Contratiempo
6.7
28,845
Thriller. Intriga
Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, asesora y cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2017
24 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una muy buena película de misterio e intriga, llena de giros que te mantendrá en alerta,sin poder apartar la mirada de la pantalla. Esta realmente bien rodada, en España estamos capacitados para hacer cine de calidad y no solemos hacerlo, este año tenemos unas cuantas a buen nivel y eso es de agradecer.
Desde el principio te atrapa, esa atmosfera es asfixiante, te va atrayendo, sorprendiendo, te hace sumergirte en la historia, te hace involucrarte, sufrirla y disfrutarla. No me llamó la atención, me la recomendarón y salí totalmente satisfecho. Un placer.
Desde el principio te atrapa, esa atmosfera es asfixiante, te va atrayendo, sorprendiendo, te hace sumergirte en la historia, te hace involucrarte, sufrirla y disfrutarla. No me llamó la atención, me la recomendarón y salí totalmente satisfecho. Un placer.
4 de marzo de 2017
4 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una prueba más de que una historia sencilla, sin derroches de efectos especiales, puede captar la atención de la persona que visiona la película desde principio a fin. Solo tengo dos quejas hacia el director de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me imagino que la película ha contado con asesoramiento tanto policial como sobre todo de especialistas en Derecho. Bien, hay dos piezas que no encajan en la película, una me di cuenta justo al momento, y otra al terminar la película. En un momento de la película el abogado del actor Mario Casas le llama, y habla con la abogada. Si bien hay un momento que el ruido de los altavoces no permite escuchar al abogado, bien es cierto que mantienen una conversación y el abogado escucha la voz de la preparadora de testigos impostora. No solo no es creíble que un buen abogado no reconociera que la voz que le habla, no es de la persona que ha contratado, sino que un buen abogado difícilmente se iba a tragar lo de la misteriosa aparición de un testigo, y haría preguntas que descubrirían inmediatamente el pastel (la impostora no tiene experiencia en Derecho). Por lo tanto escena que no está bien resuelta. La segunda es cuando la impostora le dice que hay que poner un artículo de su amante en el coche sepultado, para inculpar solo a ella. Si bien puede ser creíble que un abogado pueda ofrecer dinero (por orden de su cliente) a un testigo para no hablar, para nada es creíble que un abogado quiera cometer un delito de tal envergadura como el que propone, para salvar a su cliente. En esa escena si eso se propone al actor Mario Casas, lógicamente cualquier persona reaccionaría preguntando que cómo se va a hacer, cómo se va a contratar un buzo para llevar a cabo esa operación. El director de la película creo que no ha caído en la complejidad del asunto. Contratar a un buzo para que realice un delito, difícil cuestión. Y luego la operación en concreto, sumergirse y abrir un portón trasero de un coche para colocar un objeto, contaminando por completo la escena de un crimen, pero es que además, cómo cierra luego el portón trasero del coche el buzo, en mi opinión no creo que lo tuviera fácil. Restando estos dos detalles, la película me ha encantado.
6 de marzo de 2017
6 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta la comida china. A ver: nadie en su sano juicio diría que la comida de un restaurante chino es una excelencia culinaria, pero lo cierto es que en un chino disfrutas comiendo. Quien gusta de la comida china sabe que no falla. Es una apuesta segura. Pero debería saber también que la carne en sí, la comida en sí, la materia, es mala, y que todo su encanto está en el mucho sabor que la salsa le da, que hace jugoso un plato que sin ella no te tragarías. Es lo que tiene la salsa. Como una hamburguesa de McDonald's: quítale el pepinillo, la cebolla y el ketchup y dime a qué sabe esa carne. ¡A nada! ¡Es absolutamente insípida! Pero con salsa, ¡oh!, con salsa me chupo los dedos y salgo contento dispuesto a volver más pronto que tarde.
Pues eso es Contratiempo: comida china para quien gusta de ella. Y como buena comida china tiene salsa, mucha salsa, en forma de continuos giros de guión. Contratiempo es una oda al giro de guión. Cuando estás todavía sorprendido por el primer giro de guión, llega otro y renueva la sorpresa, y aún sorprendido por el nuevo giro, llega un giro más, y luego otro, y... ¡ofú!... ¡no puedes ni pestañear! Contratiempo te pega a la butaca y se te pasa sin respiro, con los ojos como platos todo el rato. No hay contención en su guión pero está bien construido y mejor revisado; cuando crees que vas a atisbar un agujero, el guión va, lo tapa y se queda contigo; todo casa, todo se cierra perfectamente, y el final te da el último giro, el giro definitivo, la puntilla. No se trata de una película con giro final de guión, se trata de una película que ha estado girando todo el rato, repleta de saltos mortales y tirabuzones, y cuyo triple mortal final sirve para poner fin al salto y caer limpiamente a la piscina.
