Breve encuentro
8.0
13,647
Romance. Drama
Laura Jesson es un ama de casa algo aburrida de la rutina que vive con su marido y familia. Una vez a la semana, suele ir a la ciudad de compras. En uno de esos viajes rutinarios, Laura coincide con el Dr. Alec Harvey en la sala de espera de la estación de ferrocarril. Ambos son de mediana edad, casados y tienen dos hijos cada uno. Comienzan a hablar, y tras disfrutar cada uno de la compañía del otro, ambos continúan reuniéndose ... [+]
11 de marzo de 2019
11 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El principio del fin”, se dijeron los enamorados ante el inexorable paso del tiempo, observando esas horas que pasaron demasiado rápido. Alec y Laura se resistieron a una felicidad juntos que les pudo costar demasiado cara. Rozaron el cielo diciéndose aquello de quererse hasta el final de la existencia, pero anunciaron el adiós de verdad para no verse nunca más. No quedaron pensamientos, solamente el “deseo incontrolable” de no sentir nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cada jueves pausaron sus vidas y se miraron a los ojos en el pequeño café de una estación, como si se encontraran siempre ante la última vez. “-¿Me perdonas? -¿Perdonarte por qué? -Por todo, por habernos encontrado, por haberte quitado la astilla del ojo, por amarte”…
12 de mayo de 2021
12 de mayo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre y una mujer, normales y corrientes, de mediana edad, de los que caminan a cientos por la calle, ensimismados en sus pensamientos y deseosos de volver a casa tras un día ajetreado.
La belleza no tuvo el gusto de visitarles el día de sus nacimientos y las lozanas primaveras de sus juventudes se perdieron en el horizonte, aún así son dos seres humanos cargados de anhelos y de emociones, como cartuchos de pólvora abandonados por el paso del tiempo en los húmedos sótanos del olvido pero prestos a activarse con la chispa oportuna del deseo.
David Lean en 1945 supo sacarle el jugo a una estación de tren británica, con una historia sencilla y posible, pero al tiempo cargada de fuerza y de sentimiento.
La casualidad puede ser motivo suficiente para que dos extraños sin relación alguna puedan dejar de serlo y que en ellos surja una profunda complicidad tras un breve encuentro.
Magníficos tanto Celia Johnson como Trevor Howard por la naturalidad de sus papeles y por despertar en el espectador un enorme sentimiento de empatía.
La belleza no tuvo el gusto de visitarles el día de sus nacimientos y las lozanas primaveras de sus juventudes se perdieron en el horizonte, aún así son dos seres humanos cargados de anhelos y de emociones, como cartuchos de pólvora abandonados por el paso del tiempo en los húmedos sótanos del olvido pero prestos a activarse con la chispa oportuna del deseo.
David Lean en 1945 supo sacarle el jugo a una estación de tren británica, con una historia sencilla y posible, pero al tiempo cargada de fuerza y de sentimiento.
La casualidad puede ser motivo suficiente para que dos extraños sin relación alguna puedan dejar de serlo y que en ellos surja una profunda complicidad tras un breve encuentro.
Magníficos tanto Celia Johnson como Trevor Howard por la naturalidad de sus papeles y por despertar en el espectador un enorme sentimiento de empatía.
13 de octubre de 2022
13 de octubre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, la tristeza puede durar y por mucho que Laura siga pasando las noches plácidamente mirado como su marido resuelve crucigramas y aunque Alec viaje a miles de kilómetros y logre ser un médico de éxito; la tristeza va a durar.
Sí, vale, hay que admitir los comentarios de que la película queda desfasada. A lo mejor es que hay que verla con los ojos del cine de posguerra, de los duros momentos que se vivían en Europa, de cómo se desarrollaban las relaciones sentimentales en aquellos tiempos, del romanticismo que se ha perdido... Pero solo hay que mirar a los ojos de la protagonista y las miradas tiernas de su amado para comprender que un gran amor se puede vivir en cualquier momento y en cualquier lugar. Y no, no es la historia de un amor adúltero, es la historia de un amor, de una ilusión, de un momento por el que es necesario pasar para comprender la tristeza.
