El juicio de Nuremberg
1961 

8.2
14,114
Drama
En 1948, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuatro jueces, cómplices de la política nazi de esterilización y limpieza étnica, van a ser juzgados en Nuremberg. Sobre Dan Haywood (Spencer Tracy), un juez norteamericano retirado, recae la importante responsabilidad de presidir este juicio contra los crímenes de guerra nazis. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2025
11 de mayo de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista por primera vez el 29/05/2011. Le di un 7 y escribí una crítica tan tibia que solo 1 de 2 usuarios la encontró útil. La dejo en spoiler porque me gusta guardar un histórica. Ahora toca rehacerla como se merece.
Si no llega a ser por ese final… (ver spoiler), la película habría ganado todavía más peso.
Hay que reconocer que "Vencedores o vencidos" fue un éxito en taquilla, y eso que es densa, con largos bloques de juicio y toneladas de diálogo. Para la época debió de ser especialmente exigente. Pero claro, el orgullo americano que destila —y su rol de “justiciero del mundo libre”— probablemente empujó al público a las salas. Nominada a 11 Oscars, ganó 2. Uno, curiosamente, para el abogado defensor, interpretado por un imponente Maximilian Schell.
A nivel técnico, la película está trabajada con mimo. Mucho travelling en interiores cerrados, para evitar la monotonía. También abundan los zooms, algo más propio de la televisión de los 60-70 que del cine de esa década, pero que aquí funcionan, probablemente por esa misma intención de dinamizar visualmente tanto diálogo.
En cuanto al reparto, pocas veces se ve un cartel tan potente:
Burt Lancaster, con solo unas pocas escenas clave, da empaque a su papel de juez arrepentido.
Spencer Tracy, con sus 61 años (igual que el juez real del caso), está magistral.
Richard Widmark aporta su intensidad habitual.
Maximilian Schell, con una energía desbordante, se llevó el Oscar y con razón.
Marlene Dietrich, con 57 años, mantiene esa presencia hipnótica, aunque su personaje… (lo comentamos luego).
Montgomery Clift, en uno de los papeles más dolorosos y vulnerables de su carrera, conmueve profundamente.
Judy Garland regresa tras un tiempo fuera, con un rol breve pero poderoso.
La película plantea un dilema ético muy complejo: ¿cuál es la responsabilidad individual frente a un sistema criminal? La defensa insiste en que algunos acusados se quedaron para minimizar el mal, no por convicción, sino por resignación. ¿Eso los hace menos culpables? Ahí es donde entra el personaje de Marlene Dietrich con fuerza: intenta representar al “pueblo alemán medio”, atrapado entre la ignorancia, la negación y la culpa. Pero, lamentablemente, su personaje se apaga en la recta final. Se vuelve distante, apagado, como si le retiraran de golpe todo el peso que venía acumulando. Y es una pena, porque su discurso tenía matices que merecían ser desarrollados con más contundencia.
La película te deja bastante espacio para sacar tus propias conclusiones... hasta que llega el final.
Y por ese motivo, le bajo de un 7 a un 6.
Si no llega a ser por ese final… (ver spoiler), la película habría ganado todavía más peso.
Hay que reconocer que "Vencedores o vencidos" fue un éxito en taquilla, y eso que es densa, con largos bloques de juicio y toneladas de diálogo. Para la época debió de ser especialmente exigente. Pero claro, el orgullo americano que destila —y su rol de “justiciero del mundo libre”— probablemente empujó al público a las salas. Nominada a 11 Oscars, ganó 2. Uno, curiosamente, para el abogado defensor, interpretado por un imponente Maximilian Schell.
A nivel técnico, la película está trabajada con mimo. Mucho travelling en interiores cerrados, para evitar la monotonía. También abundan los zooms, algo más propio de la televisión de los 60-70 que del cine de esa década, pero que aquí funcionan, probablemente por esa misma intención de dinamizar visualmente tanto diálogo.
En cuanto al reparto, pocas veces se ve un cartel tan potente:
Burt Lancaster, con solo unas pocas escenas clave, da empaque a su papel de juez arrepentido.
Spencer Tracy, con sus 61 años (igual que el juez real del caso), está magistral.
Richard Widmark aporta su intensidad habitual.
Maximilian Schell, con una energía desbordante, se llevó el Oscar y con razón.
