Woody Allen vuelve a insistir en los temas recurrentes de su carrera para elaborar esta comedia que recupera el buen humor y la ironía que había perdido en sus últimos trabajos. De esta forma, las relaciones amorosas, el miedo al fracaso y el paso del tiempo se van entremezclando en esta historia coral donde sus personajes intentan encontrar un sentido a sus vidas.

Es en estos personajes, y en lo bien diseñados que están, donde se encuentra la mejor baza del film. Destacaría por encima de los demás a un Josh Brolin que parece encontrarse como pez en el agua en el papel tragicómico de un aspirante a escritor con escaso talento. El resto del reparto también ralla a un buen nivel, especialmente Anthony Hopkins, convertido en una especie de alter ego del director norteamericano.

No estaríamos hablando de una obra mayor de Allen, cada vez más alejado de las referencias “bergmanianas” de la década de los ochenta, pero en comparación con sus últimas películas es quizás su film más inspirado. Una comedia ligera, que funciona a ratos, pero que tiene la virtud de arrancar más de una carcajada. Una mirada entre tierna y despiadada a la debilidad de la condición humana. Un ámbito en el que Allen continúa siendo un maestro.

Simpática comedia de enredos y vidas cruzadas, poblada de personajes a cual más patético. Un retazo de vida donde los anhelos y las fustraciones van de la mano ofreciéndonos a la vez un espejo en el que mirarnos y reconocernos. A destacar la manera tan cruel como Woody Allen trata a todos y cada uno de sus personajes. Su mayor mérito es hacerlo de una manera tan divertida que la mala leche se acaba degustando con suma satisfacción. De igual manera se advierte un fuerte dosis de incredulidad en la bondad del ser humano, como si Allen hubiera perdido cualquier esperanza en la especie y carga el relato de una amoralidad que va calando en todas las situaciones barnizadas con un humor cada día más negro. Tocando los temas de siempre, pero haciéndolo de una manera más ligera aunque no por ello menos hiriente, sin cargas filosóficas que distancien al público de la historia, "Conocerás al hombre de tus sueños" nos devuelve a un Allen más inspirado y cuenta con un buen puñado de escenas tronchantes. El penúltimo cartucho de un viejo francotirador que no se cansa de lanzar dardos envenenados al corazón de la sociedad de hoy en día.

Lo mejor: la fina crueldad de Woody Allen.

Lo peor: un cierto regusto a "deja vu".

Ni me he reído a carcajadas constantemente ni me he aburrido en ningún momento. No existe ninguna interpretación merecedora de un Oscar pero ninguno de los actores se hace acreedor a los premios Razzie. Ni es la mejor película de Woody Allen como director ni mucho menos la peor.
"Conocerás al hombre de tus sueños" es un producto aceptable, entretenido y que no pasará a la historia ni en términos positivos ni tampoco en negativos.

Su trama es sencilla, los actores están correctos (todos ellos), tiene momentos interesantes y otros un poco más aburridos pero en líneas generales la película cumple con su cometido.

Las relaciones persones se convierten, una vez más, en el eje de la historia. Las infidelidades, las traiciones, los malos hábitos, la mentira, la hipocresía, el sexo, etc. son los elementos que más presencia adquieren a lo largo de una trama donde los diálogos también juegan un papel sumamente interesante.

Para pasar un rato agradable y entretenido sin exageradas expectativas.

Es interesante y a la vez muy propia de este director, que le pone una vez mas su sello a un drama que tiene que ver con la familia y las aventuras amorosas de sus personajes.
La película es entretenida y su gracia radica en entender y, sobretodo, apreciar el ingenio de Woody Allen para hacer, de una historia cotidiana, un verdadero lío de idas y vueltas, giros y desarrollos “absurdos” (tan complejos como la vida misma) de las relaciones humanas que se plantean. Su mayor atractivo es la credibilidad de los personajes y el siempre cómico punto de vista Allen.

Si hay una crítica que se le puede achacar a Woody Allen, es que en los últimos años no ha hecho nada que realmente sobresalga y sea unánimemente aclamado por crítica y público. Esto viene pasando desde que hizo Match Point, y aunque a mí me parezca que Scoop también es genial, lo cierto es que se ha adormecido con sus cuatro últimas producciones: El sueño de Casandra, Vicky Cristina Barcelona (creo que la peor de Woody Allen con diferencia), Si la cosa funciona (muy flojita), y la que nos ocupa ahora: Conocerás al hombre de tus sueños.

Si bien es cierto que todo lo anterior se lo podemos achacar al bueno de Woody, no es menos cierto afirmar que tampoco hay una película del director que defraude por completo. Siempre son agradables de ver y tienen algún recoveco de genialidad, y esto es lo que le diferencia de otros cineastas que han combinado películas sobresalientes con otras mediocres como pueden ser Clint Eastwood e incluso John Huston. Dicho de otra forma: Allen siempre garantiza un nivel del que nunca baja. Por eso sabes que tienes un seguro de vida y que vas a ver algo atractivo.

Esto es lo que ocurre con Conocerás al hombre de tus sueños. No es nada del otro mundo. Una comedieta para pasar el rato que entretiene y tiene un buen nivel para matar una tarde. Además de ello contiene, como no podría ser de otra manera, un buen guión combinado con unas aceptables interpretaciones, lo que junto con la belleza de Freida Pinto hacen de esta película algo recomendable para ver.

Creo que Woody Allen, empecinado en hacer una película por año, se ha dejado por el medio en los últimos tiempos películas que pasan sin pena ni gloria. Pero también creo que es su cometido: conformar un tándem con películas sin pretensiones que se pueden ver sin ningún problema. Y teniendo en cuenta que la mano maestra siempre está ahí... ya es bastante. Sabemos lo que hay.

Interesante y recomendable.