¿Que es inverosímil? Sí. Lo es. Pero, en fin, ¡es cine, carajo! Y Contratiempo no lo es de arte y ensayo ni lo pretende. Es cine del de simplemente entretener un rato. Si quitamos la etiqueta automática de “malo” a este tipo de cine (¡a cuántas películas de Hitchcock o De Palma habría que ponérsela de lo contrario!), Contratiempo puede pasar por ser una buena película. Pero una buena película de entretenimiento y nada más. Que tampoco es poco.
Como la comida china. Para chuparse los dedos. Y me da igual si es buena o mala. Está rica y no mata. Eso sí, que no te engañen: el secreto está en la salsa.
Pues eso es Contratiempo: comida china para quien gusta de ella. Y como buena comida china tiene salsa, mucha salsa, en forma de continuos giros de guión. Contratiempo es una oda al giro de guión. Cuando estás todavía sorprendido por el primer giro de guión, llega otro y renueva la sorpresa, y aún sorprendido por el nuevo giro, llega un giro más, y luego otro, y... ¡ofú!... ¡no puedes ni pestañear! Contratiempo te pega a la butaca y se te pasa sin respiro, con los ojos como platos todo el rato. No hay contención en su guión pero está bien construido y mejor revisado; cuando crees que vas a atisbar un agujero, el guión va, lo tapa y se queda contigo; todo casa, todo se cierra perfectamente, y el final te da el último giro, el giro definitivo, la puntilla. No se trata de una película con giro final de guión, se trata de una película que ha estado girando todo el rato, repleta de saltos mortales y tirabuzones, y cuyo triple mortal final sirve para poner fin al salto y caer limpiamente a la piscina.
¿Que es inverosímil? Sí. Lo es. Pero, en fin, ¡es cine, carajo! Y Contratiempo no lo es de arte y ensayo ni lo pretende. Es cine del de simplemente entretener un rato. Si quitamos la etiqueta automática de “malo” a este tipo de cine (¡a cuántas películas de Hitchcock o De Palma habría que ponérsela de lo contrario!), Contratiempo puede pasar por ser una buena película. Pero una buena película de entretenimiento y nada más. Que tampoco es poco.
Como la comida china. Para chuparse los dedos. Y me da igual si es buena o mala. Está rica y no mata. Eso sí, que no te engañen: el secreto está en la salsa.
29 de marzo de 2017
29 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que me esperaba menos de esta peli pero me sorprendió el nivel de intriga de la misma, no es un peliculón pero está bien tanto a nivel de actuaciones como de historia, Mario Casas no está tan mal como he leído en muchas críticas, lo único malo es que si eres demasiado observador te darás cuenta de algo en un momento determinado que te puede chafar la peli, yo me dí cuenta pero aún así no sabía exactamente por donde iba a salir el desenlace aunque me lo imaginaba pero no así exactamente,en definitiva la recomiendo.
9 de mayo de 2017
9 de mayo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y estamos en racha. Este va de giros insospechados, diálogos teatrales, culpables que no lo son tanto e inocentes que parecen criminales. Nada nuevo, conste. Quizás tanto giro acaba falseando la película que, no obstante, siempre guarda una relación estrecha con el interés del espectador. Más que correcto Mario Casas, solvente Coronado, como siempre, y muy bien Ana Wagener, se desperdicia un poco a Bárbara Lennie en un papel poco relevante y sin matices. Con todo el artificio del guión (a ratos poco creíble y con casualidades que parecen impostadas) y el exceso de diálogos melodramáticos y demasiado solemnes, aún así, es esta una película que demuestra el gran momento del cine español de género, sobre todo en lo que a cine negro, policíaco o thriller se refiere, unos años ya de racha, que nos han dejado grandes títulos como LA ISLA MÍNIMA, o TARDE PARA LA IRA, entre otros. Sin duda, vamos demostrando a todos que sabemos rodar con cierta rutina y mucha calidad.
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