Y la música soberbia del concierto para piano de Rachmaninov es la más acertada para acompañar a esa tristeza.
Además, hay trenes, andenes con luces tenues, carbonilla, y una estación donde siempre hay un adiós.
Laura, Alec, no os preocupéis, se aprende a vivir con esa tristeza.
Sí, vale, hay que admitir los comentarios de que la película queda desfasada. A lo mejor es que hay que verla con los ojos del cine de posguerra, de los duros momentos que se vivían en Europa, de cómo se desarrollaban las relaciones sentimentales en aquellos tiempos, del romanticismo que se ha perdido... Pero solo hay que mirar a los ojos de la protagonista y las miradas tiernas de su amado para comprender que un gran amor se puede vivir en cualquier momento y en cualquier lugar. Y no, no es la historia de un amor adúltero, es la historia de un amor, de una ilusión, de un momento por el que es necesario pasar para comprender la tristeza.
Y la música soberbia del concierto para piano de Rachmaninov es la más acertada para acompañar a esa tristeza.
Además, hay trenes, andenes con luces tenues, carbonilla, y una estación donde siempre hay un adiós.
Laura, Alec, no os preocupéis, se aprende a vivir con esa tristeza.
20 de junio de 2023
20 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi hace muchísimos años y me pareció una excelente película. Veinte años después no sólo me lo sigue pareciendo sino que creo que es mejor, una obra de arte.
Un romance pasajero entre un medico, casado y con chicos, y una mujer también casada y también con hijos. Se encuentran en una estación del tren con ocasión de ir a trabajar. Él es médico, y ella va a la ciudad a realizar su compra semanal. Él es un idealista que estudia las infecciones de polvo en los pulmones, típicas de los mineros, que en la zona en la que vive hay en cantidad.
Lo singular de la cinta es el planteamiento: dos personas normales, en cualquier situaciones pueden enamorarse. No tienen que darse grandes circunstancias particulares, situaciones singulares o espectaculares escenarios. Simplemente las cosas suceden, sin culpa, sin preverlo, sin buscarlo. Suceden. Y ese es su misterio, que le puede pasar a cualquiera. Se ven cada jueves en la estación del tren, en donde se llegan los dos trenes de ambos desde diferentes lugares. Y así, de jueves a jueves se ven en la estación, esperan al final de la tarde en la ciudad -paseando, yendo al cine, etc.- a que salgan sus respectivos trenes hacia las ciudades dormitorios del alrededor de Londres en las que viven. Paseos, conversaciones, miradas, van construyendo una intimidad, una confianza, una intimidad propia y características del amor. Del amor adulto.
Las voces en off de ella cuando viaja en el tren y reconstruyen no sólo momentos de su relación sino sus pensamientos es lo más destacable, lo más bonito. Los sentimientos de culpa se mezclan con el deseo de volver a verle, los remordimientos con la realidad.
Tiene algo de aprovechar las últimas oportunidades, de vivir el último romance, de volver a sentir aquellos que conmueve y revuelve. Los humanos somos así. No valoramos tanto lo que tenemos como lo que deseamos.
Celia Johnson y Trevor Howard forman la pareja, siendo los secundarios: Stanley Holloway, Joyce Carey, Cyril Raymond, Everley Gregg, y Valentine Dyall. El guión es de David Lean, Anthony Havelock-Allan, y Ronald Neame (luego director) sobre la obra de Noël Howard. La música es de Sergei Rachmaninoff.
Un romance pasajero entre un medico, casado y con chicos, y una mujer también casada y también con hijos. Se encuentran en una estación del tren con ocasión de ir a trabajar. Él es médico, y ella va a la ciudad a realizar su compra semanal. Él es un idealista que estudia las infecciones de polvo en los pulmones, típicas de los mineros, que en la zona en la que vive hay en cantidad.