Marlene Dietrich, con 57 años, mantiene esa presencia hipnótica, aunque su personaje… (lo comentamos luego).
Montgomery Clift, en uno de los papeles más dolorosos y vulnerables de su carrera, conmueve profundamente.
Judy Garland regresa tras un tiempo fuera, con un rol breve pero poderoso.
La película plantea un dilema ético muy complejo: ¿cuál es la responsabilidad individual frente a un sistema criminal? La defensa insiste en que algunos acusados se quedaron para minimizar el mal, no por convicción, sino por resignación. ¿Eso los hace menos culpables? Ahí es donde entra el personaje de Marlene Dietrich con fuerza: intenta representar al “pueblo alemán medio”, atrapado entre la ignorancia, la negación y la culpa. Pero, lamentablemente, su personaje se apaga en la recta final. Se vuelve distante, apagado, como si le retiraran de golpe todo el peso que venía acumulando. Y es una pena, porque su discurso tenía matices que merecían ser desarrollados con más contundencia.
La película te deja bastante espacio para sacar tus propias conclusiones... hasta que llega el final.
Y por ese motivo, le bajo de un 7 a un 6.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando el juez Haywood (Spencer Tracy) le dice a Janning (Lancaster) que "cuando firmó la primera sentencia injusta, ya era culpable de todo lo que vino después", el mensaje es demoledor. Música solemne, plano con zoom rápido y sentencia simbólica. Fin.
Es como si la película, después de plantearte mil argumentos grises, decidiera por ti y dictara un veredicto rotundo: culpables. Y eso me dejó frío. Porque todo el camino recorrido, los matices, las contradicciones, los discursos cruzados... se pierden de golpe. No me gustó.
He aquí la crítica que escribí el 29/05/2011:
Gran debate
Larguísima película judicial. El elenco de actores reconocidos es imporesionante: Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland, Montgomery Clift.
La que más me impresionó fue a Judy, tan recordada en su "Mago de Oz" que parece imposible que esa niña se hicera mujer. Y ahí estaba.
La dirección es más que correcta, y quizás lo más destacable de la película es como van cambiando las tornas, haciéndote ver si pueden ser inocentes o culpables. El final, la última frase, se decanta para una de las dos sin dar a lugar más discusión.
También, lo otro más destacable es la percepción que se tenía de los alemanes en aquella época, y como se vivió la época nazi en esa nación que seguramente se tiene distorisionada.
Aún así, me pareció un poco lineal rozando el aburrimiento.
Es como si la película, después de plantearte mil argumentos grises, decidiera por ti y dictara un veredicto rotundo: culpables. Y eso me dejó frío. Porque todo el camino recorrido, los matices, las contradicciones, los discursos cruzados... se pierden de golpe. No me gustó.
He aquí la crítica que escribí el 29/05/2011:
Gran debate
Larguísima película judicial. El elenco de actores reconocidos es imporesionante: Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland, Montgomery Clift.
La que más me impresionó fue a Judy, tan recordada en su "Mago de Oz" que parece imposible que esa niña se hicera mujer. Y ahí estaba.
La dirección es más que correcta, y quizás lo más destacable de la película es como van cambiando las tornas, haciéndote ver si pueden ser inocentes o culpables. El final, la última frase, se decanta para una de las dos sin dar a lugar más discusión.
También, lo otro más destacable es la percepción que se tenía de los alemanes en aquella época, y como se vivió la época nazi en esa nación que seguramente se tiene distorisionada.
Aún así, me pareció un poco lineal rozando el aburrimiento.
14 de julio de 2017
14 de julio de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Cuando vi esta película por primera vez no sabía lo famosa que era, ni la calidad que tenía. Recuerdo que era un joven que empezaba a sentir curiosidad por el cine clásico y este film hizo que mi pasión por el séptimo arte fuera mucho mayor de lo que me pudiera imaginar.
El film retrata el famosísimo juicio de Nuremberg donde se acusaba a ciertos jueces y políticos por delitos de asesinato y esterilización de judíos. Unos hechos verídicos que ocurrieron durante la II Guerra Mundial y que fueron juzgados a través de un jurado americano. Un juicio en el que se exponía no solo la ilegalidad de las acciones de estos cuatro alemanes nazis, sino la pasividad de todo el pueblo alemán frente a unos hechos que eran innegables que estaban ocurriendo frente a ellos.
