Hard Candy
6.8
39,658
24 de septiembre de 2011
24 de septiembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ópera prima de David Slade viene de la mano de la polémica y la incitación. En ella el pulso narrativo no decae ni un segundo y la historia toma un giro imprevisto en el que los protagonistas cambian los roles. Una niña de 14 años, interpretada fría y convincentemente por Ellen Page, sólo necesita unos segundos para adueñarse de la pantalla frente a un alterado y subalterno Patrick Wilson.
Un atractivo, contemporáneo e inusual thriller psicológico que resulta en su mayor parte indigerible y desagradable de ver, pero con el que no puedes apartar la mirada ni un instante de la pantalla. El terror psicológico, aquí muy efectivo, se hace latente en diálogos inteligentes y en insinuantes primeros planos. Pero su oscuridad resulta aclarada por el uso innecesario y abusivo de secuencias que muestran la labor de su director en el ámbito publicitario y de videos musicales.
Lo mejor: la ignorancia del espectador.
Lo peor: que se la pierda.
Un atractivo, contemporáneo e inusual thriller psicológico que resulta en su mayor parte indigerible y desagradable de ver, pero con el que no puedes apartar la mirada ni un instante de la pantalla. El terror psicológico, aquí muy efectivo, se hace latente en diálogos inteligentes y en insinuantes primeros planos. Pero su oscuridad resulta aclarada por el uso innecesario y abusivo de secuencias que muestran la labor de su director en el ámbito publicitario y de videos musicales.
Lo mejor: la ignorancia del espectador.
Lo peor: que se la pierda.
6 de enero de 2012
6 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace pocos años cierta persona me habló de este film y me dijo que era la película más fuerte que había visto, automáticamente deseché la idea de verla. Al fin, por una serie de motivos, ha llegado a mí, y desde luego ¡la peli es muy heavy!. Pero no como la imaginaba, puesto que la sangre brilla por su ausencia (quizás algún rasguño), eso sí, vas a notar un ligero encogimiento...
Lo primero que pensé cuando acabó, aparte de lo imbécil que era por no haberla visto antes, és que independientemente de que te guste o no, es una película impactante y que no te deja indiferente. Pocos films me han provocado una angustia y una sensación de asfixia similar sin provocarme mal gusto, y eso es lo que creo que la hace diferente. Eso y la polémica temática del film, la cual sin duda te hace reflexionar sobre si esta es una manera apropiada de tocar el tema, pero se me hace muy difícil imaginarme un tratamiento de una cuestión tan peliaguda sin caer en un absoluto drama, y puestos e escoger prefiero algo poco convencional como lo plasmado en el film, que la asquerosa realidad.
En cuanto a los aspectos técnicos, puesto que no soy un experto no voy a opinar demasiado, pero desde mi humilde ignorancia yo diría que la estética esta ligeramente cuidada, con una fotografía correcta y una dirección aceptable. La interpretacíon de la actriz protagonista Ellen Page es simplemente antológica, pese a que algunos digan que no resulta creible puesto que interpreta a una chica de catorce años. Pero en mi opinión, ya que su personaje esta carente de datos, y su móvil es la venganza, entiendo que pueda darse una personalidad siniestra y cargada de madurez a tan temprana edad, y no la imagen de una clásica adolescente. Además, yo quiero pensar que su personaje tiene un puntito de superhéroe.
En fín, un thriller psicológico (en el que la palabra psicológico alcanza todo su esplendor) altamente recomendable si no eres hipersensible, y que recordarás toda la vida por un motivo u otro. Yo la pienso tener en mi colección, y aunque resulte paradójico, para no volver a verla nunca más. Porque todavía estoy en estado de shock.
