Sólo por ver a la Cotillard merece la pena, porque no hay nadie que pudiera haber hecho mejor el papel, sencillamente perfecta en todo momento.
Lo único que hecho de menos en el film y por eso no le doy un 10 es por lo poco que profundiza en la vida de Edith Piaf, es decir, creo que nos muestra perfectamente como era, pero dejando de lado cosas importantes de su vida y de los personajes secundarios que van entrando a escena a veces de forma chocante(sobre todo si no conoces mucho la biografía de Edith).
Por otro lado me han gustado mucho los saltos temporales que el director utiliza, que hacen mas ameno si cabe el film.

Durante una época existió François Truffaut como emblema del cine francés. El François Truffaut del siglo XXI sin duda es Olivier Dahan, quien realizo un trabajo impecable en términos de dirección. Los trabajos audiovisuales, especialmente el maquillaje y la fotografía, son sublimes. Por ultimo tenemos la MEJOR actuación hecha por una mujer en la historia del cine. Rompiendo todos los parámetros norteamericanos y la xenofobia yanqui, Cotillard, demuestra que la calidad si existe y nos deja con esta perlita del cine francés, difícil de olvidar, que nos garantiza, durante dos horas y media, que será muy difícil sacarnos de la cabeza la impresionante historia, pero por sobretodo, la excelente voz de Piaf.

Un hermoso biopic, que he disfrutado muchísimo: el encanto de Piaf, la niña con voz de gorrión, te acompaña toda la película, y no desaparece a pesar de la amargura. Desgarbada, imperfecta, inocente, apasionada, insolente, y con una sonrisa de las que iluminan una habitación entera... Una superviviente, que transformaba lo feo en sublime, con una voz que te arrulla, y hace que te balancees sin querer mientras miras dentro de ti.
Se logra el equilibrio de los diferentes elementos: la interpretación, la ambientación, el ritmo, los diálogos... lo que hace que una película te deje huella, y andes unos días recordándola.

ria-roria-roria-rioriaaa...

"Su voz es como el alma de París"
Una de las mejores películas que he visto, sin duda.
Una obra maestra que nos enseña la vida de Édith Piaf, una mujer brillante que eligió la vida de artista.

En primer lugar, Marion Cotillard está espectacular, hasta el punto de emocionar con su actuación. Pocas actrices han podido meterse tanto en un personaje. Y por ello arrasó con su actuación en los Oscar, Globos de Oro, BAFTA, Cesar...
Ambas (Édith y Marion), sin saberlo, forman un tándem perfecto: la vida de Piaf y su voz junto a la actuación de Cotillard crean una combinación perfecta.
Una película en la que el ritmo no decae y en la que se aprecia la dura vida del artista: la soledad, la genialidad, las pasiones desaforadas...

Una joya esta película.
La vie en rose.

Me ha costado el revisionado, tanto que he tenido que dosificarla por capítulos. Y bueno, al margen de que para mí es normal dormirme viendo pelis por la noche en el sofá, pero esta se me hizo especialmente soporífera.

Pobre Edith Piaf, qué infancia tan jodida la suya, cierto, pero en que personaje tan insoportable se convierte. Una alcohólica gritona y chabacana que malvive en las calles de París. Con otra amiga insoportable que me hacía desear apagar la TV.

Menos mal, que ahí están los hombres para echarle un cable y explotarla a la vez que la encumbran. Primero su papá con ese “pues algo sabrás hacer”, luego el indeseable de Gérard Depardieu que la contrata para cantar en atroz de mala muerte, después se nos une el instructor cabrón, y bueno para acabar Marrrrggggceeeel, ¡qué romance más turras por favor!

La película es solo actuación, Marion Cotillard brilla y ganó el Óscar obviamente. Porque ¿qué le puede gustar más a Hollywood que una preciosidad afeada por el maquillaje? Pues pocas cositas. Y en este caso, es magnífico. La actriz no se parecerá ni en el blanco de los ojos a Marion Cotillard, pero sí no las puede recordar con su físico, empequeñeciéndose hasta casi desaparecer.

No me ha gustado tampoco su fotografía y ese color empastado, amigos no era la Belle Époque. El montaje tampoco, por favor cuanto mareo de flash forward, backward, tras una hora ya no sabía cuál época era la central en la película. Y bueno, qué decir de su banda sonora, fácil que sea buena, ¿no?

En resumen, este biopic muy bien para una abuelita un domingo por la tarde de invierno, que pueda hacerse su siestecita con manta, ir entre abriendo los ojos y que no se pierda nada.