Lo singular de la cinta es el planteamiento: dos personas normales, en cualquier situaciones pueden enamorarse. No tienen que darse grandes circunstancias particulares, situaciones singulares o espectaculares escenarios. Simplemente las cosas suceden, sin culpa, sin preverlo, sin buscarlo. Suceden. Y ese es su misterio, que le puede pasar a cualquiera. Se ven cada jueves en la estación del tren, en donde se llegan los dos trenes de ambos desde diferentes lugares. Y así, de jueves a jueves se ven en la estación, esperan al final de la tarde en la ciudad -paseando, yendo al cine, etc.- a que salgan sus respectivos trenes hacia las ciudades dormitorios del alrededor de Londres en las que viven. Paseos, conversaciones, miradas, van construyendo una intimidad, una confianza, una intimidad propia y características del amor. Del amor adulto.
Las voces en off de ella cuando viaja en el tren y reconstruyen no sólo momentos de su relación sino sus pensamientos es lo más destacable, lo más bonito. Los sentimientos de culpa se mezclan con el deseo de volver a verle, los remordimientos con la realidad.
Tiene algo de aprovechar las últimas oportunidades, de vivir el último romance, de volver a sentir aquellos que conmueve y revuelve. Los humanos somos así. No valoramos tanto lo que tenemos como lo que deseamos.
Celia Johnson y Trevor Howard forman la pareja, siendo los secundarios: Stanley Holloway, Joyce Carey, Cyril Raymond, Everley Gregg, y Valentine Dyall. El guión es de David Lean, Anthony Havelock-Allan, y Ronald Neame (luego director) sobre la obra de Noël Howard. La música es de Sergei Rachmaninoff.
8 de agosto de 2024
8 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Breve Encuentro relata la historia de Laura y Alec, dos personas casadas que se conocen por casualidad en una estación de tren. Este encuentro inesperado se convierte en una serie de citas furtivas y platónicas, desarrollando una profunda conexión emocional. A lo largo de la película, se observa cómo ambos luchan con sus sentimientos crecientes y el dilema moral de sus respectivos compromisos matrimoniales.
La película transmite la intensidad y complejidad de las emociones humanas, especialmente cuando se enfrentan a circunstancias imprevistas. A través de la relación de Laura y Alec, se exploran temas como el amor prohibido, el deseo y la culpa. Captura la esencia del amor verdadero en su forma más pura y dolorosa, mostrando cómo dos almas pueden encontrarse y entenderse en medio de la rutina cotidiana, y cómo esas conexiones pueden cambiar la percepción de la vida misma.
Al abordar el tema del amor fuera del matrimonio, se invita a reflexionar sobre la moralidad, el juicio social y la autenticidad de los sentimientos humanos. Es muy difícil luchar contra el deseo amoroso.
Recomiendo esta película para aquellas personas que consideran que es imposible enamorarse de otra persona si la relación que se tiene con la pareja actual es plena. Les hará reflexionar sobre este asunto
La película transmite la intensidad y complejidad de las emociones humanas, especialmente cuando se enfrentan a circunstancias imprevistas. A través de la relación de Laura y Alec, se exploran temas como el amor prohibido, el deseo y la culpa. Captura la esencia del amor verdadero en su forma más pura y dolorosa, mostrando cómo dos almas pueden encontrarse y entenderse en medio de la rutina cotidiana, y cómo esas conexiones pueden cambiar la percepción de la vida misma.
Al abordar el tema del amor fuera del matrimonio, se invita a reflexionar sobre la moralidad, el juicio social y la autenticidad de los sentimientos humanos. Es muy difícil luchar contra el deseo amoroso.
Recomiendo esta película para aquellas personas que consideran que es imposible enamorarse de otra persona si la relación que se tiene con la pareja actual es plena. Les hará reflexionar sobre este asunto
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