Lo primero que pensé cuando acabó, aparte de lo imbécil que era por no haberla visto antes, és que independientemente de que te guste o no, es una película impactante y que no te deja indiferente. Pocos films me han provocado una angustia y una sensación de asfixia similar sin provocarme mal gusto, y eso es lo que creo que la hace diferente. Eso y la polémica temática del film, la cual sin duda te hace reflexionar sobre si esta es una manera apropiada de tocar el tema, pero se me hace muy difícil imaginarme un tratamiento de una cuestión tan peliaguda sin caer en un absoluto drama, y puestos e escoger prefiero algo poco convencional como lo plasmado en el film, que la asquerosa realidad.
En cuanto a los aspectos técnicos, puesto que no soy un experto no voy a opinar demasiado, pero desde mi humilde ignorancia yo diría que la estética esta ligeramente cuidada, con una fotografía correcta y una dirección aceptable. La interpretacíon de la actriz protagonista Ellen Page es simplemente antológica, pese a que algunos digan que no resulta creible puesto que interpreta a una chica de catorce años. Pero en mi opinión, ya que su personaje esta carente de datos, y su móvil es la venganza, entiendo que pueda darse una personalidad siniestra y cargada de madurez a tan temprana edad, y no la imagen de una clásica adolescente. Además, yo quiero pensar que su personaje tiene un puntito de superhéroe.
En fín, un thriller psicológico (en el que la palabra psicológico alcanza todo su esplendor) altamente recomendable si no eres hipersensible, y que recordarás toda la vida por un motivo u otro. Yo la pienso tener en mi colección, y aunque resulte paradójico, para no volver a verla nunca más. Porque todavía estoy en estado de shock.
20 de noviembre de 2012
20 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente me ha impactado mucho esta película. No porque te cuente una historia novedosa o porque sea una película con un despliegue de medios increíble, sino por todo lo contrario. "Hard Candy" no cuenta nada nuevo, pero se las ingenia para tratar el tema de una perspectiva que roza por momentos la originalidad y la grandeza, y es que todo lo "atroz" que refleja la trama se insinúa de un modo tan brillante que se convierte en una tortura la mente del espectador. "Hard Candy" es un film simple, prácticamente solo salen dos actores durante todo el metraje y se desarrolla en un único escenario. Yo la calificaría como un thriller psicológico en líneas generales, pero por momentos hay secuencias de auténtico terror y es que nos hace partícipes de forma magistral de la agonía que se viven los personajes (en concreto el de Patrick Wilson). Destaco a Ellen Page, la posterior protagonista de "Juno", que hace un papel increíble comiéndose por completo la pantalla, reflejando la inocencia y la maldad al mismo de tiempo. De verdad mirad como actúa esta chica y luego compararla con cualquier personaje de Penélope Cruz y replantearos si la Cruz se merece el Oscar que se le concedió. Recomiendo "Hard Candy" porque es una película angustiante como pocas, que no recurre a mostrar imágenes desagradables, ni gore, ni matanzas pero que logra dejarte un par de veces con mal cuerpo. Me parece una de las mejores películas cercanas al terror de la década entera, haría un excelente pack junto con "MAY" y "ALTA TENSIÓN". Qué pena que David Slade haya desperdiciado su talento acabando haciendo uno de los mierderos films de la infumable "Crepúsculo".
12 de septiembre de 2014
12 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Hard Candy" (2005, David Slade) es una película independiente estadounidense de suspense con rasgos de thriller psicológico dirigida por David Slade (conocido por películas como "Eclipse"(2010) o "30 días de oscuridad"(2007) y cuya carrera como director se centra más en videoclips y series) y con guión de Brian Nelson. Trata sobre Hayley (Ellen Page), una adolescente de 14 años que conoce a un fotógrafo de 34 años (Jeff, interpretado por Patrick Wilson) por un chat de Internet, con el cuál comparte gustos, por lo que deciden conocerse cara a cara y más tarde hacer una sesión de fotos en casa de Jeff.
