror, sino un refrito perfectamente creado de distintos géneros. Cabe destacar como en la gran mayoría de las escenas el director ha logrado introducir situaciones dramáticas y cómicas al mismo tiempo, logrando una fusión perfecta que deja al espectador con un muy buen sabor de boca.
Hay que destacar también la precisa actuación de los personajes (a destacar la gran actuación que hace la niña durante toda la película y que se convierte en uno de los personajes mejor logrados de la película, y no como en otras películas en las que uno está deseando que no metan a niños de por medio), logrando crear unos personajes muy singulares e interesantes, como el padre de la niña (un pobre infeliz inmaduro e infantil), el hermano del protagonista (un alcohólico desengañado del mundo y que descubre que sus esfuerzos realizados hasta ahora no han servido para nada), la hermana del protagonista (una deportista que no duda en renunciar a su fama para salvar a su sobrina), y el abuelo de la niña (un hombre que piensa que ya ha vivido de todo en el mundo y que el dinero es el que mueve todo). Todos ellos forman una familia muy singular en la que ni ellos mismos llegan a entenderse pero que en los momentos difíciles dan todo lo que tienen (incluso la vida) por salvar a uno de los suyos de una muerte segura.
La crítica social está presente durante la gran mayoría del argumento (dejando al monstruo en un segundo plano), y ello se muestra en una gran cantidad de escenas como por ejemplo cuando los protagonistas son ignorados por el gobierno y por el ejercito y deben tomar ellos mismos la iniciativa si quieren salvar a la hija del protagonista.
Cabe destacar también los efectos especiales, perfectamente hechos y con la creación de un monstruo con un aspecto creíble, muy bien conseguido y con una cantidad de movimientos que lo hacen tan dinámico y rápido como letal tanto en tierra como en agua. Destacar también la escena del ataque inicial, creando una serie de situaciones tanto tensas como inquietantes.
A mí me gusta informarme sobre lo que voy a ir a ver al cine, y por lo tanto ya sabía que no era una película de terror, sino un refrito perfectamente creado de distintos géneros. Cabe destacar como en la gran mayoría de las escenas el director ha logrado introducir situaciones dramáticas y cómicas al mismo tiempo, logrando una fusión perfecta que deja al espectador con un muy buen sabor de boca.
Hay que destacar también la precisa actuación de los personajes (a destacar la gran actuación que hace la niña durante toda la película y que se convierte en uno de los personajes mejor logrados de la película, y no como en otras películas en las que uno está deseando que no metan a niños de por medio), logrando crear unos personajes muy singulares e interesantes, como el padre de la niña (un pobre infeliz inmaduro e infantil), el hermano del protagonista (un alcohólico desengañado del mundo y que descubre que sus esfuerzos realizados hasta ahora no han servido para nada), la hermana del protagonista (una deportista que no duda en renunciar a su fama para salvar a su sobrina), y el abuelo de la niña (un hombre que piensa que ya ha vivido de todo en el mundo y que el dinero es el que mueve todo). Todos ellos forman una familia muy singular en la que ni ellos mismos llegan a entenderse pero que en los momentos difíciles dan todo lo que tienen (incluso la vida) por salvar a uno de los suyos de una muerte segura.
La crítica social está presente durante la gran mayoría del argumento (dejando al monstruo en un segundo plano), y ello se muestra en una gran cantidad de escenas como por ejemplo cuando los protagonistas son ignorados por el gobierno y por el ejercito y deben tomar ellos mismos la iniciativa si quieren salvar a la hija del protagonista.
Cabe destacar también los efectos especiales, perfectamente hechos y con la creación de un monstruo con un aspecto creíble, muy bien conseguido y con una cantidad de movimientos que lo hacen tan dinámico y rápido como letal tanto en tierra como en agua. Destacar también la escena del ataque inicial, creando una serie de situaciones tanto tensas como inquietantes.
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