La película es más que brillante. Sus tres horas de duración son de una gran calidad y se desarrollan en prácticamente su totalidad dentro del juzgado. Un juicio que engancha de tal forma que uno no puede apartar la mirada de las prueba y alegatos que se exponen.
Stanley Kramer dirige magistralmente este film cuidando hasta el más mínimo detalle cada escena. Además, crea ciertos trucos cinematográficos muy interesantes como la idea de fusionar de una forma original en un mismo idioma los dos idiomas en los que se desarrolló el juicio.
Un reparto realmente impresionante forma parte de esta película indispensable de ver. Actores como Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland o Montgomery Clift entre otros son algunos de los que aportan su enorme talento para que este juicio tenga una veracidad increíble; haciendo que uno se sienta parte de ese público.
Fantástica fotografía en blanco y negro, y una ambientación de la época de posguerra, hacen que este film resulte mucho más realista de lo que uno se espera.
En fin, "¿Vencedores o vencidos? (El juicio de Nuremberg)" es una joya del cine que todo el mundo debería ver, no solo por la lección de historia que da; sino por los diálogos que están llenos de mensajes que exponen un hecho bélico con culpables y responsables de ambas partes.
El film retrata el famosísimo juicio de Nuremberg donde se acusaba a ciertos jueces y políticos por delitos de asesinato y esterilización de judíos. Unos hechos verídicos que ocurrieron durante la II Guerra Mundial y que fueron juzgados a través de un jurado americano. Un juicio en el que se exponía no solo la ilegalidad de las acciones de estos cuatro alemanes nazis, sino la pasividad de todo el pueblo alemán frente a unos hechos que eran innegables que estaban ocurriendo frente a ellos.
La película es más que brillante. Sus tres horas de duración son de una gran calidad y se desarrollan en prácticamente su totalidad dentro del juzgado. Un juicio que engancha de tal forma que uno no puede apartar la mirada de las prueba y alegatos que se exponen.
Stanley Kramer dirige magistralmente este film cuidando hasta el más mínimo detalle cada escena. Además, crea ciertos trucos cinematográficos muy interesantes como la idea de fusionar de una forma original en un mismo idioma los dos idiomas en los que se desarrolló el juicio.
Un reparto realmente impresionante forma parte de esta película indispensable de ver. Actores como Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland o Montgomery Clift entre otros son algunos de los que aportan su enorme talento para que este juicio tenga una veracidad increíble; haciendo que uno se sienta parte de ese público.
Fantástica fotografía en blanco y negro, y una ambientación de la época de posguerra, hacen que este film resulte mucho más realista de lo que uno se espera.
En fin, "¿Vencedores o vencidos? (El juicio de Nuremberg)" es una joya del cine que todo el mundo debería ver, no solo por la lección de historia que da; sino por los diálogos que están llenos de mensajes que exponen un hecho bélico con culpables y responsables de ambas partes.
22 de enero de 2018
22 de enero de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Creo que durante los múltiples visionados que he hecho de este filme solo he encontrado dos "peros" y uno de ellos ni siquiera es tal. Que no está basado en personajes reales (este es el segundo al que me refería) y la historia de flirteo de Spencer Tracy con Marlene Dietrich, que a mí me sobra y es la principal razón por la que no le doy el 10. Aunque, no obstante, se comprende que dicha relación tiene sentido para ahondar en el conflicto interior del propio juez y para también profundizar en la psicología desde el punto de vista de los mismos alemanes.
Por lo demás es una obra maestra. De estas películas, tipo "Casino", en las que pese a tener una duración de 3 horas las ves y te parece que han pasado solamente 90 minutos. Te mantiene enganchado de principio a fin y, teniendo en cuenta que está rodada en blanco y negro o que gran parte de la acción transcurre en un mismo sitio, es para valorar más aún todo el trabajo. Añadiendo también que se pueden destacar las actuaciones de casi todos los que tienen un papel medianamente protagonista.
Para acabar, a mí no me supone ningún problema el trasfondo propagandístico que pueda tener el metraje. No es otro distinto al que se le supone tratando el tema que trata y, además, la labor de defensa que hace el abogado alemán provoca que uno llegue a replantearse según qué cosas. Y la conversación final entre Burt Lancaster y Spencer Tracy tiene un brillante final ideológico.