El film cuenta con un guión que se recrea en las situaciones acontecidas, las cuáles son exprimidas al completo hasta que no dan más de sí, y que se centra en las conversaciones para darle ese toque psicológico con el que cuenta la película. Aunque me ha parecido un guión sólido, no aclara cosas como los motivos y el impulso de algunas acciones y peca de inverosímil en algunos aspectos. Para mí, lo peor del guión es no aprovechar su baza principal, al no adentrarse en el tema central: la pederastia, que si bien es tratada, no con la profundidad que me hubiera gustado, y que le daría al metraje más características de thriller psicológico, y no se quedaría en la cinta de suspense con temática solo de venganza que es, además que también podría adentrarse en algo que también se plantea durante toda la película, que varia según la moral de cada uno. Pero aun así, el guión consigue meterte de lleno en la película y estar absorto por las conversaciones, mientras presenciamos unas escenas que se han tildado de enfermizas, si bien a mí la cinta no me ha parecido tan excesiva como se afirma. La película tiene a los veinte minutos un giro argumental que alborotará completamente la estructura de la historia (ya un poco trillada) que pensábamos que íbamos a ver des de un principio, y que le dará frescura a una cinta que te mantendrá enganchado.
El film está rodado (en la gran mayoría de su metraje) en el interior de una sola casa, y con solo dos actores (si bien aparecen tres personas más, pero que prácticamente no salen en la película), la ambientación es perfecta para esta cinta, ya que consigue el resultado que pretende, hacer la película claustrofóbica. En cuanto a la fotografía, pasa sin pena ni gloria, ya que aunque en un principio sorprende en su originalidad, al dedicarse a mostrar de pleno las caras de los personajes, para así extraer el máximo de sus sentimientos y emociones, la repetición de esta técnica no permite mostrar todo el contexto en general, sino que solo vemos una parte de la escena: la cara de los actores. En lo referente a la banda sonora, solo hay una palabra que la define: ausente. La película no cuenta prácticamente con banda sonora a excepción de unos nueve minutos, y eso para mí es otro fallo, ya que una banda sonora adecuada en una cinta tan intensa conseguiría hacer la película más dinámica y fuerte. Pero si algo hace que esta película tenga (según mi criterio) un ocho, son las actuaciones. La acción recae solamente en dos actores: Ellen Page y Patrick Wilson, y estos superan, y con nota, la responsabilidad y el desafío de mantener la película por sí solos. Las actuaciones son brillantes. Patrick Wilson nos brinda una actuación espeluznante, llena de sufrimiento, temor y desesperación, que resulta completamente escalofriante. Y en el otro lado del "ring" tenemos a una Ellen Page que, con tan solo 18 años, y en la que es prácticamente su primera película adulta y como protagonista, nos ofrece una actuación espectacular. Si ya me encandiló en su tierna actuación en "Juno" (2007, Jason Reitman), en esta no defrauda. En un registro completamente diferente, al más puro estilo "femme fatale", Ellen Page presenta una actuación potente de una adolescente distinta, que nos hechiza y que posee un magnetismo que la convierte en el centro de la película, y en los más destacado del filme.
Para finalizar,"Hard Candy" es una película potente, con un guión un poco superficial y que ganaría profundizando en los temas que presenta la película, Pero la cinta consigue mantenerte absorto, gracias a su ambientación, y sobretodo por sus excelentes actuaciones por parte del dúo protagonista. Un film fuerte e intenso que quizá desagrade a los sensibles pero que posee un magnetismo que te atrapa y que hace que no puedas quitarle los ojos de encima. Una Caperucita Roja al revés.
El film cuenta con un guión que se recrea en las situaciones acontecidas, las cuáles son exprimidas al completo hasta que no dan más de sí, y que se centra en las conversaciones para darle ese toque psicológico con el que cuenta la película. Aunque me ha parecido un guión sólido, no aclara cosas como los motivos y el impulso de algunas acciones y peca de inverosímil en algunos aspectos. Para mí, lo peor del guión es no aprovechar su baza principal, al no adentrarse en el tema central: la pederastia, que si bien es tratada, no con la profundidad que me hubiera gustado, y que le daría al metraje más características de thriller psicológico, y no se quedaría en la cinta de suspense con temática solo de venganza que es, además que también podría adentrarse en algo que también se plantea durante toda la película, que varia según la moral de cada uno. Pero aun así, el guión consigue meterte de lleno en la película y estar absorto por las conversaciones, mientras presenciamos unas escenas que se han tildado de enfermizas, si bien a mí la cinta no me ha parecido tan excesiva como se afirma. La película tiene a los veinte minutos un giro argumental que alborotará completamente la estructura de la historia (ya un poco trillada) que pensábamos que íbamos a ver des de un principio, y que le dará frescura a una cinta que te mantendrá enganchado.
