Probablemente el personaje Julio Blanco empresario se encuentre en el fiel de la balanza de su casta. Sabemos que hay una minoria mucho peor y otra mucho mejor. Pero en general Blanco con su prágmatismo cínico, abuso de poder e hipócrita paternalismo puede representar a la media sin demasiado margen de error como reflejo de la propia sociedad en la que nos movemos. Ya lo dijo Marx (Groucho): "El secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho."

No me parece el mejor título de Aranoa que construye una comedia ácida entretenida más cerca por momentos del Berlanga menos afortunado de sus últimos tiempos. Asisto a las peripecias de Blanco con escaso entusiasmo, a veces con una media sonrisa. Los secundarios en esta ocasión y sus lineas de guión no están a la altura, ni siquiera el gran Manolo Solo aunque no puedo evitar el desasosiego que me produce la presencia hipnótica, inquietante y despiadada de Almudena Amor.

Claro que todo ello se redime y pasa a segundo termino ante un Javier Bardem en estado de gracia al cubo. Él y solo él es la película. Nunca me ha recordado tanto a su madre que parece estar inspirándole en la composición del personaje. Una masterclass que justifica sobradamente el precio de la entrada.

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Poco más que decir a casi todas las críticas que he leído. Para mí, un Bardem pletórico, en una película que no pretende ser políticamente correcta, ni dar lecciones de nada, sólo agradar por el hecho de disfrutar viendo buen cine.
Si tienes un rato, aprovéchalo con este visionado.

No entiendo la nota de esta película. Es aburrida no, lo siguiente. Pero, sobre todo, que se califique esto como comedia. ¿Comedia? ¿Dónde está la comedia? Yo no veo la comedia por ninguna parte. Esto parece más una película de TV de domingo por la tarde, de esas que te dejas dormir. Ni siquiera logré entender de qué iba, cuál es el argumento, qué trata de mostrar al espectador. Casi parecía que tenían a Bardem contratado para algo y no sabían para qué usarlo.

Parece ser que en cuanto sale un actor u otro, o la dirige un director u otro hay que salir aquí a elogiar y alabar la película porque si no no entiendo su puntuación.

Película aburridísima, con un guión ridículo, con un Javier Bardem tremendamente sobreactuado (para lo que has quedado, Javier...), con unos diálogos incoherentes y unos personajes que rozan la estupidez suprema. Vamos, que no te la crees la mires por donde la mires.

Sin ir de crítico de cine super entendido con análisis metafísicos ni rollos por el estilo, mi consejo es que no pierdan dos horas de su tiempo en esta bazofia sin gracia ni sentido.

El último trabajo estrenado en España de uno de los mejores actores de la historia del cine a nivel mundial, Javier Bardem, es una exquisita OBRA MAESTRA que sorprende en cada imagen con una historia llena de verdad y cruda realidad. Hacía mucho tiempo que no veía una película española tan bien escrita, dirigida e interpretada.
La película es el retrato descarnado del poder y lo que éste conlleva a través del ojo realista de la cámara de Fernando León de Aranoa y de una interpretación mágica de Bardem que debería llevarse todos los premios de interpretación a nivel mundial. Lo suyo es de un nivel tan superior que no hay, en éstos momentos, nadie que pueda hacerle sombra. Un actor que logra moldear los personajes hasta el punto de que nos olvidamos que es el quien está detrás.
Todos los actores que le dan la réplica están a la altura con un guión brillante que no deja indiferente a nadie.
La Academia no podía elegir otra película para representar a España y en Hollywood no deberían resistirse a cubrir de premios ésta Obra Maestra.
Bravo, Bravo, Bravissimo.