En resumen, joya del cine de juicios.
Por lo demás es una obra maestra. De estas películas, tipo "Casino", en las que pese a tener una duración de 3 horas las ves y te parece que han pasado solamente 90 minutos. Te mantiene enganchado de principio a fin y, teniendo en cuenta que está rodada en blanco y negro o que gran parte de la acción transcurre en un mismo sitio, es para valorar más aún todo el trabajo. Añadiendo también que se pueden destacar las actuaciones de casi todos los que tienen un papel medianamente protagonista.
Para acabar, a mí no me supone ningún problema el trasfondo propagandístico que pueda tener el metraje. No es otro distinto al que se le supone tratando el tema que trata y, además, la labor de defensa que hace el abogado alemán provoca que uno llegue a replantearse según qué cosas. Y la conversación final entre Burt Lancaster y Spencer Tracy tiene un brillante final ideológico.
En resumen, joya del cine de juicios.
3 de abril de 2018
3 de abril de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
El productor Stanley Kramer dirigió en 1961 la adaptación al Cine de un acontecimiento real de gran relevancia: los juicios de Nuremberg de 1946 y 47, donde la potencia conquistadora condenó a muchos criminales nazis. La cinta de Kramer, de 168 excesivos minutos de metraje, se centra mayoritariamente en el juicio a tres científicos alemanes, apenas acompañándola con escenas exteriores realizadas con la única función de diseccionar mejor a los personajes.
Esta es una película de personajes, y estos son representados con acierto gracias a la labor de un espectacular reparto, dentro del cual cabría destacar al culpable doctor Jannings de Burt Lancaster y las breves pero intensas aportaciones de Montgomery Clift y, sobre todo, Judy Garland. La factura técnica es encomiable, dotando a la película de interesantes encuadres, travellings y zooms de cámara, utilizando un peculiar recurso de montaje conocido como “el pibote”, mediante la cual se conectan secuencias utilizando la misma palabra para cerrar una secuencia y abrir la siguiente.
La película plantea profundos dilemas morales, y en determinados momentos el drama humano es demoledor. Sin embargo la cinta presenta una lacra que le resta realidad, importante detalle si tenemos en cuenta la trama: la edulcorización final, así como el enfoque americano cargado de moralina (“qué justos somos”). Pero esto no es óbice para que “Vencedores o vencidos”, o “El juicio de Nuremberg”, como realmente se llama, sea una interesante película muy recomendable, de valioso visionado para interesados en la Segunda Guerra Mundial, pudiendo entenderse como una secuela de “El triunfo de la voluntad”.
Esta es una película de personajes, y estos son representados con acierto gracias a la labor de un espectacular reparto, dentro del cual cabría destacar al culpable doctor Jannings de Burt Lancaster y las breves pero intensas aportaciones de Montgomery Clift y, sobre todo, Judy Garland. La factura técnica es encomiable, dotando a la película de interesantes encuadres, travellings y zooms de cámara, utilizando un peculiar recurso de montaje conocido como “el pibote”, mediante la cual se conectan secuencias utilizando la misma palabra para cerrar una secuencia y abrir la siguiente.
La película plantea profundos dilemas morales, y en determinados momentos el drama humano es demoledor. Sin embargo la cinta presenta una lacra que le resta realidad, importante detalle si tenemos en cuenta la trama: la edulcorización final, así como el enfoque americano cargado de moralina (“qué justos somos”). Pero esto no es óbice para que “Vencedores o vencidos”, o “El juicio de Nuremberg”, como realmente se llama, sea una interesante película muy recomendable, de valioso visionado para interesados en la Segunda Guerra Mundial, pudiendo entenderse como una secuela de “El triunfo de la voluntad”.
26 de agosto de 2019
26 de agosto de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Diálogos que hoy serían inconcebibles. Reflexiones que muchos considerarían ingenuas. Un sentido de la vergüenza histórica tratado con exquisitez.
Por el tratamiento que la película ofrece a la relación entre Justicia y Ley debería ser de estudio obligatorio en todas las facultades de derecho. Y por supuesto de Historia y Filosofia.
Por el tratamiento que la película ofrece a la relación entre Justicia y Ley debería ser de estudio obligatorio en todas las facultades de derecho. Y por supuesto de Historia y Filosofia.
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