El film está rodado (en la gran mayoría de su metraje) en el interior de una sola casa, y con solo dos actores (si bien aparecen tres personas más, pero que prácticamente no salen en la película), la ambientación es perfecta para esta cinta, ya que consigue el resultado que pretende, hacer la película claustrofóbica. En cuanto a la fotografía, pasa sin pena ni gloria, ya que aunque en un principio sorprende en su originalidad, al dedicarse a mostrar de pleno las caras de los personajes, para así extraer el máximo de sus sentimientos y emociones, la repetición de esta técnica no permite mostrar todo el contexto en general, sino que solo vemos una parte de la escena: la cara de los actores. En lo referente a la banda sonora, solo hay una palabra que la define: ausente. La película no cuenta prácticamente con banda sonora a excepción de unos nueve minutos, y eso para mí es otro fallo, ya que una banda sonora adecuada en una cinta tan intensa conseguiría hacer la película más dinámica y fuerte. Pero si algo hace que esta película tenga (según mi criterio) un ocho, son las actuaciones. La acción recae solamente en dos actores: Ellen Page y Patrick Wilson, y estos superan, y con nota, la responsabilidad y el desafío de mantener la película por sí solos. Las actuaciones son brillantes. Patrick Wilson nos brinda una actuación espeluznante, llena de sufrimiento, temor y desesperación, que resulta completamente escalofriante. Y en el otro lado del "ring" tenemos a una Ellen Page que, con tan solo 18 años, y en la que es prácticamente su primera película adulta y como protagonista, nos ofrece una actuación espectacular. Si ya me encandiló en su tierna actuación en "Juno" (2007, Jason Reitman), en esta no defrauda. En un registro completamente diferente, al más puro estilo "femme fatale", Ellen Page presenta una actuación potente de una adolescente distinta, que nos hechiza y que posee un magnetismo que la convierte en el centro de la película, y en los más destacado del filme.
Para finalizar,"Hard Candy" es una película potente, con un guión un poco superficial y que ganaría profundizando en los temas que presenta la película, Pero la cinta consigue mantenerte absorto, gracias a su ambientación, y sobretodo por sus excelentes actuaciones por parte del dúo protagonista. Un film fuerte e intenso que quizá desagrade a los sensibles pero que posee un magnetismo que te atrapa y que hace que no puedas quitarle los ojos de encima. Una Caperucita Roja al revés.
14 de septiembre de 2015
14 de septiembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hard Candy es una de las películas más inquietantes de la primera década del siglo XXI. Una historia definida en Japón como la de "Caperucita atrapa al lobo feroz" que tiene en su propuesta una auténtica mina de oro y en sus trabajadores, verdaderos explotadores. Para bien, claro.
David Slade dirige la película y desde el primer momento supo qué película quería hacer. Quería que la expresión de los personajes quedara patente y para ello se sirvió de aumentos del brillo de la luz en el set de rodaje que fueron luego manipulados en posproducción, como también se moldearon después los efectos de color que denotan en cada momento el sentir de los personajes. El guion de Brian Nelson es la idea extendida del productor David Higgins, quien en cierto momento se preguntó qué pasaría si, entre dos personajes a priori predecibles, descubrieras que la situación es la contraria a la que esperas. Brian Nelson desarrolla bien la idea y da a los diálogos una verdad apabullante que va carcomiendo a los dos "luchadores" poco a poco, aunque haciendo mella en uno más que en otro. Eso lo recoge David Slade y lo convierte en un combate de pesos pesados en el que la aplastante lógica se manifiesta a través de la locura más sólida que uno pueda imaginar. De ahí nacen grandes escenas en las que las pulsaciones del espectador van a todo gas mientras uno de los personajes, dentro de su lógica y fría locura, echa el ancla de vez en cuando para dejar más clara, si cabe, su postura. Todo eso antes de volver a arrancar a lo bestia.
La pareja protagonista no podría haber sido mejor. Ellen Page hace un trabajo brutal, completísimo, lleno de pequeños detalles que dan forma física a la mente de su personaje y que hacen que ese físico, en apariencia frágil, se torne robusto ante la inapelable verdad que se desprende de su actitud totalmente enajenada. En la otra parte del ring, normalmente contra las cuerdas aunque con algunos asaltos ganados, encontramos a Patrick Wilson que ejerce un contrapeso que lleva el equilibrio (o desequilibrio) perfecto a una película que vive tanto de su idea y del gran trabajo tras las cámaras como del hecho fundamental de que su pareja principal esté a un nivel perfecto, sin fisuras, cumpliendo todos y cada uno de los requisitos, por pequeños que sean, y aportando además un plus de calidad que podría haberse perdido bajo el peso del gran trabajo de Slade en caso de un mal casting.
Resumiendo: Hard Candy es una película recomendable al 100%. Es uno de esos títulos que deberían figurar en todas las estanterías, sobre todo si lo que buscamos es un exponente del thriller psicológico violento encerrado en cuatro paredes. Hard Candy y la primera Funny Games de Haneke, la buena, la de 1997.
David Slade dirige la película y desde el primer momento supo qué película quería hacer. Quería que la expresión de los personajes quedara patente y para ello se sirvió de aumentos del brillo de la luz en el set de rodaje que fueron luego manipulados en posproducción, como también se moldearon después los efectos de color que denotan en cada momento el sentir de los personajes. El guion de Brian Nelson es la idea extendida del productor David Higgins, quien en cierto momento se preguntó qué pasaría si, entre dos personajes a priori predecibles, descubrieras que la situación es la contraria a la que esperas. Brian Nelson desarrolla bien la idea y da a los diálogos una verdad apabullante que va carcomiendo a los dos "luchadores" poco a poco, aunque haciendo mella en uno más que en otro. Eso lo recoge David Slade y lo convierte en un combate de pesos pesados en el que la aplastante lógica se manifiesta a través de la locura más sólida que uno pueda imaginar. De ahí nacen grandes escenas en las que las pulsaciones del espectador van a todo gas mientras uno de los personajes, dentro de su lógica y fría locura, echa el ancla de vez en cuando para dejar más clara, si cabe, su postura. Todo eso antes de volver a arrancar a lo bestia.
La pareja protagonista no podría haber sido mejor. Ellen Page hace un trabajo brutal, completísimo, lleno de pequeños detalles que dan forma física a la mente de su personaje y que hacen que ese físico, en apariencia frágil, se torne robusto ante la inapelable verdad que se desprende de su actitud totalmente enajenada. En la otra parte del ring, normalmente contra las cuerdas aunque con algunos asaltos ganados, encontramos a Patrick Wilson que ejerce un contrapeso que lleva el equilibrio (o desequilibrio) perfecto a una película que vive tanto de su idea y del gran trabajo tras las cámaras como del hecho fundamental de que su pareja principal esté a un nivel perfecto, sin fisuras, cumpliendo todos y cada uno de los requisitos, por pequeños que sean, y aportando además un plus de calidad que podría haberse perdido bajo el peso del gran trabajo de Slade en caso de un mal casting.
Resumiendo: Hard Candy es una película recomendable al 100%. Es uno de esos títulos que deberían figurar en todas las estanterías, sobre todo si lo que buscamos es un exponente del thriller psicológico violento encerrado en cuatro paredes. Hard Candy y la primera Funny Games de Haneke, la buena, la de 1997.
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